Denuncia penal por la caída del ascensor en el hotel Savoy
La formuló uno de los ocupantes del elevador, quien sufrió una severa lesión. Apuntan a la firma y a la empresa encargada del mantenimiento
Uno de los ocupantes del ascensor que se desplomó el miércoles en el Hotel Savoy decidió iniciar acciones legales contra los propietarios de la firma hotelera y, también, contra la empresa encargada del mantenimiento de los elevadores que funcionan allí.
El miércoles, cerca de la medianoche, un ascensor que llevaba a bordo al menos a nueve pasajeros (algunos testigos dijeron que podían ser más, entre diez y doce personas) se desplomó en el hotel Savoy, desde el 4º piso hasta el subsuelo.
Por eso, Hernán Gabriel L., que se encontraba en el hotel de San Lorenzo 1022 por un seminario, realizó una denuncia penal en la que declaró que al momento de ingresar a uno de los ascensores «para subir a los pisos superiores junto con otras personas», el elevador se desplomó «en forma sorpresiva y violenta» hasta el subsuelo, provocándole «serias lesiones».
A su vez, el hombre lesionado dijo en su denuncia que en el Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca) le diagnosticaron «luxotraumatismo expuesto de tobillo». Tras ello, según lo que expuso, fue trasladado al Sanatorio Laprida.
Otros tres lesionados fueron trasladados al sanatorio Mapaci con distintos politraumatismos y un par de personas sufrieron golpes leves, mientras que otras cuatro se retiraron por sus propios medios del hotel, aparentemente sin heridas.
En la denuncia, también se piden las filmaciones de las distintas cámaras de seguridad del hotel céntrico, inspección ocular y fotografías del lugar del hecho, toda la documentación que refiere al mantenimiento del elevador (tanto la que se encuentre en el hotel como la que posea la empresa encargada de realizar dicha tarea) y la historia clínica de quien formuló la acción legal.
La pena prevista para este caso, según la calificación legal de la denuncia, prevé «prisión de un mes a tres años o multa de quince mil pesos e inhabilitación especial por uno a cuatro años» al que «por imprudencia o negligencia, por impericia en su arte o profesión, o por inobservancia de los reglamentos o deberes a su cargo, causare a otro un daño en el cuerpo o en la salud».
«Existe por parte del hotel y de la empresa encargada del mantenimiento del ascensor un deber de cuidado, el cual ha sido incumplido, ya que el ascensor se precipitó violentamente», se añadió en la denuncia.
En las primeras horas del jueves, el accidente se atribuyó a una «sobrecarga» del aparato, cuyo límite de transporte era de seis personas.
«De la inspección surge que se superó la capacidad de pasajeros, pero eso lo confirmarán las cámaras de videovigilancia del hotel», advirtió el director de Alumbrado Público, Jorge Nocino, repartición que resolvió clausurar el elevador del hotel.
Según Nocino, en el ascensor viajaban «seguro diez, pero algunos dijeron que podían ser doce» personas. El funcionario estimó que la sobrecarga fue la causa del desplome.
A su vez, el responsable del área de inspección municipal, Ezequiel Rodríguez, aseguró a La Ocho que «al parecer, subieron más personas de lo permitido». Acorde a esa consideración, sentenció que, pese a todo, se trató de un «accidente con mucha suerte, ya que dentro de la desgracia que implicó para las personas lesionadas, no pasó a mayores».
En este episodio, resultó clave la activación de un dispositivo conocido como «equipo de paracaídas» que hace que el elevador se «clave» si llega a desplazarse a mayor velocidad que la nominal (de entre 45 y 60 metros por minuto), en vez de continuar «deslizándose»en caída libre.
Los aparatos más modernos, recordó Rodríguez, cuentan con otro tipo de dispositivos de seguridad electrónicos que impiden que el ascensor arranque si lleva exceso de peso.
Pero esos equipos, aunque los calificaron como «muy recomendables», no son obligatorios según una ordenanza de 1995. (La Capital)