Llega una misión del FMI a «revisar» los números de la economía argentina
Los datos de la economía no son alentadores y no se ajustan al stand by de junio, pero igual se descuenta que habrá una aprobación
La Argentina será sometida esta semana a la fiscalización del Fondo Monetario Internacional (FMI), un hecho que no ocurría desde hace 14 años. Las dos últimas misiones en Buenos Aires fueron en 2004, que llegaron con el objetivo de revisar el cumplimiento de las metas del acuerdo firmado por el entonces presidente Néstor Kirchner en septiembre de 2003, por algo más de u$s21.000 millones.
A partir de mañana, el grupo de trabajo que lidera el jefe del «caso argentino», Roberto Cardarelli, empezará con la tarea de revisar los números de la economía argentina para ver si se ajustan a lo acordado con el organismo en junio pasado. En realidad, lo que verán ahora los funcionarios del organismo, es muy probable que no tenga que ver con lo pactado oportunamente.
Se suponía que el paquete de u$s55.000 millones que armaron en conjunto con el Banco Mundial y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) iba a ser suficiente como para reestablecer la confianza de los inversores en que el país podría honrar su deuda. Pero a los problemas de la economía que originaron el rescate del Fondo -y que continuaron- se les sumó la revelación de una mujer despechada que comenzó a desentrañar una de las tramas de corrupción más impresionantes de la historia del país, haciendo su aporte a la incertidumbre proveniente del exterior contra los países emergentes. El escándalo sobre sobornos en la obra pública, a partir de los cuadernos escritos por Oscar Centeno, abrió un signo de pregunta sobre la posibilidad de que el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, pueda llegar al último cuatrimestre de este año con una economía en recuperación. El acuerdo con el Fondo indica que el 2018 debería terminar con un crecimiento de al menos 0,4%, Dujovne incluso dijo que esa era la meta menos optimista, porque su equipo se manejaba con metas de PBI del 1,4%
El acuerdo también indica que la inflación a fin de año debiera ser del 27% y que el déficit se debería ubicar en 2,7% del PBI. Pero el avance del juez Claudio Bonadio en la investigación y el desfile de empresarios por los tribunales torna más improbable que la economía salga en el corto plazo de la recesión y puedan alcanzarse las metas. Muchas empresas dedicadas a la construcción, que participan del Programa de Participación Público Privado (PPP), ya ven como se les complica reunir financiamiento para encarar las obras.
Pero la situación política de la Argentina en 2018, es muy diferente de la de 2004. Aquel último programa que Argentina tuvo con el FMI se cumplió, aunque el organismo exigía más para renovar el préstamo, porque Roberto Lavagna por entonces preparaba el canje de deuda del 2005. En cambio, ahora pareciera ser que Dujovne tendrá el visto bueno del organismo, aunque no se cumplan las metas a piejuntillas.
Todo indica que habrá una especie de fallo político en favor del Gobierno de Mauricio Macri, con el compromiso de ajustar más los números para la siguiente revisión que será a fines de año. Con ello, la Argentina podrá obtener un nuevo desembolso de u$s3.000 millones, como parte del programa stand by vigente. (Ámbito.com)