La extinción de dominio obtuvo media sanción y ahora pasa a Diputados
El proyecto votado por el PJ y el kirchnerismo y rechazado por Cambiemos, busca acelerar la recuperación, a favor del Estado, de los bienes y fondos obtenidos mediante la comisión de delitos.
Después de dos años los senadores nacionales le dieron el visto bueno al proyecto de extinción de dominio que así, regresa a la Cámara de Diputados para ser revisado. La iniciativa reunió el respaldó del PJ y el kirchnerismo, no así de los legisladores de Cambiemos. Se modifica de manera sustancial el texto aprobado por la Cámara de Diputados en 2016 a fin de acelerar la recuperación, a favor del Estado, de los bienes y fondos obtenidos mediante la comisión de delitos.
Según publicó el diario La Nación, la iniciativa fue aprobada por 40 votos a favor y 26 en contra tras casi cuatro horas de debate en la misma sesión en la que se dio luz verde al juez federal Claudio Bonadio para allanar los domicilios particulares de Cristina Kirchner.
«Si hay algo que Cambiemos no está dispuesto a negociar es la agilización del proceso y la retroactividad de la ley», dijo Pamela Verasay (UCR-Mendoza), quien lamentó la falta de acuerdo entre las principales bancadas. «La sociedad está reclamando decencia», se quejó la senadora.
Ahora, el proyecto volverá a la Cámara baja, en donde el oficialismo promete insistir con la versión aprobada hace más de dos años, la cual fue duramente criticada por juristas y magistrados durante las exposiciones ante las comisiones del Senado.
El texto aprobado esta madrugada establece que la acción de extinción de dominio recién podrá iniciarse una vez que el juez decida la elevación a juicio oral de la causa penal. Es un cambio radical en relación a la versión aprobada por Diputados, que habilitaba el proceso con la simple imputación ante la Justicia.
Ante las críticas del oficialismo, el peronismo incluyó mecanismos destinados a agilizar el instituto del decomiso y estableció un sistema de «extinción de dominio anticipado» para los casos de flagrancia en el delito. (Rosario 3)