Nuevo supermartes de Lebac y Leliq
El monto original de vencimientos era de $255.807 millones. Según el ente monetario, se ha reducido a $231.000 millones. Gobierno confía en controlar el redireccionamiento de los pesos que quedan libres.
Por Jorge G. Herrera/Ámbito
Comienza hoy lo que algunos consideran será una dura semana para el Banco Central. Enfrentará una nueva tanda de desafíos que despiertan serios interrogantes entre los inversores. ¿Subirá más la tasa de interés? ¿Ajustará los encajes? ¿Cuánto absorberá? Estas son algunas de las principales incógnitas que dominan al mercado frente a lo que sería la antepenúltima licitación de Lebac del año. Es que hoy el ente monetario continuará con su estrategia de reducción del stock de Letras (Lebac), que asciende a casi $341.000 millones, de los cuales 12%, según el BCRA, está en poder de entidades bancarias y el resto en manos de entidades no bancarias como ser fondos comunes de inversión, empresas, individuos y no residentes.
El vencimiento original era de $255.807 millones, pero ahora el BCRA estima que se ha reducido a $231.000 millones. Si bien estos montos son inferiores a los anteriores, el contexto actual, aún de marcada desconfianza, obliga a la cautela al BCRA en su compromiso de no dejar pesos excedentes en circulación. Para eso se repite el menú, que ya contempla una suba de encajes desde el 1 de octubre, de ofrecer un monto de Lebac a los inversores no bancarios de entre $100.000 y $150.000 millones, o sea, inferior al vencimiento de sus tenencias. Al respecto cabe recordar que los bancos solo pueden participar en estas licitaciones primarias de Lebac por cuenta y orden de terceros no bancarios. Dado que para las entidades bancarias el BCRA ofrecerá Letras de Liquidez (Leliq). Pero en simultáneo el Ministerio de Hacienda ofrecerá Letras del Tesoro (Letes) como otra opción de inversión en pesos para todos los participantes.
El mercado viene de cierta estabilidad cambiaria. Es más, con un precio del dólar en baja (el viernes cerró en $36,75 bien lejos del techo de la «zona de no intervención» de $44). Esto en parte es resultado del «descanutaje». Es decir, la venta de divisas por parte de los que vinieron comprando para atesorar en los últimos meses. Este diario ya había advertido semanas atrás que el nuevo programa monetario apostaba a que tanto la gente como las empresas se vieran obligadas a desarmar su «canuto» de dólares para afrontar mayores gastos domésticos y del giro comercial y productivo, frente al torniquete monetario. Al respecto este diario confirmó que ya en la primera semana del mes, por lo menos tres bancos habían registrado compras netas de dólares en sus sucursales. Algo que no se veía en mucho tiempo.
Sin embargo, pese a estas señales, el BCRA enfrenta el desafío de evitar que las Lebac que no se renueven no vayan a presionar al mercado cambiario. Por eso comenzaron las apuestas de hasta adónde debería llevar la tasa el BCRA. En el mercado arriesgaron niveles del 80% aproximadamente. Por lo pronto la nueva estrategia desató una sana competencia en el mercado financiero entre los bancos ávidos por captar fondos y colocarlos en Leliq. Antes los bancos seducían a sus clientes vía los fondos comunes a invertir en Lebac. Esto les implicaba menos costos y comisiones. Pero ahora, con las Lebac en vías de extinción, deben recurrir a subir los rendimientos de los plazos fijos, que ya llegan a más del 50% anual, para así colocarlos en Leliq al 73%. Sin duda un negocio rentable y de bajo riesgo. Claro que todo esto termina repercutiendo en el mapa de tasas del mercado, así las familias y las pymes enfrentan tasas de más del 100% anual. En ese sentido, la tasa de un pase activo (cuando un banco le pide dinero al BCRA) operó en el 93% anual mientras la de pases pasivos (cuando un banco coloca dinero en el BCRA) en 52%.
Debido a que todavía la confianza no se ha reconstruido del todo. Es que en el mercado temen algún sobresalto en la plaza cambiaria, si el BCRA no llega a contraer todo el exceso de pesos que deje la licitación de Lebac. Se sabe que subir más la tasa complicará a empresas y familias, pero al parecer el juego oficial pasa por ahí, frenar el dólar cueste lo que cueste en términos de actividad y recuperar la confianza. Un dato a tener presente, en setiembre hubo una importante caída de depósitos privados en dólares de más de u$s870 millones (de ahí la caída de encajes y reservas). Y otro tema, no menor, son las Leliq. El stock llega a casi $460.000 millones, que vence cada semana, con un costo del 70% anual promedio. Se estima que cerrarán 2018 en $800.000 millones. Pero será un dolor de cabeza para 2019. Para terminar de entender el cuadro de situación hoy el sistema financiero tiene un nivel de encaje promedio del 44%, cuando se venía de un 17% y la media histórica es del 20%. Sin crédito es difícil recuperar el nivel de actividad. Pero hoy el partido se dirime en dormir al dólar y desacelerar la inflación. (Jorge G. Herrera/Ámbito)