Una escuela de la zona oeste lleva un mes y medio sin gas
Es la 1.263, Joaquín Víctor Gonzalez, cuya comunidad realizó ayer un abrazo simbólico a modo de protesta. Lo mismo sufre un jardín de infantes lindero
«Cada día que venía con el nene, también traía y me volvía a llevar una estufa eléctrica para que al menos estuvieran un poco más calentitos», contó ayer Camila, mamá de un alumno de la salita celeste del jardín de infantes 334, que comparte el predio de Derqui 7581 con la Escuela 1.263.
A los dos establecimientos Litoral Gas les cortó el suministro el 25 de junio pasado, en uno de los inviernos más fríos de los últimos años. Desde entonces, sin nada con qué calefaccionarse, el ausentismo se disparó al 50 por ciento en el nivel inicial y el 40 por ciento entre chicos y docentes de la primaria. Por eso ayer la comunidad educativa realizó un «abrazo simbólico» al edificio, mientras técnicos enviados por la Federación de Cooperadoras Escolares (FAE) reemplazaban una garrafa conectada «provisoriamente» a un anafe dentro de la propia cocina hace casi dos meses.
Esas instituciones educativas de barrio Supercemento (Fonavi de Mendoza y Derqui), donde por las noches también funciona un centro de alfabetización, no son las únicas con problemas en sus instalaciones de gas y electricidad.
La secretaria de Asuntos Sociales de la Asociación del Magisterio de Santa Fe (Amsafé) Rosario, Paula Nardini, estimó que entre 12 y 15 escuelas sólo de la Regional VI atraviesan similares inconvenientes.
Los números redondos, adelantó, llegarán en un par de días gracias a un relevamiento que vienen encarando en el marco del Comité Mixto de Salud y Seguridad. El representante gremial en esa mesa de trabajo, Daniel Couselo, dijo que la evaluación de esas condiciones se está haciendo «no sólo en Rosario, sino en toda la provincia», y mostró preocupación por los posibles resultados.
«Desde la firma del parto fiscal y el ajuste, parece haberse reducido sensiblemente la reparación de las escuelas o al menos el mantenimiento de las instalaciones», afirmó Couselo, convencido de que «lo que falta es prevención para no llegar a extremos como este, donde no hay gas para las estufas y la cocina en invierno ni electricidad para los ventiladores en verano».
Siniestro
La tragedia en la escuela de Moreno (donde murieron una vicedirectora y un asistente escolar por una conexión irregular de gas) no sólo puso en evidencia que en el Gran Buenos Aires había más de 200 escuelas con fallas en esa red, sino que encendió un alerta en otras jurisdicciones, entre ellas Santa Fe.
La semana pasada, por ejemplo, Amsafé emitió un documento donde afirmó que a partir de ese accidente se volvió «visible una cantidad de situaciones de riesgo» por las «condiciones edilicias y laborales» en las escuelas (ver aparte).
La directora de la primaria 1.263, Silvia Lucas, contó que la conexión de la garrafa al anafe había sido hecha «en forma provisoria» hace ya 50 días. «Pero era algo muy riesgoso», afirmó, por lo que, tras el anuncio del abrazo simbólico organizado por la escuela, ayer se estaba trasladando el gas envasado afuera de la cocina.
Así y todo, por la falta de gas todas las aulas quedaron sin calefacción. «Y por el frío terrible que hace este invierno tenemos un ausentismo entre alumnos y docentes en torno al 40 por ciento», detalló Lucas, guarismo que llegó incluso a superarse.
Los 450 alumnos reciben copa de leche y almuerzo en el comedor. Las raciones llegan calientes porque las provee la Cocina Centralizada, pero el desayuno se suele tomar frío.
En el jardín de infantes la falta de calefacción llevó a «muchos padres directamente a no mandar a los chicos», por lo que el ausentismo en ese nivel llegó al 50 por ciento. Para peor, la semana pasada hubo un severo desperfecto eléctrico que hasta obligó a acortar el horario de clase.
Ahora, gracias a un aporte de la cooperadora, al menos para los más chiquitos se compraron estufas eléctricas. Si esa red resiste, las salitas estarán más templadas.
La secretaria general adjunta de la Asociación Trabajadores del Estado (ATE), Lorena Almirón, coincidió con Nardini en que «sólo en estos últimos días» unas 15 escuelas de la Regional VI «están teniendo cortes de gas y problemas eléctricos», lo que afecta la tarea en los comedores .
Y así fue como chicos, padres (en realidad, una abrumadora mayoría de madres), docentes, asistentes escolares y dirigentes gremiales se dieron cita ayer para «abrazar» la escuela. Y portando una enorme bandera celeste y blanca, chicos y grandes cantaron «olé, olé, olé, necesitamos el gas otra vez». (La Capital)