El 1º de julio de 1974, fallecía Juan Domingo Perón, tres veces presidente de los argentinos
Se conmemora un nuevo aniversario de la partida de uno de los más grandes estrategas de la política latinoamericana del siglo XX.
Hace exactamente 44 años, moría el primer mandatario, Juan Domingo Perón, el líder más importante de la historia argentina moderna. Amado por el pueblo, el tres veces presidente dejó de existir a las 13.15 en su habitación de la Quinta de Olivos, afectado por una aguda dolencia cardíaca.
De esta manera, comenzó a gestarse el mito del fundador del Partido Justicialista, profundamente arraigado en los corazones de los sectores más humildes de la sociedad argentina.
Con 78 años, y apenas ocho meses después de comenzar su tercer período presidencial tras su proscripción luego del infame y sangriento derrocamiento que sufrió en 1955, Perón murió cuando intentaba esbozar un plan económico y social similar al que había implementado en su experiencia anterior, con base en el desarrollo industrial, igualdad de oportunidades para los ciudadanos y fuerte presencia de las instituciones del Estado con el claro objetivo del bienestar general.
Luego de pasada una hora de su deceso, la viuda María Estela “Isabelita” Martínez (que había compartido la fórmula que arrasó en las elecciones de septiembre de 1973, luego de la renuncia del presidente Héctor José Cámpora) anunciaba por cadena oficial de radiodifusión el deceso del líder producto de “un brusco agravamiento” de su estado de salud y que lo tenía postrado en la Quinta de Olivos.
La historia clínica del General Perón determinó que al momento de su muerte sufría un cáncer de próstata que se le había declarado a mitad de los años 60 y por el cual incluso había sido operado.
Sin embargo, el jefe de Estado murió por una pericarditis que también complicaba seriamente su corazón. Aquellos apasionados por reconstruir hechos históricos descubrieron, asimismo, que en el año 1972, en la previa a su apoteótico y complicado primer retorno al país, sus médicos personales le diagnosticaron una angina de pecho que perjudicó muchísimo la salud del general.
Ante la fragilidad del cuadro médico de Perón, los doctores Pedro Cossio y Jorge Taiana, padre del ex canciller durante la presidencia de Cristina Kirchner, estuvieron siguiendo de cerca los avatares del mandatario. Incluso, habían ordenado instalar una guardia médica permanente en la Quinta presidencial.
Pese a todos los esfuerzos, al mediodía del 1º de julio, la salud del presidente Juan Domingo Perón hizo eclosión y la crisis cardíaca derivó en su deceso.
Líder del mayor movimiento político, la figura de Perón continúa siendo preponderante en las páginas de la historia argentina. Una muestra de esa devoción popular fue la movilización multitudinaria durante su sepelio. Basta mencionar que más de un millón de personas se quedaron sin poder darle su último adiós y debieron quedarse en la explanada del Congreso de la Nación, donde se velaron sus restos.
Luego de los problemas por la profanación de su cadáver, sus restos reposan desde el 17 de octubre de 2006 en la quinta de San Vicente, en el mismo ámbito donde él y su gran compañera, María Eva Duarte de Perón, acostumbraban descansar.
Perón había nacido en 1895, se formó en el Colegio Militar de la Nación y ejerció diversas funciones en el Ministerio de Guerra. En 1943, fue designado a cargo de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social. Desde esa función, se hizo popular entre la clase trabajadora argentina, quien lo consagró su líder y, en 1946, lo eligió por primera vez presidente de la Argentina, para reelegirlo en 1952.