Preocupación en el macrismo ante la posibilidad de que Cristina no sea candidata
La estrategia de Cambiemos para dinamitar un acuerdo de unidad de la oposición.
La versión monopoliza por estas horas las conversaciones de la política y generó extrema preocupación en el Gobierno: Cristina Kirchner analiza seriamente no presentar el año próximo su candidatura presidencial en pos de alcanzar un acuerdo con distintos sectores del peronismo.
La preocupación de la Casa Rosada es comprensible, ante los pésimos indicadores económicos y sociales con los que Macri terminará su mandato, en medio o apenas aliando de una muy severa recesión que destruirá varios puntos del PBI, la estrategia electoral y política que instrumenta Marcos Peña se ha reducido a una idea: Enfrentar a Cristina en un ballotage y presentar la reelección de Macri como la única vía -aún a disgusto- para evitar que la Argentina regrese a un pasado con riesgo de deriva hacia un experimento de izquierda autoritaria, al estilo chavista.
Por eso, ante los fuertes rumores de que Cristina está abierta a la idea de no competir, en Cambiemos reaccionaron con una estrategia de manual: La denuncia de un «pacto de impunidad» de la senadora con el peronismo de centro. La teoría es que ella no iría de candidata para que el peronismo unido venza a Macri, pero la negociación implicaría que le garanticen no avanzar judicialmente contra ella ni contra sus hijos Máximo y Florencia.
La jugada de Cambiemos no es novedosa. El argumento es el mismo que repetía en Brasil la oposición a Lula da Silva, cuando hablaban de un supuesto pacto del líder del PT con sectores de izquierda para apoyar a un único candidato a cambio de su libertad. En la Argentina tuvo un antecedente exitoso que fue la denuncia del pacto militar-sindical que Raúl Alfonsín detonó contra el peronismo en la campaña del 83.
La Casa Rosada empezó a trabajar la idea de un «Pacto de Impunidad» entre Cristina y el peronismo de centro que integran Sergio Massa, Miguel Pichetto y los gobernadores, para detonar el acercamiento y mantener viva la candidatura de la ex presidenta.
La convicción de Marcos Peña es que necesitan a Cristina para garantizar la reelección de Macri. Por eso, buscan incomodar a Sergio Massa, Miguel Pichetto y al peronismo de los gobernadores al denunciar ese supuesto pacto de impunidad y dejarlos expuestos en caso de que acuerden llegar a una interna que incluya al kirchnerismo.
La preocupación en Cambiemos por un posible arreglo de unidad en la oposición no es descabellado. En rigor, como supo LPO, hay un sector que ya empieza a decirle a Cristina que debería arreglar. Se apoyan en la última encuesta de Aurelio, que preocupó en la Rosada porque puso en pie de igualdad a Macri y Cristina.
«La situación hoy es la de una moneda en el aire que puede caer para Cristina o Macri. algunos plantean que Cristina puede ayudar a la suerte, puede hacer que esa moneda caiga de su lado», explican desde el kirchnerismo. La metáfora implica un acercamiento a Massa, que desde el Frente Renovador hasta ahora niegan que haya comenzado.
En ese sentido, comparan la situación de Macri y Cristina con la final de Boca y River en la Libertadores. «El que gana se lleva todo y el que pierde se queda sin nada», dicen y vaticinan que si Macri gana, en 2020 redoblará la apuesta contra Cristina y sus hijos: «No va a parar hasta verlos presos a todos».
El clima en el kirchnerismo hoy es más hacia un acuerdo que a generar confrontación. Procuran no agredir a Massa ni a otros referentes como Daniel Scioli que se acercan al peronismo de centro. En los sectores más cercanos a Cristina, existe igual la duda lógica de si al dar aval a un candidato no kirchnerista para competir respetará luego un acuerdo de no avanzar contra ella.
Como supo LPO, en La Cámpora molestó mucho que el líder de la CTEP, Juan Grabois, lanzara la candidatura de Cristina durante su acto en Mar del Plata. «Lo dijo como una expresión de deseo», se atajan.
Es que en la organización de Máximo Kirchner evitan dar alguna señal de que la ex Presidenta vaya a competir e incluso en Unidad Ciudadana por ahora dan el visto bueno a otros candidatos -como Agustín Rossi y Felipe Solá- para empezar a hacer campaña en caso de que Cristina no juegue.
Incluso la titular de Madres de Plaza de Mayo, Hebe de Bonafini, sorprendió ayer diciendo que tal vez lo mejor sería «que Cristina no vaya» de candidata y de su aval a otro. Aunque en esa lista vetó tanto a Rossi como a Solá, mientras que trató a Grabois de «pituquito». (La Política Online)