Comerciantes rosarinos proponen que el feriado de carnaval sea optativo
Varias asociaciones mercantiles admiten que los dos días de inactividad no se recuperan a futuro. El centro y las peatonales estuvieron semidesiertas.
Por Lucas Ameriso/La Capital
Se terminó la espuma y el papel picado y quedaron los ecos de las comparsas. El fin de semana largo por el feriado nacional del carnaval impactó negativamente en el comercio minorista, que no pudo aprovechar las ventajas comparativas de otros rubros como el turismo y la gastronomía. Tanto la Asociación Empresaria de Rosario como la Asociación Casco Histórico propusieron reemplazar el feriado por la figura del día no laborable: una herramienta para que los negocios opten por abrir o no sus puertas en estas jornadas de festejos.
Rosario no es la misma de aquellos bailes de carnaval que explotaban de público cuando en los clubes de barrio llegaban figuras estelares. Tampoco es Gualeguaychú, que se llena de turistas con la celebración del Rey Momo como pocas. En la ciudad se ofrece una variada agenda de comparsas y murgas populares en diferentes puntos de la ciudad que atraen a muchos vecinos.
Lo concreto es que para el comercio minorista, los dos días feriados son un tema de debate y propuestas.
Para el titular de la Asociación Empresaria de Rosario (AER), Ricardo Diab, cuando las fechas son decretadas como feriado se debe pagar doble al personal para luego abrir las puertas en medio de la incertidumbre. Años atrás se había aplicado una experiencia donde el comercio local, desafiando a las autoridades nacionales, abrieron los negocios. La jugada no redituó comercialmente: compensar el doble salario y el aire acondicionado, entre otras cosas, dejó los números en rojo.
«En lo atinente al sector comercial, los dos feriados de carnaval no suman para nada. Podría, en cambio, transformarse en día no laborable y allí el titular del comercio decide si abre o no. El feriado nacional no ayuda, tampoco a Rosario, más allá del esfuerzo por promover a la ciudad como atracción turística. Para el común denominador de la gente son dos días sin facturar y no recupera la ventas los días posteriores», reflexionó Diab.
En la misma línea se pronunció el responsable de la Asociación Casco Histórico, Fabio Acosta. «Se intentó abrir estos feriados, pero los frutos no se veían en las cajas recaudadoras. El turismo receptivo no viene al centro ni a los comercios barriales. Van a los shoppings, a la costa central, cines, algún museo y al casino», resumió el referente comercial.
Inclusive, los feriados largos no impactan positivamente en el comercio. «Se vende poco y hay que pagar a los empleados. La alternativa es ir a un día no laborable, donde la decisión la tenga cada negocio. Al menos ofreceríamos la oportunidad de quienes quieran abrir lo puedan hacer durante el tiempo y horario que consideren», sentenció Acosta. «Es un tema cultural, que impone costumbres de consumo para esta fecha. Hay que ver si se puede debatir y ver si se modifica una decisión que es de la órbita nacional. Lo que está claro es que el comercio no es beneficiado con estos feriados».
El dirigente de Casco Histórico también consideró que el impacto turístico en Rosario es de baja intensidad. «Se llenan los parques y los shoppings, pero en general no se pernocta en Rosario, o si se hace es por una noche», apuntó.
Al respecto, también se pronunció el vicrepresidente de Came y ex titular de la Asociación Empresaria, Elías Soso. «No es que esté o no de acuerdo con los feriados de carnaval, es un festejo agregado que no tiene en la actualidad con los problemas del país, mucho sentido», razonó el histórico dirigente empresarial.
Un 9 por ciento
De lleno, en la actividad del comercio minorista, Soso indicó que con la pérdida de dos días hábiles «se pierde un 9 por ciento de la facturación mensual que después no se recupera, en un momento endeble de la economía y con costos elevados».
Tras repasar los carnavales «de aquella época» donde las convocatorias a los bailes eran multitudinarias, el dirigente convocó a «reestuidar el tema en momentos tan especiales del país donde hay que trabajar y los negocios deben estar abiertos».