CGT: «Si queremos paz social, tenemos que tener diálogo»
El líder del sindicato de colectiveros y miembro de la «mesa chica» de la CGT Roberto Fernández admitió que el bono de $ 5.000 es un paliativo menor para los trabajadores, aunque abogó por sostener el diálogo tripartito y confirmó la suspensión de la huelga general. «Si queremos paz social y que el Gobierno termine su mandato tenemos que tener diálogo», alertó.
«Veo bien que el Gobierno y los empresarios se hayan sentado en la mesa a empezar a conversar de la situación que vivimos todos los trabajadores y la economía tan difícil del país. Esto es un punto fundamental. El bono es una ayuda, se verá la letra y el papel. Pero el otro tema también a que se comprometieron los empresarios de acá en adelante es a frenar los despidos y se buscar una alternativa entre todos juntos a esta difícil situación», consideró Fernándes en diálogo con AM 530.
«El bono no soluciona mucho, acompaña la situación de unos días. La inflación está cada vez más difícil y las cosas cada vez valen más caras, hay menos trabajo», dijo el dirigente gremial, y luego admitió que no la suma de $ 5.000 no alcanza para recomponer el poder adquisitivo. «Es cierto, pero yo pregunto: ¿cómo podemos encaminar esta situación en un país que está quebrado prácticamente y muy mal económicamente si no es conversando y de a poco buscando algunas cositas para llevar adelante esta situación?».
En este marco, Fernández reclamó soluciones de fondo. «Si no hay nuevas fuentes de trabajo, va a ser muy complicado. Necesitamos que el capital esté al servicio de la economía, hay que darle al empresario, y el Gobierno debe buscar la manera de bajarle los impuestos, acomodar la situación para que haya inversión productiva», indicó en la entrevista radial.
El colectivero confirmó asimismo que la CGT frenó la quinta huelga general contra la gestión de Cambiemos prevista para fines de noviembre. «Mientras que haya un diálogo, el paro se puede no dar. Se puede anunciar, pero no realizar. Si hay diálogo no es conveniente hacer una medida porque haya alternativas de mejoras. Esperamos que vengan enseguida, la situación se hace cada vez más difícil», opinó.
Fernández integra el grupo reducido de jerarcas cegetistas que más afinidad y lazos poseen con el Poder Ejecutivo. En esa «mesa chica» también se sientan Héctor Daer, Andrés Rodríguez, Armando Cavalieri, Omar Maturano, José Luis Lingeri, Abel Frutos y Jorge Sola, entre otros.
«Abrir la mesa de diálogo ayuda a que podamos llegar a un entendimiento. Los empresarios también piden y nosotros pedimos lo que corresponde. El Gobierno deberá tomar decisiones, no está fácil. Entiendo a todos los trabajadores», afirmó el jefe de la UTA por los sindicalistas y dirigentes que cuestionaron el monto acordado para el plus de fin de año. «Hay mucha recesión, mucha inflación y el país no exporta, y si no exporta el país se funde. Ahora hay que pagar la deuda por el préstamo (FMI), y si no se crean puesto de trabajo, esto se va al fondo», subrayó.
Fernández reconoció además las dudas que surgieron por la posibilidad de que muchas empresas no paguen el bono y se incumpla lo pactado, tal como ocurrió con el acuerdo de «no despidos» y el bono de $ 2.000 del año pasado, que muy pocos trabajadores recibieron.
«Esto es cuestión de creer, de credibilidad, lo digo con todo respeto. Los que estamos al frente de las organizaciones tenemos que buscar la manera de conversar. Si queremos mantener la paz social y a este Gobierno hasta que termine su mandato tenemos que buscar la manera de tener diálogo. Es doloroso porque nos dicen ‘no quiero palabras, quiero soluciones’, pero las soluciones tienen que venir de las tres patas de esta mesa. Tienen que estar todos los políticos, de todos los partidos, así entre todos buscamos un camino para empezar a buscar la solución que queremos todos os argentino, sino esto no camina», planteó.
Ante esta situación, los Moyano y los gremios más combativos lanzaron un paro general de 36 horas. Sin embargo, la «mesa chica» dialoguista mantiene las medidas de fuerza en el frezer. «El Gobierno dijo muchas cosas y no las pudo cumplir, pero ante esa actitud ¿qué hacemos? Tendríamos haber hecho 40 paros. No debe ser así, tenemos que buscar la manera de llegar a un entendimiento. Cuando uno está en el Gobierno y dice cosas las tiene que cumplir. Ahora nos tenemos que seguir sentando, remando y buscar un camino para que todos los argentinos estén contentos», sostuvo, y aseguró que con una medida de fuerza «a lo mejor se le hace perder más al trabajador de lo que está perdiendo».
«Eso no significa que no hay que hacerla (la medida). Esto es un tema de sentarse y buscar cosas y que el Gobierno piense alternativas. Si piensen solo en pagarle al Fondo Monetario está difícil, primero hay que ponerle la plata al trabajador», concluyó. (Ámbito)