Central apuesta con todo al partido contra el puntero Rafaela
Rosario, 17.05 es la hora pactada. En media ciudad se cortará la respiración. Sólo se escucharán palpitaciones. Un resplandor de extrema tensión se instalará en Avellaneda y Génova porque un gigante con paso cambiado recibe al más bravo del rodeo. El ardiente deseo del ascenso será el único denominador común entre dos contendientes con necesidades diferentes. Para Central será una extraordinaria oportunidad de seguir recomponiendo su perfil combativo y de acortar distancia con su máximo anhelo. En tanto, para Atlético Rafaela, uno de los punteros de la B Nacional, representará la chance de tomar un gran impulso de cara al tramo final del torneo y de mantener una considerable brecha con el rival más incómodo de la cuadra.
El éxtasis emocional de los canallas rondará esta vez el punto crema. Las urgencias por recuperar el terreno perdido y por transformar en posible una lucha que hasta ahora no supieron sostener, le agregan un atractivo específico a un encuentro clave. Así, la frenética carrera por escalar a otra categoría propone una final anticipada, tal como la catalogaron los jugadores auriazules.
El equipo del Chulo Rivoira conoce sus deudas, pero también su potencial. Quiere entrar desde atrás en la recta decisiva del campeonato, pero con la fusta debajo del brazo y corriendo por adentro. Sabe que si alcanza un triunfo, se posicionaría nuevamente en la condición de serio aspirante y si somete a uno de los cotizados líderes de la competencia empezaría a hacer ruido por primera vez.
Obligado por sanciones disciplinarias (acumulación de amarillas) y por las lesiones, Central apostará por una dupla de ataque que no contará con un referente de área definido. Las bajas de Lucho Figueroa, Toledo y el pibe Ramiro Costa dejaron al conjunto local con poco peso cerca del área rival, por eso la receta que pergeñó el entrenador pasó por fomentar una sociedad de bajitos con Santiago Biglieri y Antonio Medina. La fórmula que surgió del búnker canalla fue clara: ante la falta de altura, la intención es depositar las esperanzas de desequilibrio en la picardía y las gambetas de dos delanteros de poca envergadura física pero mucho atrevimiento con la pelota en los pies.
En defensa, la ausencia de Pirulo Rivarola costará disimularla. Sobre todo porque sus posibles reemplazantes (Rivoira probó con Braghieri y Sergio Rodríguez) no son marcadores de punta por formación. En ese aspecto, Rivoira se inclinó por la inclusión del uruguayo en la formación inicial porque necesitaba nivelar el déficit de altura en el promedio general del equipo.
Así llega Central. Con la obligación de hacerse el guapo frente a otro recio pendenciero. Deberá animarse a correr riesgos porque Rafaela tiene más elementos para aferrarse y especular. Será un desafió crucial que puede trazar un mojón determinante para la suerte canalla en el torneo. (l.c)