Crecen las ferias populares en la ciudad
Señalan una baja en las ventas y la incorporación de personas que ofrecen sus propias pertenencias para sobrevivir. El espacio de Maradona y Rouillón se extendió 22 cuadras en los últimos dos años, al ritmo de la consolidación de unos 20 espacios de compra-venta por fuera del circuito municipal
Más y más ferias populares, más y más grandes. El escenario es Rosario, a mediados de 2018. Aunque lejos de la crisis económica de 2001, el trueque –que por entonces tomó fuerza como modo de intercambio de bienes ante la escasez de dinero en efectivo–es un fantasma que sobrevuela estos espacios populares que fueron creciendo hasta alcanzar unos 20 lugares, en los últimos dos años. Al aumento de ferias, se le suma otro dato: personas de otro “palo” recurren cada vez más a esta instancia informal para poder hacerse de algo de dinero a través de la venta de sus propios bienes.
La feria de Rouillón y Maradona sumó 22 cuadras en los últimos dos años. Dio fe de este excesivo crecimiento de puestos callejeros una de las feriantes. Mari vende ropa en ese mercado y aseguró que cada vez hay más vendedores que ponen a la venta sus propias pertenencias, a modo de supervivencia. El fenómeno indica que a las ferias populares se suman personas que no son del paño, es decir, varones y mujeres que recurren a esta instancia para hacerse de unos pesos. “El trueque va a volver en cualquier momento”, advirtió, aunque aclaró que la mayoría de los feriantes y clientes usan efectivo.
Su presunción está basada, de acuerdo a lo que explicó a Rosario3.com, en la actual situación económica. “La gente está necesitando dinero, muchos se quedaron sin trabajo y vienen a la feria para vender lo que tienen en la casa. Entonces ves personas que no son feriantes ofreciendo un televisor, una silla o una mesa de su propiedad”, sostuvo sobre los cambios que transcurren en la feria del Tanque que se conforma sábados y domingos de 8 a 14.30.
“Caminás y no podés creer la cantidad de gente que hay”, manifestó la mujer quien confió que se desarrollan escenas angustiantes: “El domingo pasado había una nena de 18 años que estaba vendiendo leche, que está prohibido. Pero bueno, nos dijo que era lo único que tenía para hacerse de unos pesos y darle de comer a sus dos hijos”, precisó y agregó: “La situación está mala para los más humildes pero no sólo para ellos. Acá viene gente a comprar de clase media que también pelea y busca precio”, remarcó.
De acuerdo a lo que estableció el concejal del Frente Para la Victoria Eduardo Toniolli, quien promueve el ordenamiento y regulación de las ferias populares, hay más personas que compran y venden en forma paralela a la comercialización formal, y en muchos casos, optan por el trueque para sus intercambios. Confirmó que, actualmente, existe una veintena de ferias por fuera de las desarrolladas por la Municipalidad de Rosario, ya sea las de Economía Solidaria como las impulsadas desde la Secretaría de Cultura local. “Son ferias populares, algunas nacieron en 2001 como lugares donde exclusivamente se trocaba, como por ejemplo, la feria de la plaza Homero Manzi”, indicó el edil. “No son oficiales ni formales pero funcionan con regularidad con delegados. Algunos feriantes participan de varias –agregó–. Por ejemplo, están en la feria del Eucaliptus al lado de la comisaría 19ª y venden también en la feria de Rouillón y Maradona”, sostuvo.
De acuerdo a lo que pudo advertir “hay un aumento exponencial de la gente que va a feriar. La feria de Rouillón y Maradona ya es una ciudad donde se vende de todo, desde alimentos, artículos de bazar, textiles hasta artesanías”, dijo en relación al espacio donde vende Mari.
El ex diputado también apuntó “un aumento de la demanda, de personas que ya no compran en circuitos formales y se vuelcan a la feria”. En ese sentido, analizó que tanto el incremento de la oferta como de la demanda “va de la mano de la crisis” y añadió: “Las ferias crecen con el calor de una situación económica negativa”.
En relación a las personas que venden en las ferias, puntualizó: “Hay feriantes de profesión que también se dedican a la venta ambulante por fuera de la feria. Pero con la crisis, se ven comerciantes que han tenido locales formales y los cierran y van a la feria. También mujeres que solían dedicarse a cartonear y como ya no tienen los caballos van a buscar alguna alternativa ahí”, dijo y subrayó: “Muchas de estas ferias son de supervivencia”.
Ferias en el Concejo
Toniolli presentó hace un par de años un proyecto para regularizar la actividad de estos mercados que aún no ha prosperado. La iniciativa plantea que la Municipalidad de Rosario garantice un espacio para su funcionamiento, su regulación y ordenamiento. De acuerdo a lo que explicó, actualmente, existe una presencia estatal de control y prevención en estos espacios de comercio pero lo que busca el edil es que se normalicen.
La iniciativa busca formar una comisión de feriantes en cada uno de estos espacios. Este grupo será el encargado de suscribir un convenio con la Municipalidad en el que se establecerán las condiciones para el funcionamiento de la feria, ya sea en lo referente a su horario, estética, limpieza, sanitarios, el ordenamiento de vehículos, la provisión de agua potable, recolección de residuos, la electrificación, entre otros aspectos.
El municipio promoverá la incorporación de los feriantes al monotributo social u otra categoría superior y acompañará la gestión de trámites para la obtención de la personería jurídica y la constitución como asociación civil de las comisiones de feriantes que así lo requieran. Los feriantes, en tanto, deberán contar con los permisos correspondientes otorgados por el Instituto del Alimento que certifiquen la correcta manipulación de alimentos en el caso de comercializar este tipo de producto. (Rosario 3)