Murió un joven baleado hace 13 días en Ludueña
Jonatan Jerez tenía 28 años. En el incidente en que le dispararon hubo otros dos heridos. Inquietud por la escalada de violencia en el barrio.
Jonatan Jerez, un joven de 28 años que al otro día de Navidad protagonizó un enfrentamiento armado en una precaria vivienda del barrio Ludueña, finalmente murió ayer debido a complicaciones de las graves heridas de arma de fuego que sufrió al recibir un balazo en el pecho. Referentes vecinales manifestaron extrema preocupación por un claro recrudecimiento de la violencia en la zona, que se tradujo en por los menos dos homicidios en los últimos 40 días. «Hace cuatro meses que no paran las balaceras», indicaron a este diario.
Uno de los tres heridos por disparos de arma de fuego que dejó una feroz balacera desatada el 26 de diciembre en una casilla de chapa ubicada sobre Tupac Amaru entre Pedro Lino Funes y Teniente Agnetta, finalmente murió ayer a la mañana tras agonizar 13 días.
El Ministerio Público de la Acusación (MPA) confirmó que Jonatán Jerez falleció en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez donde estuvo internado con una herida en el tórax, la que finalmente generó complicaciones irreversibles que desencadenaron su fallecimiento.
Vulnerabilidad y delito
El contexto en el que fue atacada la víctima no escapa a la preocupante situación que atraviesan muchos sectores de Rosario ganados por grupos delictivos extremadamente violentos. Si bien sumó referencias de testigos, el caso no fue esclarecido, no se pudo determinar la motivación ni la mecánica exacta, y tampoco hay imputados. Según los investigadores tiene que ver con viejas rencillas entre bandas antagónicas, conformadas por al menos dos familias asentadas en Ludueña.
Algunos relatos recogidos por este diario en ese momento dieron cuenta que a las 17.30 del día del hecho Jeréz ingresó a la casilla empuñando una pistola 45 y tras una breve discusión con dos personas hubo un intercambio de disparos. El recién llegado recibió un balazo en el pecho, y fue internado grave en el Heca, mientras que los otros recibieron impactos en las piernas.
«Si no te defendés te matan»
«Se les metió en la casa con una pistola 45, agarró a una de las hijas de Brian que tiene 7 meses y le apoyó el arma en la cabeza. No sabemos por qué pasó eso. Brian y su amigo Rodrigo estaban en la pileta cuando pasó. Se ve que en un descuido de Jerez agarraron un arma y le respondieron con plomo para defenderse. Mi pariente hizo bien porque acá si no te defendés, te matan», relató en su momento un familiar de Brian M., uno de los heridos y dueño de la casa donde ocurrió todo.
Sin embargo referentes sociales y vecinas de esa emblemático franja de Rosario (al sur de Eva Perón al 5800) expresaron una profunda preocupación por los últimos incidentes, muchas veces atribuidos a la familia que habita la casa de donde partieron las balas que finalmente mataron Jonatan.
Las recurrentes balaceras, algunas como consecuencia de las disputas entre soldaditos por venta de droga, tiene a los vecinos alarmados, angustiados. Y advirtieron a LaCapital que la muerte de Jeréz provocó un clima espeso, donde se respiran un tufo de «venganza». Ayer a la tarde hubo enfrentamientos entre allegados a Jerez y otros vecinos.
«La gente está cansada de las muertes, de la balaceras. Cuando ocurre algo llaman a la policía, pero no vienen. Y paradójicamente ahora que parece estar en riesgo la familia de los agresores, el barrio está abarrotado de patrulleros, es contradictorio», indicó a este diario vecinos de muchos años en ese territorio, que sospecha de cierta «protección policial» a uno de los bandos.
El día que recibió el disparo, Jerez no estaba solo. Según un familiar de los moradores de la casilla, «otros dos tipos dispararon desde la canchita en dirección a la casa de Brian». Luego de la balacera, a Jerez lo trasladaron en un Ford Falcon al hospital. Sobre él pesaban tres pedidos de captura desde 2016.
En tanto, Brian M. y Rodrigo M. fueron llevados por familiares al hospital Carrasco con heridas en las piernas. La investigación quedó en manos de la fiscal de la Unidad de Homicidios Marisol Fabbro, que ordenó custodia policial para los heridos.
De acuerdo a las referencias que brindó el vecindario, Jerez era hermano de Alejandro Sebastián, un pibe de 17 años que mataron a tiros el 20 de marzo de 2011 cuando iba en moto con su primo Damián Gómez por Solís y Casilda. Luego de siete años, el mes pasado fue detenido en Misiones Fernando Ezequiel C., de 27 años, sindicado e imputado como autor del crimen.
Eran tiempos de enfrentamientos entre «Los Stuart» y «Los Tiki». En tanto que Gómez, el único testigo del homicidio de Alejandro Sebastián Jerez, fue asesinado en enero de 2015.