Fiscales vinculan los ataques con el traslado de Cantero y Chamorro
El líder condenado de la banda de Las Flores y un estrecho allegado fueron llevados desde Piñero a cárceles federales fuera de territorio santafesino.
Por Hernán Lascano/La Capital
La hipótesis excluyente de los investigadores del atentado a dos viviendas que habitó el juez de Sentencia Ismael Manfrin relaciona el ataque con los traslados de dos de los líderes de la Banda de Los Monos a cárceles ubicadas fuera de la provincia. El magistrado fue justamente el presidente del tribunal que hace dos meses condenó a 19 miembros de esa organización. La semana pasada las defensas de Ariel «Guille» Cantero y Emanuel Chamorro le presentaron un hábeas corpus para evitar que ambos fueran transferidos a prisiones extramuros. Manfrin no tiene injerencia en eso por lo que trasladó el recurso a los Tribunales Federales que el lunes rechazaron el pedido. Casi en forma simultánea de suscripta esa decisión las dos casas fueron acribilladas a tiros.
Los atentados produjeron una conmoción institucional que se tradujo en manifestaciones públicas. Los funcionarios de la Justicia convocaron a un acto en el cual consideraron los hechos como un ataque al Poder Judicial en bloque. Desde Tailandia el gobernador Miguel Lifschitz afirmó que las balaceras fueron un mensaje a toda la Justicia y aludió a Los Monos. «Son reacciones al cerco que la Justicia provincial y federal le ha puesto a estos grupos delictivos», sostuvo.
En marcha
A seis horas de los ataques, los traslados de Cantero y Chamorro se pusieron en marcha. Ambos estaban presos en Piñero. Guille, con una condena de 22 años como jefe de asociación ilícita y autor del homicidio de Diego Demarre, fue llevado a la cárcel de Resistencia en un móvil de Gendarmería. Y Ema, que afronta 12 años como miembro de la asociación ilícita y partícipe secundario del mismo crimen, fue llevado al penal de Rawson por Policía Federal.
Esta fue una decisión del Servicio Penitenciario de Santa Fe refrendada por el Tribunal Federal Oral Nº 3 ya Guille y Chamorro afrontan una causa federal. Se prevé que este año serán juzgados en la causa Los Patrones, acusados de encabezar desde la cárcel de Piñero junto a sus parejas una organización narco. Junto con Chamorro fue transferido a Rawson Luis Peñalva, acusado en la misma causa como encargado de la logística para transportar cargamentos de marihuana de Corrientes a Rosario.
Frente a una comisaría
El primero de los ataques del martes fue cerca de las 21 en Italia al 2100, enfrente de la comisaría 5ª, en una casa donde el juez Manfrin vivió hasta hace dos meses. Los nuevos residentes, un matrimonio con sus dos hijas, escucharon una ráfaga de disparos. Cuatro balazos impactaron en la fachada: dos en la pared del frente y dos en ventanas de balcón. Otros dos tiros dieron en un pasillo vecino y del último el casquillo se halló en la esquina del hecho.
Según voceros de la Fiscalía Regional de Rosario los vecinos manifestaron haber visto una moto con dos sujetos y dieron descripción de las prendas que llevaban. Afirmaron que transitaban a baja velocidad, que sacaron un arma y dispararon.
El patrullero de la comisaría 5ª que se encontraba en el lugar salió en persecución de los agresores quienes huyeron por Cerrito en contramano. Al llegar a Dorrego el móvil perdió a los ocupantes de la moto que perseguían.
De la escena del hecho se levantaron seis vainas de calibre nueve milímetros y tres balas de plomo deformadas, se corroboraron dos orificios en ventana de balcón. Las vainas se encontraron en zona de vereda y calle.
El ataque fue de alta peligrosidad. Se pudo corroborar la presencia de resto de plomos incrustados en los muebles que estaban ubicados detrás de las ventanas donde reciben los impactos. El dueño de la casa, un empleado bancario, manifestó haber comprado la propiedad hace dos meses al juez Manfrin.
Distintos agresores
Poco después de este ataque, a las 21.40, hubo un hecho de similares características en Montevideo al 1000. Algunos testigos señalaron que dos personas que se movilizaban en moto realizaron disparos contra el frente de un edificio para luego escapar. En el lugar se levantaron cinco vainas de calibre nueve milímetros. En ese lugar vivió el juez Manfrin hace 14 años.
Los primeros indicios indican que no fueron las mismas personas que perpetraron el atentado en calle Italia al 2100 ni tampoco las mismas armas las utilizadas. Las videocámaras públicas situadas en la zona de ambos incidentes no arrojan, según fuentes de la investigación, imágenes reveladoras. Desde hoy las fiscales intervinientes pedirán los contenidos de cámaras particulares en esos lugares.
El caso fue tomado por las fiscales de Delitos Complejos y Económicos Natalia Benvenuto y Valeria Pedrana donde se unificará la investigación.
A partir de los atentados se reforzó la seguridad en las zonas donde ocurrieron los ataques. También se reanudó, en relación a los jueces, el protocolo de protección que se llevó adelante durante el juicio oral a la banda de Los Monos. (Hernán Lascano/La Capital)