Pospusieron para hoy el clásico tras el ataque de hinchas de River al micro de jugadores de Boca
La gran final tendrá que esperar un día más.
Después de posponerse dos veces, la final de la Copa Libertadores River-Boca finalmente no se jugará este sábado.
El presidente de la Confederación Sudamericana de Fútbol (Conmebol), Alejandro Domínguez, confirmó que el esperado choque tendrá lugar el domingo, a las 17:00 hora local.
«Hay un acuerdo de ambos clubes, pacto de caballeros», dijo Domínguez a la prensa.
La decisión se produce luego de que el bus en que viajaban los integrantes de Boca fuera atacado en las afueras del estadio Monumental de Argentina por seguidores del equipo oponente.
Atención médica
En un principio, la comisión médica de Conmebol había dicho en un comunicado que las lesiones eran «superficiales» y que no había motivos para cancelar el encuentro.
Sin embargo, medios argentinos señalaron que varios de los xeneizes habían sido afectados con cortes en la piel, astillas de cristal en los ojos y vómitos provocados por los gases que la policía usó para dispersar a los atacantes.
El mediocampista Pablo Pérez y el volante Gonzalo Lomardo reciben atención médica por las lesiones que sufrieron cuando los atacantes apedrearon los cristales del vehículo en que el equipo era transportado al estadio.
Otros dos jugadores, Carlos Tevez y Agustín Almendra, tampoco estaban en condiciones de jugar.
Frustración y vergüenza
En los momentos en que se decidía si habría partido o no, el corresponsal de BBC Mundo en Argentina, Daniel Pardo, comentó desde el estadio que una suspensión del partido dejaría a los fanáticos frustrados.
«Si no se juega, la gente acá en la cancha saldrá insatisfecha. Llevan semanas pensando en esto y se ha generado una energía tan alta que será difícil drenar».
Rodolfo D´Onofrio, presidente de River, se disculpó con los asistentes al partido y dijo a la prensa sentirse «cansado» y «frustrado».
«Estas cosas no deberían ocurrir», comentó. Y agregó que el vehículo en que viajaban los jugadores de Boca no estuvo correctamente protegido.
El secretario de seguridad de Buenos Aires, Marcelo D´Alessandro, dijo a la prensa local que en efectivo hubo «fallas» en el ingreso del bus al estadio.
«Hay detenidos y se está investigando por qué se falló en ese anillo de seguridad», declaró.
Hace tres años, un empate en la Copa Libertadores entre River y Boca en el terreno de La Bombonera se suspendió en el tiempo de descanso cuando los fanáticos de Boca atacaron a los jugadores de River con gas pimienta.
Gran expectación
El partido de este sábado generó gran expectación pues ambos equipos, conocido por ser archirrivales, llegan a este encuentro luego de un empate 2-2 hace dos semanas.
La Copa Libertadores es el máximo torneo continental sudamericano y la final desata tensiones y emociones como ningún otro evento deportivo en la región.
A menudo es torneo este comparado en términos de relevancia con la Liga de Campeones en Europa. (BBC)