La Lepra perdió con Colón y sigue en el fondo de la tabla
El conjunto de De Felippe cayó ante el Sabalero por 1 a 0, en el cierre de la octava fecha de Superliga. El único gol lo marcó Chancalay a los 35’ del primer tiempo. Al Sabalero le expulsaron Escobar. La Lepra tuvo un mal primer tiempo, mejoró en el complemento pero no le alcanzó
Newell’s volvió a caer. Y su andar ya es más que preocupante. Porque su cosecha es exigua en la tabla de posiciones, su promedio desmejora y la racha sin éxitos fuera del Coloso ya es vergonzante: el último triunfo fue en noviembre de 2017 ante River. Pasaron 12 juegos: 10 caídas y 2 empates.
Esta noche, en el epílogo de la fecha 8 de la Superliga de primera división, el elenco rojinegro cayó por 1 a 0 ante Colón de Santa Fe. El único gol de la noche lo anotó Tomás Chancalay a los 35 minutos del primer tiempo. Fue expulsado Gonzalo Escobar en el local.
El conjunto de Omar De Felippe se quedó estancado en el fondo de la tabla con 5 puntos (está 22º de 26 equipos) y hoy le lleva 10 unidades al que sería el primer descendido: tiene 83 acumulados, mientras que Belgrano (en zona de descenso) tiene 73. Los santafesinos subieron a 9 puntos.
Newell’s tuvo un flojísimo primer tiempo, en el que prácticamente no pateó al arco, y Colón se fue al descanso ganándole bien por 1 a 0. Antes del tanto de Chancalay, el local había insinuado más, atacado con más gente y contado con las mejores ocasiones.
Sin Formica, sentado en el banco, la Lepra no pudo enhebrar una sola jugada de peligro. Figueroa no pudo enlazarse con Amoroso y Fertoli. Y Cabrera quedó sólo arriba. Recién sobre el final inquietó con algunos centros, pero nada elaborado. Y el Sabalero golpeó, como se veía venir: centro pasado de derecha a izquierda, Callegari se pasó de largo, Piris no estaba y Chancalay definió con todo el tiempo del mundo.
Ya en el complemento, la aparición de Formica le dio más fluidez al juego ñubelista. De hecho, el Gato sacudió la modorra del equipo con un disparo externo que atajó muy bien Burián. Su ingreso contagió a sus compañeros: por caso, Cabrera también intentó de afuera, pero su remate se fue por arriba.
Ya Colón no presionaba como en el primer acto. Con Oviedo y con Joaquín Torres en cancha, Newell’s se arrimó con cierta peligrosidad. Y con la expulsión de Escobar, a 7 del final, se lanzó a la carrera del empate. Metió a Colón contra Burián, pero no halló la lucidez para empardarlo. Y el cierre llegó en su mejor momento, ya sin tiempo para llegar al 1-1.
El futuro preocupa: el equipo es endeble, le convierten con facilidad y fuera del Coloso suele tener mucho menos peligrosidad que de local. La distancia con la zona de descenso no es tan confiable. Y dentro de poco se le viene un desafío mayúsculo que la hinchada le exigirá ganar: el clásico con Central. (Rosario 3)