Bienes Personales del 2018 también se pagará con aumentos
En febrero y en abril vencen el cuarto y quinto anticipo que se rige con la normativa anterior a los cambios de noviembre. El mínimo no imponible subió menos de la mitad que las valuaciones.
Por Carlos Lamiral/Ámbito Financiero
Cuando los contribuyentes terminen de abonar el Impuesto a los Bienes Personales del 2018, habrán soportado un nuevo incremento de la presión fiscal. Mientras que el mínimo no imponible del gravamen el año pasado se ajustó apenas 10,5%, las valuaciones fiscales de las propiedades lo hicieron muy por encima de ello en los dos distritos más grandes de la Argentina. La Ciudad de Buenos Aires las subió 20% mientras que en la provincia de Buenos Aires crecieron entre 40% y 70% dependiendo del valor de las propiedades. A partir del 13 febrero y del 13 de abril vencen los dos anticipos del período 2018.
Con la ley vieja, antes de la reforma, el mínimo no imponible de Bienes Personales pasó de $950.000 a $1.050.000, con una alícuota única del 0,25%. Aunque en 2018 el tipo de cambio pasó de 17 a 39 pesos, la tasación que hicieron los fiscos tanto de la CABA como de la Provincia siguieron sus propios caminos. Y ya con ello, los contribuyentes quedaron más complicados. El problema que hay es que mientras el Mínimo No Imponible lo fija una ley nacional, las valuaciones las manejan los gobiernos provinciales y por ello cada uno sigue sus propias reglas.
El tributarista Ezequiel Passarelli explicó que la Valuación Fiscal Homogénea (VHF), que es la tasación del Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires subió 20% en 2018. “Están muy por debajo de los valores reales”, señaló.
En tanto, en la Provincia las propiedades que estaban tasadas hasta $587.000 subieron 40%, las de entre $587.001 y $1.088.000, 50%, las de entre $1.088.001 y $2.500.000, 60% y las de más de $2.500.000, 70%. El efecto para el gobierno de María Eugenia Vidal fue un incremento de la recaudación del Impuesto Inmobiliario, pero colateralmente afectó a los contribuyentes, al generar un incremento de lo que tienen que pagar por Bienes Personales.
Luego llegó la Reforma Fiscal que impulsó el ministro Nicolás Dujovne. Allí se propuso a las provincias reducir el Impuesto a los Ingresos Brutos. Y los gobernadores, entonces, para apoyarla en el Congreso a cambio pidieron subir el impuesto a los Bienes Personales con las nuevas alícuotas de 0,25%, 0,50% y 0,75% en tres escalas y el mínimo no imponible de $2.000.000 millones. También se permite deducir la casa vivienda del contribuyente de hasta $18.000.000, que en la versión anterior no se podía.
Los cambios al tributo empezarán a correr recién para el período fiscal del 2019 y se pagarán en junio de 2020. De modo que los que vencen ahora corresponden a la ley vieja. En febrero y abril se pagan los dos últimos anticipos. Ese impuesto ya llega con un incremento más allá de que las valuaciones fiscales no coincidan con los valores de mercado, que está afectado por el tipo de cambio y la inflación.
Un elemento a favor que tienen los contribuyentes con la vieja ley es que si compraron una casa con una hipoteca, van a poder deducir el valor de la misma del valor fiscal, y pagar solo por la diferencia.
En ese tipo de distorsiones también está trabajando el Gobierno nacional con las provincias. Se espera que a partir de este año comience un camino gradual para llevar a que en todo el país haya una única manera de valuar las propiedades a cifras similares a los del mercado. Se puede plantear en el orden del 70%. En promedio, en todo el país las tasaciones representan apenas el 20% de los valores reales.
(Ámbito)