Por temor a que muera antes del juicio, autorizan a declarar a testigo clave del crimen de Jonatan Funes
Se trata de Brisa Amaral, quien iba en el auto con la víctima cuando fue emboscada al salir de visitar a sus hermanos en la cárcel de Piñero
Con la presencia de los dos imputados en la investigación del homicidio de Jonathan Daniel «Bam Bam» Funes, ejecutado a balazos en el cruce de la rutas A-012 y 14 tras visitar a sus hermanos en la cárcel de Piñero el 5 de febrero, ayer se realizó una audiencia en la cual se autorizó la declaración de una joven amiga de la víctima (detenida luego en una causa por asociación ilícita), testigo presencial del crimen y cuyo testimonio es clave para sostener la acusación con vistas a un futuro juicio.
Con fuerte custodia policial, Enrique Adrián «Cable» Solís, de 33 años, y Damián Oscar C., de 22, dos de los tres principales sospechosos del homicidio de Bam Bam fueron trasladados ayer al Centro de Justicia Penal (CJP) para cumplir con un trámite que en su momento fue postergado por razones de comunicación a las defensas. En esa instancia el fiscal Ademar Bianchini (en reemplazo de su par Florentino Malaponte) pidió a la jueza María Trinidad Chiabrera lo que en términos procesales se denomina adelanto jurisdiccional de prueba, porque considera valiosa la testimonial de la joven y pretende documentarla con vistas a un futuro juicio antes de que se pierda o diluya por distintas razones.
El fiscal señaló que este crimen ocurrió en un «marco de violencia que atravesó la ciudad con mucha intensidad, de disputa territorial entre bandas por venta de drogas». Y recordó que en ese contexto previamente habían matado a Ulises Funes, de 23 años, un hermano de Jonathan asesinado el domingo 7 de enero frente a un pasillo de barrio La Lata donde estaba con su novia. Además refirió la balacera que por esos días sufrió Jorge Funes, padre de las víctimas, el 1º de enero en su casa de Alvear.
Viva para denunciar
Al fundamentar su pedido, Bianchini explicó que la testigo de la que solicita el adelantamiento de la declaración «era la acompañante del Audi A3 en el que circulaba Jonathan» la tarde cuando lo emboscaron al salir de visitar en la cárcel de Piñero a sus hermanos Alan y Lautaro «Lamparita» Funes.
La testigo es Brisa Amaral, que se quedó helada cuando los agresores a bordo de una Ford EcoSport blanca que, según la acusación, era conducida por Cable, con Damián C. como acompañante y Emanuel «Jija» Avejera en el asiento trasero (aún prófugo y sindicado como autor material de los disparos) emboscaron el Audi.
El fiscal indicó que esa joven identificó a los agresores, que incluso Jija le dijo cara a cara antes de escapar con sus cómplices: «Puta, te dejo viva para que denuncies». Y que el día posterior al hecho cuando se dirigía al velorio de Jonatan fue perseguida por un vehículo de modo intimidante y amenazante.
La joven ingresó al programa nacional de protección de testigos, pero esa situación se volvió abstracta al quedar detenida en la unidad Nº 5 en el marco de la causa por asociación ilícita conocida como Los Miserables cuyo liderazgo desde la cárcel de Piñero se le atribuye a René Ungaro, condenado por el crimen de Roberto «Pimpi» Caminos, ex líder de la barra brava de Newell’s y cuyos descendientes mantienen un claro enfrentamiento con la familia Funes.
Riesgos
«Esto hace que aumente notablemente el riesgo para la testigo. Recordemos que otro de los intervinientes en estas disputas entre bandas fue asesinado en la cárcel de Coronda», remarcó el fiscal, en alusión a Rubén Ariel «Tubi» Segovia, ligado al clan Caminos y asesinado a puñaladas en su calabozo el 24 de abril pasado. Segovia estaba preso como instigador del crimen de Lorena Ojeda en diciembre de 2016 en Vera Mujica y Rueda. La adolescente fue asesinada al ser confundida con su hermana, una testigo clave del homicidio de Jonatan Rosales, el 22 de junio de 2016, en el que ella resultó herida.
«El carácter de ser testigo presencial y quien señaló a los autores transforma su testimonio fundamental para esta investigación. Esa es la razón por la cual solicitamos el adelanto jurisdiccional de la prueba», sostuvo el fiscal.
La jueza entonces le corrió traslado a la defensa. En esa instancia quedó en evidencia una situación poco habitual en trámites de esa naturaleza, ya que de la audiencia participó el abogado penalista Claudio Tavella, en representación del prófugo Jija.
El profesional no se opuso a la petición fiscal, pero requirió leer el expediente. A su turno Laura Valencia tampoco objetó la declaración de Brisa. La única que rechazó esa posibilidad fue Romina Bedetti, abogada de Cable que solicitó que se procure el registro fílmico de cámaras de vigilancia de la zona donde mataron a Bam Bam, lo cual desligaría a su cliente del hecho.
Cuando el fiscal replicó, le recordó a Tavella que antes de solicitar el acceso al expediente primero tenía que procurar la presentación de su cliente, aún prófugo y principal sospechoso como autor material del crimen.
La jueza Chiabrera accedió al requerimiento fiscal y ordenó que se formalice el trámite de declaración testimonial de Brisa, con las garantías del caso entendiendo el violento contexto en el que se desarrollaron los enfrentamientos armados con una seguidilla de ajustes de cuenta con víctimas fatales.
Acusados
Cable está imputado por tres ataques contra los Funes. Por los asesinatos de los hermanos Ulises y Jonatan se le achacó el delito de homicidio calificado por la participación de dos o más personas agravado por el uso de arma de fuego. En el primero le atribuyeron la portación ilegítima de un arma de fuego y en el segundo un encubrimiento por trasladarse en un vehículo robado. El tercer episodio fue la balacera previa contra Jorge Funes, calificado comotentativa de homicidio calificado.
Finalmente el coimputado Damián C., detenido hace dos semanas pero bajo arresto domiciliario con tobillera electrónica y salidas laborales, también está imputado como coautor del crimen de Bam Bam. (La Capital)