Con el debut del «negro» Palma como técnico, Central va por la recuperación frente a Ferro
Los ingredientes que se presentan en la previa del partido de esta tarde entre Rosario Central y Ferro son eso, meros ingredientes. Esta referencia, claro está, tiene como punto saliente la presencia de Omar Arnaldo Palma en el banco con el buzo de entrenador. Pero precisamente cuando muchas de las miradas girarán en torno al Negro, lo que ocurra dentro del rectángulo de juego será más importante. Lo realmente importante. Es ahí donde el canalla debe comenzar a aclarar el panorama. Sus pretensiones, claras y conocidas por todos, estarán atadas a un sinfín de contingencias, pero no hay más tiempo para factores externos. Porque para comenzar a arrimar al objetivo el camino es uno solo.
Tanto repercutió la derrota en Comodoro Rivadavia que en un abrir y cerrar de ojos sucedieron un montón de cosas. La renuncia de Héctor Rivoira, la rápida negativa de parte de la dirigencia de ir por Palma y otros técnicos sin una marcada experiencia en el rubro, la búsqueda de Diego Cagna, la negativa de parte del ex DT de Tigre y Colo Colo, la aparición en escena de otros nombres como el de Luis Zubeldía y, finalmente, la contratación de uno de los mayores íconos de la historia canalla. Así fue la semana de un club que vive con el tormento de aún no poder hacer pie en la B Nacional y que se codea con la reducción del margen de error minuto a minuto.
Una especie de olla a presión que liberó muchas tensiones con el arribo de Palma, pero que no modificó un ápice la realidad. De igual forma el nuevo escenario trajo, como suele suceder con cada cambio de entrenador, la renovación de las esperanzas.
Pero las presiones están más allá de cualquier nombre propio. Con este técnico o con cualquier otro, mientras las matemáticas no digan lo contrario, la apuesta seguirá siendo la misma. El equipo dirigido por Palma deberá lidiar con eso, además de la resistencia que proponga Ferro Carril Oeste.
En lo estrictamente futbolístico, Palma llegó con algunos cambios bajo el brazo. Muchos ensayos durante la semana le sirvieron al flamante entrenador para poner en cancha, según su análisis, lo mejor que tiene. Y hacia allá va, convencido y con su rótulo de ídolo, con la tropa detrás suyo.
El folclore que surja en las tribunas, el reconocimiento que seguramente se le realizará al entrenador canalla y todo lo que rodee al espectáculo serán algunos condimentos más de una tarde especial y en la que el equipo se jugará muchas cosas. Porque con el Negro con el buzo de entrenador, al equipo auriazul no le queda otra que empezar a aclarar el panorama de cara al futuro.
(la capital)