Por el ajuste, el municipio pone en duda la llegada de la tarjeta Sube
Para el secretario de Gobierno, «no tiene lógica que Nación recorte los subsidios y luego mande más fondos» para franquicias sociales
El municipio y el gobierno nacional volvieron a cruzarse por el inminente desembarco de la tarjeta Sube en el transporte urbano de la ciudad. Ahora, el secretario de Gobierno local, Gustavo Leone, puso en duda que la gestión de Cambiemos implemente antes de que termine el año el sistema de franquicias federales para la movilidad de Rosario por el recorte de gastos que anunció la Casa Rosada.
«No tiene ninguna lógica que estén anunciando la quita de todos los subsidios al transporte del interior por un lado y al mismo tiempo se implemente la tarjeta Sube, que será igual o más gravoso para las arcas nacionales», advirtió el funcionario.
De inmediato, avisó que la Intendencia «no aceptará» una aplicación «parcial o gradual» de ese plástico. «O se implementa como se firmó o sostenemos la Movi», planteó.
La anunciada poda de transferencias nacionales al interior para el transporte urbano, esbozada días atrás por el ministro de Economía, Nicolás Dujovne, y aún pendiente de precisiones, ya generó fuertes reacciones políticas.
Desde el Ejecutivo local cuestionaron esa medida y alertaron sobre su fortísimo impacto social, ya que implicaría sumarle entre 8 y 11 pesos a cada boleto.
El tema se tratará el martes en la cumbre de la Casa Rosada convocada por el presidente Mauricio Macri con todos los gobernadores. El de Santa Fe, Miguel Lifschitz, ya avisó que no concurrirá por estar de viaje en Estados Unidos y que asistirá en su lugar el vicegobernador, Carlos Fascendini, lo que fue criticado por el macrismo (ver aparte).
A esa controversia, que promete tener varios capítulos más, el titular de la cartera política local le sumó el temor de la Intendencia a que no se implemente la tarjeta Sube en los términos acordados hace meses atrás.
«Quiero ser muy claro en esto, porque no es un tema menor», advirtió Leone.
«Con la Sube tenemos firmado un convenio de implementación que está previsto para fin de este año, un plazo de transición de cuatro a seis meses, y si esto funciona bien, permanecerá en el transporte y reemplazará a la tarjeta Movi», agregó.
Leone avisó que la Municipalidad no va a «asumir una aventura con la Sube, porque lo que tenemos funciona bien. Si no está en garantía la implementación de esa tarjeta, en especial los atributos de franquicias que ya se aplican en otros lugares del país no vamos a avanzar con un esquema que condicione la viabilidad del sistema».
La tarjeta Sube incluye fuertes aportes nacionales que benefician a miles de usuarios en las ciudades donde se aplica ya que cubre el 55 por ciento del costo del boleto.
«Nos genera alguna duda, alguna incertidumbre, que en este escenario de fuerte ajuste de subsidios sostengan todos los beneficios de la Sube. Si no es así, sostendremos la Movi», apuntó Leone.
Para el secretario de Gobierno, «no tiene ninguna lógica que estén anunciando la quita de todos los subsidios al transporte del interior y al mismo tiempo se implemente la tarjeta Sube, que será igual o más gravoso para las arcas nacionales. Hay una contradicción propia de la imprevisión de su política económica», disparó.
Luego recordó que en Rosario está vigente desde hace años «una tarjeta, la Movi, que cancela los viajes del transporte con un sistema de franquicias incorporado que los vecinos de Rosario usan hace mucho tiempo y que también tiene un sistema que permite los trasbordos entre colectivos con determinadas condiciones».
Respecto a la provincia, aclaró que la gobernación «viene haciendo aportes a través de determinados tributos que se incorporan al fondo compensador».
Al respecto anunció: «Nos vamos a sentar con la provincia para ver qué pasará con esas transferencias, porque en el marco del pacto fiscal algunos impuestos desaparecen y habrá que ver cómo se compensa. Si la magnitud de los ajustes es del tenor de lo que se ha mencionado, será para la ciudad un recorte de 110 millones por mes, el equivalente a 11 pesos por viaje. Es absolutamente inviable», destacó. (Guillermo Zysman / La Capital)