Consultoras proyectan un techo de 48% de inflación para 2018
La inflación en 2018 emula a una bola de nieve que crece a medida que avanza el tiempo. Pulverizada la meta de 15,7% que proyectaba el Presupuesto 2018, hoy la suba de precios acumula un 24,7% en los primeros ocho meses del año. En ese marco, consultoras privadas indagadas por ámbito.com calculan que el IPC de septiembre será de hasta 7,7% y que la inflación de todo 2018 tendrá un techo de 48%.
La medición de Orlando Ferreres arrojó en septiembre un alza de precios en el orden del 7%, impulsado por la fuerte devaluación de la moneda de finales del mes de agosto.
Por otra parte, la consultora indicó que la inflación núcleo avanzó a un ritmo mensual del 8,6%, una suba del 35,6% en la comparación interanual. De acuerdo al relevamiento, la fuerte aceleración de los precios representó la segunda mayor variación desde el año 2002, teniendo en cuenta un aumento del 7,6% en abril de 2016.
Por lo pronto, los rubros que marcaron una mayor incidencia fueron los Alimentos y Bebidas con una variación de 6%, y Transporte y Comunicaciones con 6,1%, explicando el 2,2 p.p. y 0,91 p.p., respectivamente. Sin embargo, hubo rubros que mostraron variaciones superiores al 10%, fueron la Indumentaria (+13,2%) y Equipamiento de los Hogares (+11,5%).
El director de la consultora Eco Go, Federico Furiase, sostuvo que el cálculo de inflación para septiembre fue de 5,5% y para todo el año alcanzó el 45%. «Aumentos en naftas y el efecto de la suba del dólar impulsaron la suba de precios. Alimentos registró un incremento de 6,5% y la núcleo de 5,6%», remarcó.
Asimismo, Lorenzo Sigaut Gravina, economista jefe de Ecolatina, estimó que la inflación para el noveno mes del año será de 6% y la acumulada para todo el año del 45%. En tanto, para Agustín Etchebarne, economista de la Fundación Libertad y Progreso (LyP), la suba de precios de septiembre se ubicará en torno al 7%, con un total para este año de 46%.
Desde C&T Asesores, calcularon la proyección más baja para septiembre y para todo el 2018: 4% y 43% respectivamente. Mientras que desde el Centro de Estudios Scalabrini Ortiz (CESO) las cifras fueron mucho más elevadas: 7,7% y 45%.
Según el Relevamiento de Expectativa de Mercados (REM) que el Banco Central realiza mensualmente entre consultoras, estimaron una inflación de 5,9% para septiembre y del 44% en 2018. Los analistas esperan que tanto la inflación general como la núcleo se reduzcan en el primer trimestre de 2019.
Por otra parte, en el reporte mensual proyectan un tipo de cambio nominal de $ 43 por dólar promedio mensual para diciembre y de $ 50,4 por dólar para diciembre de 2019.
En ese orden, las únicas consultoras indagadas por ámbito.com que indicaron el tipo de cambio para fin de año fueron ABECEB, Ecolatina y Eco Go, con las siguientes proyecciones: $ 41,60; $ 44,50 y $ 42, respectivamente.
Cabe recordar que la corrida cambiaria que se vivió desde fines de abril se convirtió en un hecho bisagra para el gobierno de Mauricio Macri. La disparada del dólar con el consecuente efecto devaluatorio y la determinación del mercado de bajarle el pulgar al gradualismo socavaron la confianza y patearon el tablero de las expectativas sobre las principales variables económicas.
La economía doméstica además de verse afectada por la corrida cambiaria sufrió golpes tanto climáticos (una fuerte sequía) como externos (guerra comercial entre Estados Unidos y sus principales socios comerciales y suba de tasas por parte de la Reserva Federal de Estados Unidos) por lo que el Gobierno selló en junio un acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI) para recibir un financiamiento por u$s 50.000 millones, que fue ampliado en septiembre en u$s 7.100 millones, para asegurar el pago de la deuda y evitar así un posible default.
En ese marco, a partir de octubre el Banco Central comenzó a implementar un nuevo esquema de política monetaria que permitirá «bajar la inflación y recuperar un ancla nominal para la economía». Se trata de una estrategia acordada entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional como parte del acuerdo stand by que incluye no subir la base monetaria hasta junio de 2019 y el establecimiento de bandas de flotación del dólar en el mercado cambiario. (Ámbito)