Vecinos de Pichincha se reunirán con Fein por las molestias ocasionadas por bares y boliches
El encuentro se desarrollará el próximo jueves. Analizarán con la intendenta los inconvenientes entre los habitantes y los locales.
Por Aníbal Fucaraccio/La Capital
Los vecinos de Pichincha le trasladarán sus inquietudes a la intendenta Mónica Fein. El encuentro está pactado para el próximo jueves y servirá para exponer la problemática que atraviesa el barrio. La noche, los ruidos, los excesos, los trapitos, el tránsito, los bares y la necesidad de mejorar los controles, en un sector de la ciudad que tuvo un crecimiento exponencial en los últimos años y que se convierte en un enorme foco de atracción durante la temporada de altas temperaturas. El gran desafío para esta reunión pasará por empezar a encontrar pautas de solución para una mejor convivencia entre los habitantes de la zona y la amplia oferta gastronómica.
Por ahora, los cruces, los roces y los cuestionamientos se imponen en un escenario con muchos contrapuntos. «Vamos a exponer los problemas que tenemos todos los días. Queremos que se hagan más controles y que se cumpla la normativa vigente», confió Víctor, de la agrupación Vecinos de Pichincha.
Esta posibilidad arriba luego de dos encuentros con los responsables de la Secretaría de Control y Convivencia Ciudadana de la Municipalidad, en los que se analizaron estas temáticas, pero evidentemente no fueron suficientes para este grupo de vecinos del barrio, que venía solicitando hace semanas una chance de realizar estos planteos cara a cara con la intendenta. Siguen reclamando un gesto político de atención superior.
En esas reuniones con los funcionarios municipales, los habitantes de la zona exhibieron sus inconvenientes. Uno de los principales que se expuso fue el del tránsito en la zona, y la doble fila de taxis que se forma en las calles más concurridas. Por eso, desde hace dos fines de semana, las autoridades municipales decidieron liberar un tramo de bulevar Oroño, y Jujuy, entre Oroño y Alvear, para hacer una reserva de estacionamiento para los taxis. Esa idea sigue en práctica.
En esos cónclaves también se trataron los ruidos molestos. Sobre ese tema, la intención fue convocar a los responsables de los locales gastronómicos para que sean parte de la posible respuesta. Es un punto espinoso, muy difícil de abarcar y de determinar responsabilidades.
En primera instancia, mientras surgen propuestas más precisas, se determinó que los bares deben liberar un metro y medio para que la gente pueda circular por las veredas del barrio. Y también deben hacerse cargo de que los clientes no invadan las calles.
Desde la Secretaría de Control prometieron intensificar los controles de lunes a lunes, los días de semana, a partir de las 20, y viernes y sábados desde las 18, con personal realizando presencia en la zona.
Pero queda claro que estas acciones no fueron suficientes para calmar las inquietudes de los vecinos, que continuaron pidiendo una reunión con la intendenta Fein, que finalmente se realizará el jueves de la semana que viene.
Por el momento, el encuentro no incluye la presencia de los responsables de los locales gastronómicos, tal como venían solicitando algunos concejales de Cambiemos, entre ellos Gabriel Chumpitaz, Renata Ghilotti y Carlos Cardozo, quienes reclamaban una reunión entre todas las partes para «alcanzar un acuerdo que beneficie a todos».
Más debate
Esos ediles indicaron que «deberían estar presentes el secretario de Control y Convivencia, Guillermo Turrin; conjuntamente con el responsable de la Dirección General de Inspección de Industrias, Comercios y Servicios, Eduardo Pascucci; la directora de la Guardia Urbana Municipal, Fabiana Bergia; y el director general de Tránsito, Gustavo Adda».
«Creemos que es necesario debatir de manera integral esta situación, en la que debemos sostener una importante actividad económica, como es la gastronomía en la zona, que brinda muchos puestos de trabajo, y a su vez garantizar los controles, la correcta circulación vehicular, y evitar desmanes para que los vecinos también puedan vivir tranquilos», apuntó Chumpitaz.
Y agregó: «Los vecinos de barrio Pichincha nos manifestaron la ausencia total de la Municipalidad, y nos expresaron que los cuidacoches se han vuelto amos y señores de las calles del barrio. Cuentan que nadie controla el tránsito, ni limpia las veredas, y nos dicen que la insonorización de los locales nocturnos no parece ser la correcta». (La Capital)