Alan Funes fue declarado autor del crimen de «Pupi» Solaro
La víctima fue ultimada el 1° de mayo de 2016 en un pasillo de Ayacucho al 4600. La jueza de Menores Nº 4 lo declaró responsable del asesinato y tuvo en cuenta el contexto de violencia en la zona sur, incluido el asesinato de su madre. Ahora debe definir si le aplica o no condena
Por Carina Ortiz/El Ciudadano
Un pibe entró encapuchado a un pasillo de Ayacucho al 4600, mató a Eugenio “Pupi” Solaro, hirió a un niño y a otro muchacho que esperaban para comprar en un quiosco. Ahora, Alan Funes fue declarado responsable del crimen por el Juzgado de Menores Nº 4. La decisión no tuvo en cuenta el hecho aislado sino el contexto de violencia que vivió en la zona sur en los últimos tiempos, entre ellos los homicidios de la madre, de dos de sus hermanos y la balacera que casi le costó la vida a su padre. Tampoco dejó de lado el temor de algunos testigos como base de la decisión. La defensa apelará. Ahora el caso pasa a una segunda etapa: si se confirma la decisión, Alan pasa a un tratamiento tutelar y terminado el plazo se evaluará la necesidad, o no, de aplicar una pena.
El 1° de mayo de 2016 la capucha de un buzo le tapaba la cara a un pibe que entró armando a un pasillo de Ayacucho al 4600. Se acercó hasta donde Eugenio “Pupi” Solaro, de 26 años, tomaba una bebida con amigos. La víctima estaba sentada en el piso y le gritó: “Esto es por culpa de tu hermano que mató a mi mamá”. Disparó indiscriminadamente. Mató a Pupi e hirió a un nene de 11 años de dos tiros en la espalda. Este delito quedó configurado en lesiones leves y la familia del niño prefirió no instar la acción penal, explicó una fuente vinculada con el caso. También un muchacho de 18 fue baleado en el estómago.
En un primer momento los investigadores detuvieron a un hermano de Alan, Ulises Funes, quien sería asesinado a principios de enero pasado en Garay al 1400. Por esta causa, Ulises fue liberado y Alan se presentó en el Juzgado de Menores Nº 3 unos meses después. Fue derivado al Instituto de Recuperación del Adolescente Rosario (Irar) y en octubre de 2017, luego de un acuerdo al que llegara la Fiscalía, a cargo de Cristina Herrera, y la defensa de Alan, la Cámara Penal dispuso un arresto domiciliario que duró poco.
A principios de 2018, se viralizó un video donde se ve a Alan festejando el fin de año con una ametralladora, lo que le valió una captura y el encierro.
Esta vez fue imputado, ya como mayor, por nueve delitos, entre ellos: el asesinato de Marcela Díaz y la pertenencia a la asociación ilícita que la Fiscalía le achaca a su hermano Lautaro “Lamparita” Funes como organizador. En esta oportunidad también fue imputada su pareja, Jorgelina “Chipi” Selerpe, por el crimen de Díaz. La víctima era hermana de Rubén “Tubi” Segovia, y la asesinaron el 14 de enero, a la semana de que asesinaran a Ulises, cuando iba de acompañante en una motocicleta. Tubi estaba asociado con el clan Caminos y ligado a la barra brava de Newell´s, aunque tuvo un trágico final cuando fue asesinado a traición por sus mismos compinches en el pabellón 8 de Coronda semanas atrás.
El contexto
Mariela Miranda era la madre de Alan y Ulises. La asesinaron desde una moto, en marzo de 2016, cuando estaba en la puerta de su casa –ubicada en las cercanías de Uriburu y Ayacucho– con algunos de sus hijos. Por el crimen están imputados integrantes de un clan enemistado con los Funes: Alexis Caminos y Juan Manuel “Juanchi” Almada, también vinculado con el crimen de Tubi Segovia.
A mediados de mayo pasado, la fiscal Marisol Fabbro quiso asegurar el testimonio de Alan previo al juicio. Es el único testigo ocular del asesinato de Miranda; otro testigo era su hermano Jonatan, quien terminó asesinado el 5 de febrero último cuando salió de la cárcel de Piñero. La declaración previa al juicio se conoce como anticipo jurisdiccional de prueba. El fundamento de la Fiscalía fue el riesgo y peligro que corre Alan, en medio de esta disputa territorial que ya dejó un tendal de muertos.
En esa oportunidad, Alan contó que vivía en barrio Municipal con su familia. Iba a la misma escuela que Alexis, tres años mayor que él, y explicó que la bronca arrancó cuando quisieron reclutarlos como soldaditos. A la negativa, le siguió un intento de usurpación de su casa y su madre lo denunció. Aseguro que Caminos y Almada fueron los autores del crimen de su mamá.
A Solaro lo mataron casi dos meses después del crimen de Miranda. Recientemente el Juzgado de Menores Nº 4a cargo de María Dolores Aguirre Guarrochena declaró la responsabilidad de Alan en el hecho. Si bien hubo un testigo que declaró en varias oportunidades y en una de ellas se desdijo, este punto fue tomado por la jueza como una confirmación del temor que tienen los declarantes del caso, explicó una fuente consultada.
Por su parte la defensa, a cargo de Juan Pablo Audisio y Federico Laurito, adelantó que apelará el fallo. Audisio explicó que la base del caso son testigos que declararon a la semana del hecho directamente en Fiscalía y uno de ellos se retractó. También resaltó contradicciones en los dichos. Si la Cámara Penal confirma la resolución recién ahí se iniciará un tratamiento tutelar. Finalizado éste, se evaluará la situación y la jueza determinará la necesidad o no de aplicar una pena. (Carina Ortiz/El Ciudadano)