Subcomisario manejaba auto con pedido de captura
El subcomisario, a cargo de la 10ª fue sorprendido por gendarmes en un control en zona sur
Un patrullaje rutinario de efectivos de Gendarmería Nacional por los monoblocks del Fonavi del Parque del Mercado, en la zona sudeste de la ciudad, dejó en evidencia a un oficial de la policía rosarina que presta servicio en la comisaría 10ª. El oficial, subcomisario a cargo de la seccional de los barrios Alberdi y La Florida, conducía un vehículo secuestrado en el año 2012 en el marco de una causa judicial aún en trámite pero sin tener la autorización correspondiente para hacerlo.
El auto, un Renault Sandero color gris, quedó estacionado a metros del domicilio del policía. Al pasar por el lugar la patrulla de gendarmes observó el vehículo, consultó la patente y como respuesta obtuvieron que tenía un pedido de captura activo. Entonces empezaron a consultar con los vecinos para saber de quién era el vehículo. En eso estaban cuando llegó al lugar el subcomisario Leonardo Barrera, quien se identificó y esgrimió que usaba el auto porque el suyo estaba roto.
Tras ser anoticiada del hecho, la fiscal de la Unidad de Violencia Institucional, Karina Bartocci, le abrió una causa al suboficial y lo imputará la semana próxima en libertad por el delito de sustracción de prueba. En tanto, el ministro de Seguridad Maximiliano Pullaro tomo la decisión de relevarlo de su puesto y pasarlo a disponibilidad.
Leonardo Barrera es oficial de la policía de Rosario, tiene 51 años y jerarquía de subcomisario. El uniformado ha estado a cargo de distintas dependencias al menos en los últimos cuatro años. Tras un paso por la subcomisaría 26ª de Villa Gobernador Gálvez y la seccional 20ª de Empalme Graneros, fue reubicado en la comisaría 10ª, ubicada en Darragueira 1158, en la zona norte.
Fuentes del Ministerio de Seguridad aseguraron ayer que luego del incidente Barrera no volvió a la comisaría y que el ministro Pullaro tomó la determinación de pasarlo a disponibilidad, una instancia que al cierre de esta edición transitaba la faz administrativa.
Control permanente
A partir de una serie de allanamientos realizados el 26 de junio pasado en los monoblocks ubicados al este de calle Hipócrates, los Fonavi del Parque del Mercado y el barrio Municipal (también reconocido como «Pimpilandia» porque allí vivió el asesinado jefe de la barra brava de Newell’s Roberto «Pimpi» Caminos) quedaron en un estado de intervención multiagencial con despliegue permanente de fuerzas provinciales y federales. Y en ese contexto, en el marco del desembarco en los barrios, los patrullajes de Gendarmería por las calles del sur son habituales.
Según la versión oficial, el jueves a las 13.30 una dotación de gendarmes que patrullaban el Fonavi del Parque del Mercado observaron un auto estacionado sobre una explanada sobre Sánchez de Thompson entre Risso y Alice. El vehículo, un Renault Sandero color gris, estaba ubicado frente a la torre 4 y a la mirada de los gendarmes parecía abandonado. Los federales consultaron a los vecinos en el lugar si conocían de quién era el vehículo y ante la negativa solicitaron a la base información sobre la patente. La respuesta fue que tenía pedido de captura por un delito prendario desde el 17 de abril de 2012. Cuando los efectivos se aprestaban a pedir la grúa para levantar el Sandero apareció el subcomisario Barrera.
Sin permiso
El suboficial de la santafesina se presentó ante los gendarmes y les indicó que trabajaba en la 10ª. Dijo saber que el auto tenía pedido de captura y que lo estaba utilizando porque su vehículo estaba descompuesto. Cuando le pidieron la autorización judicial para usar un auto secuestrado, el subcomisario dijo que no la tenía. Entonces el subalferez a cargo del procedimiento se comunicó con la fiscal Valeria Haurigot, de turno en la Unidad de Flagrancia, quien dispuso que se labraran actuaciones que posteriormente recayeron en manos de Bartocci, y resolvió que el subcomisario fuera encausado en libertad. También le dio intervención a la División de Asuntos Internos.
«Lo que hizo este oficial es una practica habitual en las seccionales y que poco a poco va desapareciendo. Muchas veces los medios no alcanzan y hay que responderles a los vecinos del barrio como sea. Aunque no es justificativo no deja de ser una falta grave y una desprolijidad importante», explicó una fuente policial. Voceros de la Fiscalía indicaron que Bartocci le abrió una causa al subcomisario y que la semana próxima, en libertad, le imputará el delito de sustracción de prueba. (La Capital)