Procesaron a Luis Paz como líder de una banda narco

El padre del asesinado Martín «Fantasma» Paz y enemigo declarado de Los Monos sufrió un duro revés en la Justicia Federal de la ciudad de Santa Fe.

El juez federal santafesino Francisco Miño procesó al empresario rosarino Luis Alberto Paz, al arquitecto santafesino Andrés Fernando Cantelli y a Hugo Omar Díaz, Alejandra Urunde, Claudia López y Carlos Suarez como responsables de conformar una asociación ilícita dedicada a la venta de drogas agravada por la participación de más de tres personas. A Paz, además, le sumó el agravante de ser el jefe dentro de la organización y por lavar dinero proveniente de la venta de estupefacientes, todo en concurso real.

Miño redactó una resolución de 86 carillas para justificar los procesamientos, refrendando prácticamente todo lo investigado por el fiscal federal Walter Rodríguez, quien tuvo delegada la causa desde su inicio, en septiembre de 2017, según lo publicado por el portal zonacriticaonline.com de la capital provincial.

Punto de partida

La lupa sobre Luis Alberto Paz, cuyo hijo Martín fuera ejecutado el 8 de septiembre de 2012 en la esquina de Entre Ríos y 27 de Febrero dando inicio a la investigación que derivó en la desarticulación y condenas a los integrantes de la banda de Los Monos, se posó como una derivación de la pesquisa federal en la que se probó el rol de narcopolicía que tenía Edgardo Baigoría, un oscuro agente santafesino que dirigía un negocio de venta de drogas en la región con la ayuda de dos gendarmes ya procesados y de personas allegadas a Paz, como es el caso de Emanuel González, socio en una de las empresas atribuidas al rosarino que fue mánager de boxeo.

El juez Miño valoró la prueba colectada por el fiscal y la surgida en los 24 allanamientos realizados el 10 de diciembre pasado en la provincia de Entre Ríos además de Santa Fe, Rosario y Villa Constitución. «Es posible afirmar con suficiente verosimilitud que desde tiempo indeterminado y cuanto menos a partir del mes de abril de 2014 y hasta el 10 de diciembre del corriente año (fecha en la cual fue detenido), el nombrado (Luis Paz) llevó a cabo comportamientos compatibles con el de organizador de actividades de tráfico ilícito de estupefacientes, caracterizada por la división de funciones y alternancia de algunos de sus miembros ejecutores. En tal sentido, contribuyó con esporádicos aportes de financiamiento de actividades ilícitas vinculadas al narcotráfico, aportando los medios económicos imprescindibles para su despliegue» señaló el juez en su escrito difundido por la página web mencionada.

Y en ese sentido profundizó: «(Paz) desplegó conductas vinculadas con el almacenamiento, monitoreo del traslado y control de calidad del material ilícito, como así también el aporte de la logística necesaria para ello. Dichas conductas las ejecutó de manera personal y también las delegó en ciertas personas de su círculo de confianza».

Paz alternaba su residencia entre Rosario y Santa Fe, donde había adquirido una casa en el Country Los Molinos, ubicado en el límite de la capital provincial y Recreo. Allí, al principal investigado le incautaron un revólver 38 especial Taurus, dinero en efectivo, autos y camionetas y un libro con anotaciones sobre las distintas actividades que llevaba adelante tanto en lo legal como en lo ilegal.

Los roles

Los procesados Díaz, Suárez y López fueron detenidos en Villa Constitución con drogas fraccionada para la venta. Y según la resolución judicial, todos ellos se encargaban del transporte de las sustancias y el almacenamiento en inmuebles en esa ciudad o en otras localidades del sur santafesino.

Andrés Cantelli, arquitecto santafesino detenido en el marco de la causa, era la mano derecha de Paz. Construía a pedido de éste y formaba parte de la logística en algunas ocasiones en la que debía trasladarse droga. En su casa del coqueto barrio Siete Jefes de la ciudad de Sante Fe se encontraron muchas plantas de marihuana, dinero, pen drives, comprobantes de transacciones internacionales y cheques rechazados del Banco Comafi entre otros elementos de valor para los pesquisas.

Además, un día después de su detención, fue hallado frente a la puerta de su casa un utilitario Peugeot Boxer con una carga de 149 kilos de marihuana que seguramente, dicen los investigadores, lo tenían al arquitecto como destinatario.

El magistrado valoró además las menciones directas a Luis Paz en causas vinculadas al negocio narco en la región, como es el caso del Sergio «Zurdo» Villarroel, detenido hace dos años en Alto Verde y luego condenado por venta de drogas y quien tenía en su poder la cupé BMW Z4 dominio LQN244 que conducía Martín «Fantasma» Paz el día que lo asesinaron.

Voces telefónicas

Las relaciones de los narcos santafesinos con Paz eran cada vez más evidentes. Por ejemplo, en abril de 2016, mantuvo una extensa conversación con el ex oficial Baigoría en torno a un cheque devuelto por un banco y por el cual le reclamaban supuestamente los proveedores de la droga. Para el juez, «el tenor de las comunicaciones antes transcriptas permiten inferir que el vínculo existente entre los nombrados se encuentra basado en actividades ilícitas compatibles con el narcotráfico».

Para asociar el negocio narco con el lavado de dinero el juez transcribe en su resolución una conversación entre Paz, quien desde la provincia de Mendoza llama a Cinthia Amarillo, con quien tiene una relación amorosa. En ese llamado el ahora procesado jefe de la banda le comenta cómo intenta desprenderse de un sinnúmero de vehículos que figuran bajo su dominio y que fue transfiriendo a su hija y a su ex esposa; además de los cuatro camiones que eran de su hijo y que él heredó tras el homicidio del «Fantasma» y que puso a trabajar en manos de un tal Ezequiel asegurándose así todos los meses «un dineral de plata».

Por todo ello, además de procesar a todos por el delito de venta de drogas agravado por hacerlo en sociedad con más de tres personas, a Paz le agregó el delito de lavado de dinero y le trabó un embargo por 1.200.000 pesos y al resto de la banda 140 mil pesos a cada uno.