Las tres mujeres que suenan para acompañar a Macri en la fórmula presidencial
El método para elegir el complemento en la fórmula será el mismo que se utilizó en el 2007 y en el resto de las elecciones generales.
Por Silvia Mercado/Infobae
Los que conocen al PRO desde los tiempos en que era ninguneado por la mayoría del círculo rojo recuerdan que el gran salto electoral lo dio Mauricio Macri cuando eligió a Gabriela Michetti de candidata a vicejefa de Gobierno de la Ciudad. No se trató de una decisión casual ni estuvo sopesada en el peso territorial que sumaba la politóloga de, por entonces, 42 años.
Por el contrario, fue una conclusión con base científica que se tomó luego de analizar los estudios cuali-cuantitativos del electorado porteño y la visión de Jaime Durán Barba sobre las críticas a la imagen de Macri y la necesidad de generarle un contrapeso «débil» a un posicionamiento excesivamente rígido que tenía el empresario, como en general lo calificaban los medios.
Michetti lideraba un bloque de diputados porteños al que le habían puesto «Festilindo» para tomarle el pelo y que, entre otros, integraba Marcos Peña. En el PRO había otro bloque, de políticos que hoy podríamos llamar tradicionales, que tenía un nombre más serio, «Nogaró», por el hotel donde se reunían. Sin embargo, la mayoría de los que lo integraban están fuera de la política desde hace años.
Como sea, el modelo Mauricio-Gabriela funcionó electoralmente tal como se esperaba, «ablandando» la imagen de Macri en un intento porque apareciera un costado sensible que el candidato no mostraba, e iniciando el largo camino a la presidencia de la Nación.
Tan bien funcionó, que en el 2011 repitieron la fórmula. Como no tenían candidatos propios conocidos por la opinión pública, enviaron a Michetti en el 2009 a encabezar la lista de diputados nacionales y dos años después eligieron a la ministra de Desarrollo Social, María Eugenia Vidal, como candidata a vicejefa de Gobierno. Fue cuando el PRO sorprendió al electorado porteño con una política social consistente, de fuertes vínculos con las organizaciones sociales, aún las más radicalizadas, con quienes mantenía un diálogo cotidiano.
Para llegar a la Presidencia de la Nación, al equipo electoral del PRO le acercaron distintas posibilidades, entre las que estaban Ernesto Sanz, Esteban Bullrich, Carlos Reutemann y hasta Marcos Peña. Sin embargo, y a pesar de que estaba enojado porque había encarado un proyecto alternativo en la Ciudad de Buenos Aires que obligó a distraer esfuerzos para la realización de las PASO con Horacio Rodríguez Larreta, terminó decidiéndose otra vez por Michetti.
¿Por qué? Porque es mujer, tenía muy buena imagen y aunque ya estaba alejada del núcleo de las decisiones, era muy conocida en el interior, donde el electorado no podía reconocer otros dirigentes del espacio. La lógica, ahora, sería que la fórmula Macri-Michetti se repita este año. «Equipo que gana no se toca», dice la frase futbolera. Pero el panorama no está fácil para las presidenciales de este año.
Se sabe que además de Michetti, aparecen otras dos opciones claras para ocupar la candidatura a la vicepresidencia de la Nación. Una es la ministra de Desarrollo Social, Carolina Stanley. La otra es la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich. Lo que se conoce menos es cuál será el método de elección. Y el hecho de que ayer mismo el Presidente se haya visto, en forma separada, con ambas, fue motivo de las más variadas especulaciones en el oficialismo y -para fuentes consultadas- es la prueba de que la decisión aún no está tomada.
“El Gobierno comete errores mientras juega el campeonato, pero como (Marcelo) Gallardo, tiene el talento para ganar las finales», mientras desarrollaba el sistema para la toma de decisiones que utilizará la mesa chica de Cambiemos para decidir la fórmula presidencial.
El método es sencillo. Durán Barba analizará hasta el último momento los estudios cualitativos del electorado que Macri espera atraer para obtener la reelección y ofrecerá una conclusión en torno a la complementación que necesitará el candidato para garantizar el resultado. «Si necesita un contrapeso fuerte, la candidatura a vice recaerá en Patricia. Si necesita un contrapeso débil, recaerá en Carolina. A Gabriela no le veo chances por ahora, porque hay un convencimiento de que se necesita prometer cambios y no repetir más de lo mismo», explicó.
Por cierto, nadie le preguntó a Stanley y Bullrich si están interesadas en esa postulación, ni tampoco a Michetti si está de acuerdo con abandonar el cargo. «Se da por sentado que es una prerrogativa del Presidente y nadie le va a discutir una decisión que tome, porque su reelección es la prioridad del Gobierno», agregó. Y aseguró que lo único que se sabe es que, sea cual sea, será una decisión fría, basada en información científica porque «confianza personal tiene en las tres».
Algo más. Hasta ahora, no se analizó la posibilidad de ningún hombre. Hoy por hoy, con las mujeres en el tope de la agenda, parece imposible que aparezca una opción masculina. Pero «Jaime es un tipo especialmente creativo y suele traer sorpresas, veremos». (Infobae)