La CGT cortó el diálogo con Macri y parará el 25 de junio

La medida quedó resuelta luego de que la dirigencia sindical suspendiese un encuentro con funcionarios para intentar un acercamiento en puntos reclamados por la central: de esos planteos el Gobierno sólo iba a garantizar la devolución de $6.000 millones retenidos a las obras sociales.

Por Mariano Martín/Ámbito.com

La CGT dio por clausurado el diálogo con el Gobierno y llamó a un paro nacional sin movilización para el 25 de junio, que tendrá como banderas el rechazo al tarifazo y al Fondo Monetario Internacional (FMI), entre otros puntos. La medida de fuerza fue resuelta por la cúpula de la central luego de un encuentro que la propia dirigencia sindical suspendió con funcionarios para intentar un acercamiento de último momento, que ya el lunes a la noche registraba deserciones. Será la tercera huelga de alcance nacional de la CGT contra la administración de Mauricio Macri con la participación hasta ahora garantizada de los gremios del transporte público de pasajeros.

Los gremialistas se bajaron de una reunión con el Ejecutivo tras constatar que sólo habría concesiones parciales a las demandas que presentaron el jueves pasado en la audiencia anterior. En ese contexto, desde el Gobierno aclararon que las medidas negociadas en los últimos días, como un alivio en Ganancias sobre el aguinaldo o suavizar los proyectos de reforma laboral, quedarán en suspenso a la espera de una eventual reanudación del diálogo. Ya el lunes a la noche, como reveló ayer este diario, varios dirigentes se habían bajado del encuentro con funcionarios y a la mañana de ayer otros llegaron a manifestar dudas de acudir.

La cúpula de la central sindical evaluó que era inconveniente avanzar en un acuerdo con el oficialismo cuyo único punto cabalmente resuelto sería la restitución de $6.000 millones retenidos a las obras sociales sindicales desde un anuncio de Macri de 2016 en ese sentido.

Del resto de los planteos presentados la semana pasada las respuestas habían sido parciales o nulas: sobre la reapertura generalizada y sin techo de las paritarias Macri ya había respondido la semana pasada con un decreto que ponía un tope de 5% extra; el reclamo por un freno a los despidos por seis meses había sido denegado; la exención de Ganancias del aguinaldo se presentaba como dificultosa y en el mejor de los casos sólo parcial, y del compromiso para no afectar la Ley de Contrato de Trabajo en la reforma laboral estaba previsto eliminar apenas el capítulo de baja de las indemnizaciones.

La llamada al paro el 25 quedó resuelta por la tarde en una reunión del Consejo Directivo de la CGT. Fue un punto intermedio entre quienes reclamaban empalmar la medida con la huelga dispuesta para mañana por los Camioneros de Hugo Moyano y las dos versiones de la CTA, o en todo caso llevarla a cabo la semana que viene, y los que apostaban por licuar la protesta durante el Mundial de Fútbol a la espera de una recomposición de los vínculos con el Ejecutivo. En la discusión interna estos últimos fueron los menos, habida cuenta que en sucesivas instancias de diálogo el Gobierno había incumplido con sus compromisos asumidos con el sindicalismo tradicional.

Incluso los «gordos» de los grandes gremios de servicios y los «independientes» en general con buen vínculo con el oficialismo fueron determinantes para dinamitar la mesa de diálogo y fijar la fecha de la protesta sin más alternativas. En el encuentro suspendido en la cartera laboral, aunque la CGT tenía referencias de que bajaría de categoría la presencia de funcionarios, estaba previsto que participaran el titular de Trabajo, Jorge Triaca; el de Hacienda, Nicolás Dujovne; y el vicejefe de Gabinete, Mario Quintana.

En el Ejecutivo asumieron como una derrota que quedara licuada la negociación y se resolviera un paro en plena tratativa, y sobre todo haber despertado la inquina de los representantes del transporte Roberto Fernández (colectiveros, UTA) y Omar Maturano (maquinistas ferroviarios), habituales aliados, con el amague de revisar sus regímenes jubilatorios anticipados. Ambos dirigentes, siempre atentos a los llamados del Gobierno por su dependencia de los subsidios al transporte, fueron claves para endurecer la actual negociación.

«Luego del debate, la conclusión es que los datos económicos y de empleo, los datos que tienen que ver con todo lo que afecta a los sectores más vulnerables, se van afectando y cada vez son más alarmantes», dijo el triunviro Héctor Daer en la conferencia de prensa al término del Consejo Directivo. Su colega Juan Carlos Schmid, añadió: «El Gobierno tiene que corregir el trazado económico y ha respondido según su naturaleza, ya que la visión del equipo económico (sobre una norma que prohíba despidos) es que no pueden intervenir en las reglas del mercado. Nosotros estamos en las antípodas de eso». (Mariano Martín/Ámbito.com)