Los Juegos Olímpicos de la Juventud posicionan a Larreta como presidenciable
Armó un evento popular y suma elogios de la oposición, mientras cuestionan el liderazgo de Macri.
Mientras Mauricio Macri transita el peor momento de su gobierno y hasta aliados claves como Lilita Carrió cuestionan su liderazgo, Horacio Rodríguez Larreta aprovechó los Juegos Olímpicos de la Juventud para demostrar una gestión muy eficaz, que además convirtió el certamen en un evento popular y masivo.
En Cambiemos creen que los JJOO de la Juventud 2018 que inauguraron con una fiesta en el Obelisco espectacular, exhibieron una gestión pública moderna y de vanguardia, pero también abarcativa de distintos sectores sociales. Acaso el modelo de lo que querían ser y no pudieron lograr -al menos hasta ahora- con la presidencia de Macri.
Además de los juegos en sí, el jefe de gobierno porteño armó eventos masivos en distintos puntos de la ciudad. Puerto Madero y Lugano se convirtieron en polos en los que al lado de las competencias de elite, se crearon espacios para el recreo familiar, en un contrapunto inteligente que llevó actividades gratuitas a las zonas más ricas y más pobres de la Ciudad.
El lanzamiento del sábado a la noche recordó a los actos del Bicentenario que comandó Javier Grosman, encargado además de organizar el velorio masivo de Néstor Kirchner. Puestas de contundente impacto visual, gracias al talento escenográfico de Diqui James, que ya en los ochenta se apoderó del Obelisco para un vanguardista show de la Organización Negra, que en el kirchnerismo volvió a los espectáculos masivos y gratuitos con el nombre de Fuerza Bruta y ahora con Larreta regresaron a descolgarse del monumento ícono de Buenos Aires.
Lo notable es que en un momento en el que el liderazgo de Macri aparece cuestionado, Larreta se convierte en un dirigente que genera elogios hasta opositores como Daniel Scioli o Sergio Massa, que no dudó en felicitarlo en las redes sociales.
Los elogios de Massa y de buena parte al peronismo hacia Larreta no se repiten con Macri y tampoco con Vidal, que pese a su mejor relación con algunos sectores no tiene el «shock» de gestión que ven en Larreta.
En rigor, Vidal responde a la conducción del jefe de gobierno porteño e impulsaron juntos el último intento de que Macri sume a su gobierno a sectores del peronismo racional -se habló de Peirano y Lavagna- durante el fin de semana de negociaciones frenéticas en Olivos donde Macri decidió ratificar a Peña y rechazó una apertura de su gobierno hacia el peronismo de centro.
Lo que destacan de Larreta es que aprovechó la competición para armar además un evento popular por afuera de estadios y lugares cerrados, con actividades en las calles. Por ejemplo, con la creación del parque olímpico urbano en las plazas y diques de Puerto Madero, incluyó actividades para niños -como talleres de robótico o stencil- y exhibiciones de deportes no olímpicos como el Skate y las acrobacias de bicis. Generando así una fiesta que desbordó la agenda de los Juegos Olímpicos.
Además en la Ciudad se jactan de que el próximo año, cuando la obra pública descenderá casi a cero, esperan inaugurar el Paseo del Bajo, la transformación más importante del territorio porteño de los últimos 30 años, que integrará Puerto Madero a la Ciudad y espera resolver el problema del tránsito pesado que dejará de circular por las avenidas. (La Política Online)