Sampaoli dejó de ser el técnico de la selección
La AFA y el técnico acordaron de palabra un monto de indemnización. Sampaoli percibirá cerca de dos millones de dólares por la rescisión de su contrato. La firma del acuerdo se rubricará hoy, cuando quede sellado el final de un ciclo controversial
El 30 de junio, Argentina fue eliminada del Mundial a manos de Francia. En la conferencia de prensa posterior a la derrota en los octavos de final, consumado el decepcionante el Mundial, que contó con varios capítulos de improvisación y diferencias entre el cuerpo técnico y los futbolistas, Jorge Sampaoli declaró, sin espacio para la duda «no evalúo irme».
Sin embargo la dirigencia de la AFA ya le había puesto punto final a su ciclo. Quedaban por delante 14 días de arduas negociaciones, de idas y vueltas, de acuerdos que lucían cercanos y de vuelta a empezar, con el torneo de L’Alcudia y la Selección Sub 20 como prenda de desgaste.
Está previsto que Sampaoli firme la rescisión de su contrato que lo unía al órgano rector del fútbol argentino hasta el Mundial de Qatar 2022. El trámite se desarrollará en una escribanía y, recién a partir de ahí se hará oficial. Para certificarlo ante los medios no se realizará una conferencia de prensa conjunta, como sucedió, por ejemplo, con Edgardo Bauza: hablará Claudio Tapia, presidente de la AFA, en solitario.»Sampaoli es un hombre complejo y generó muchas idas y vueltas; hasta que el arreglo no esté rubricado no se va a confirmar», explicaron desde la AFA.
La Asociación del Fútbol Argentino celebra como una victoria el resultado de la negociación, que se aceleró desde el arribo al país de Fernando Baredes, abogado y representante de Sampaoli. Partiendo de tener que abonar la cláusula de rescisión, la AFA terminó acordando el pago de casi 1.600.000 dólares en siete cuotas, pagando la primera esta misma semana. La historia sindical de Claudio Tapia, aseguran en la calle Viamonte, fue determinante para la reducción del monto a erogar y, de esta manera, ponerle un punto final a la novela.
Fue el jueves por la noche cuando el director técnico nacido en Casilda, de 58 años, advirtió que el tironeo que protagonizaba para mantenerse en el cargo que había asumido hace poco más de un año no tenía futuro.
En el medio, las reuniones, con vaivenes y distintos tonos. La primera oferta por parte de la AFA había sido sensiblemente baja, materializando así una estrategia. El ofrecimiento ascendía a 800.000 dólares a modo de indemnización, aproximadamente un 10% de la cláusula de salida. Por supuesto, fue rechazada por el entrenador. Pero, de esta manera, la dirigencia se aseguró un piso «conveniente» para la negociación. Y lo levantó a casi 1.600.000 el sábado por la noche, cuando llegó el llamado telefónico decisivo.
El lunes 9 de julio se dio el primer cara a cara entre Sampaoli y los directivos, con Claudio Tapia y Daniel Angelici como representantes. Allí, la AFA le hizo saber al entrenador que entendían que su ciclo estaba cerrado. El DT hizo su descargo respecto a lo sucedido en el Mundial, informó su deseo de continuar y detalló el proyecto «60+6» para ponerse al hombro una renovación profunda del plantel de la Selección. Además, ante la renuncia de su ayudante Sebastián Beccacece, aceptó dirigir a la Selección Sub 20 en el torneo de L’Alcúdia.
Pero a medida que transcurrió la semana, la tensión fue en aumento. Por la negativa por parte de los clubes de ceder a algunos de sus juveniles, hecho que generó que Sampaoli cambiara de opinión y planteara «preparar» al equipo para el viaje a España y enviar a la excursión a sus colaboradores Lionel Scaloni y Matías Manna. La AFA se mantuvo con firmeza en su posición: como empleador, el deseo era que al Sub 20 lo dirigiera Sampaoli. La reunión del miércoles a mediodía finalizó a los gritos.
En ese momento, Claudio Borghi le terminó dando letra, sin quererlo, a la historia. Porque en una entrevista televisiva, el ex técnico de la selección de Chile y enemigo del Zurdo, fue lapidario con él: «Le dicen chancho arriba del árbol porque nadie sabe cómo llegó tan alto». Y la frase se transformó en el guión de los comentarios por parte de los directivos frente a los vaivenes del inasible entrenador.
«Es el técnico de la Selección, tiene contrato y tiene que ir a dirigir L’Alcudia. Tiene que ir a dirigir él», declaró el presidente de AFA, días después de que Jorge Sampaoli rectificara su deseo de dirigir a los juveniles en el certamen valenciano. Su situación era de fragilidad y sus argumentos eran estériles. El proceso planificado para erosionar la resistencia del entrenador resutó efectivo. El técnico comprendió que era inútil estirar la agonía.
El futuro de la Selección recaerá en otros nombres propios. La carpeta de opciones se divide entre los utópicos y los terrenales, entre los imposibles y los que podrían aceptar. La primera lista la lidera Mauricio Pochettino, del gusto del presidente de AFA, y también la integran Diego Simeone y Marcelo Gallardo. Ricardo Gareca y Matías Almeyda figuran entre los potables. Se definirá en las próximas semanas. Lo urgente y lo inmediato está hecho: el final de la novela del adiós a Sampaoli. (Infobae)