Lifschitz y Lavagna se reunieron de cara al año electoral
El gobernador y el ex ministro de Economía avanzaron en la idea de construir una alternativa a «la grieta». Se reunieron en la casa del economista.
«Roberto Lavagna puede ser el hombre del consenso que necesitamos para dejar atrás la polarización», repite Miguel Lifschitz como un mantra. Y no le pierde pisada, a tal punto que lo fue a ver a la hermosa Cariló, donde el ex ministro de Economía transcurre sus vacaciones.
Sin haberlo comunicado más que a cinco personas que forman parte de su mesa chica, el gobernador de Santa Fe viajó a Cariló y mantuvo un almuerzo de dos horas con Lavagna. Estuvieron acompañados por Clara García, esposa del mandatario, y Claudine Marechal, la pareja del ex jefe de Hacienda de Néstor Kirchner.
La casa de Lavagna, en el corazón del bosque cariloyense, fue escenario de un repaso al estado de la economía, que hizo Lavagna, y de una mirada intensa al clima político de la Argentina, que puntualizó Lifschitz. Ambos coincidieron en la necesidad de salir de «la grieta», y coincidieron —una vez más— en armar algo diferente superador, «que junte a los mejores dirigentes y también actores externos, con vocación de transformar».
¿Qué quiere decir esto? Que ambos coincidieron en la posibilidad de encaminar la relación persona hacia un frente electoral. Ya no es como hace dos meses, ahora el tiempo apremia si es que quieren constituir alguna alianza competitiva.
Lifschitz tiene que tomar la decisión en los próximos días sobre su destino político. Para eso lo espera la boleta de candidatos a diputado provincial. Si decide encabezar la nómina, incidirá fuertemente en las chances del Frente Progresista para ganar la Cámara baja. De hacerlo, tendrá tiempo luego para formar parte de una cruzada presidencial, aunque habrá que ver cómo queda conformada esa alianza.
El pensamiento de Lifschitz es aportar a un frente que no sólo contenga al peronismo federal y al progresismo, sino también a radicales que hoy aportan a Cambiemos. Como lo que pide el habitualmente saltarín político Martín Lousteau, pero al revés. El ex ministro de Cristina Kirchner, ex embajador Macrista y actual diputado nosiglista pretende que el gobernador socialista se incorpore a Cambiemos.
La sobremesa
Tras las rabas y los pescados del almuerzo, Lifschitz y Lavagna se comprometieron a mantener encuentros periódicos y a intentar avanzar en algún armado, algo que no será fácil. En una encuesta de reciente publicación en un matutino porteño, Roberto Lavagna era el único dirigente peronista con imagen positiva de todos los presidenciables.
En ese contexto, algunas especulaciones periodísticas no descartan la posibilidad de que el economista sea una variable de unidad de los distintos sectores del peronismo, incluso del kirchnerismo, para competir contra Macri.
Lavagna, sin embargo, coincide con la opinión de Lifschitz de intentar nuclear a dirigentes y espacios que vayan más allá del peronismo y del progresismo. Será una tarea que se deberán dar de aquí en más, antes de que empiecen a acelerarse los tiempos del cierre de listas.
Por lo pronto, el encuentro y la foto les sirvieron a ambos para pasar el verano. (La Capital)