Asesinan a adolescente en disputa territorial por la venta de drogas
Nahuel Duarte había sido padre esta semana. La madrugada de ayer, con otro pibes, coparon un punto de venta de drogas y terminó con un balazo.
El miércoles a la tarde el barrio Fonavi de Ludueña Sur entró en estado de crispación. Pibes que iban de un lado hacia otro sin disimular que estaban armados. Algunos vecinos contaron que el capítulo final fue cuando cuatro o cinco muchachos se ubicaron en un pequeño playón ubicado en la torre 3 del complejo de Navarro al 5900. Los recién llegados eran foráneos y su intención era ocupar un punto fijo de venta de drogas en manos de lugareños. «Vinieron a copar la parada. Acá vende un grupo y ellos vinieron a instalarse sabiendo que eso no se puede hacer. Saludaron y se sentaron en los bancos de cemento como si no pasara nada. Pero pasó», relató un residente. Tras una serie de encontronazos, pasada la 1.30 el grupo «invasor» fue desalojado a los balazos y Nahuel Duarte, de 16 años, recibió un impacto en el abdomen que lo mató en el acto.
«Este barrio es un desastre y no solamente porque se agarran a los tiros por la venta de drogas. Si vos trazas dos cuadras para cada lado desde Solís y Tucumán tenés cinco puntos fijos de venta de drogas. A eso le tenés que sumar los delivery y los que venden en las esquinas. Y le tenés que sumar que ahora, el que vende también consume, algo que antes no pasaba. Entonces tenés un tipo que se toma la que tiene que vender y que cuando la tiene que pagar no tiene la plata para cubrir la deuda. Y sale a robar o a voltear a la competencia para recuperar la que se toma y pasan cosas como las de anoche», explicó un vecino de la zona, mientras tomaba relajado una cerveza abajo de un árbol y demostrando conocer al menos parte del negocio de la droga barrial.
Tiempos sin cambios
El Fonavi de Ludueña Sur tiene 27 torres que se erigen entre Tupac Amaru, Rouillón, Tucumán y Magallanes. La columna vertebral del barrio es calle Solís y su paso sobre las vías. Seis años atrás, en abril de 2012, el barrio se vio conmocionado cuando un grupo de vecinos se rebelaron contra un transero cuyo soldadito baleó a un vecino y quemaron un quiosco de venta de drogas ubicado en Tupac Amaru y Garzón. Ya entonces la gente relataba un contexto de violencia entre los más jóvenes, clima azuzado por la presencia del búnker. Seis años más tarde ese contexto no sólo se consolidó sino que se convirtió en un arma humeante sobre los vecinos.
Según contó la gente del barrio, el miércoles a la tarde el barrio progresivamente entró en estado de conmoción. El primer movimiento fue en Solís y Tucumán. «Acá hay gente que no es del barrio que quiere venir a vender drogas y eso hace que todo sea muy violento», relató una mujer. Cerca de esa esquina vivía Nahuel Duarte, un pibe de 16 años que esta semana había sido papá y que fue la víctima fatal del hecho.
En la plazoleta
Con el pasar de las horas, un grupo de entre 4 y 5 pibes entre los que estaba Nahuel Duarte desembarcó en una pequeña plazoleta con bancos de cemento ubicada frente a la torre 3 de Navarro al 5900. «El mismo día que se mató el policía de la motorizada acá atrás (el viernes en Arévalo y Provincias Unidas falleció en un accidentes el agente Jacinto Nicolás Alfonso), el transero que vende en esa torre cayó preso. Entonces éstos vieron la oportunidad y fueron a quedarse con el lugar», explicó un vecino.
«Era un grupo de pibes que no son de acá. Llegaron, saludaron y se sentaron a vender», explicó un vecino del consorcio. Los bancos de cemento ubicados en círculo están marcados por dos pintadas. Una de manera circular que dice «Ludueña» y otra que oficia como una declaración: «Viví como quieras». Los vecinos indicaron que a partir de ese desembarco comenzaron las escaramuzas, algunas de las cuales fueron denunciadas al 911. Y un vecino agregó que Duarte había sido demorado por una patrulla y luego dejado en libertad.
La tensión aumentó pasada la medianoche del miércoles. Poco después de la 1.30, a la plazoleta de la torre 3 llegaron dos hombres armados. Uno fue reconocido como «soldadito del «Gordo Brian»», explicaron fuentes de la pesquisa en relación a un supuesto vendedor de drogas con base en Barra y Tupac Amaru. «Escuché cuatro disparos que retumbaron en la galería de mi casa. Y después corridas y gritos: «Vamos, vamos, vamos»», relató una vecina. Otro residente dijo haber escuchado media docena de tiros. Lo concreto es que Duarte recibió al menos un balazos en el abdomen.
Sus amigos lo arrastraron fuera de la torre 3 por un pasillo que da a calle Magallanes al 200 y lo llevaron unos 70 metros, hasta el Pasaje 1511. Allí lo encontró la policía y lo trasladó hasta el Hospital de Emergencias donde murió alrededor de las 3.30. El caso quedó en manos de la fiscal Georgina Pairola, quien comisionó a efectivos de la Policía de Investigaciones (PDI) para que trabajaran sobre el territorio y posteriormente giró el expediente a su par Miguel Moreno por el sistema de distribución causas. (La Capital)