Elecciones en Colombia: Duque y Petro irán a balotaje
Iván Duque, del partido Centro Democrático, y Gustavo Petro, del movimiento Colombia Humana, dominaron la primera vuelta de las elecciones presidenciales del 27 de mayo. Con este resultado, la segunda vuelta que se celebrará el próximo 17 de junio será el evento electoral más importante desde que Colombia firmó el acuerdo de paz con la guerrilla de las Farc.
Iván Duque, de 41 años, un exsenador conservador, obtuvo alrededor del 39 por ciento de los votos, según anunciaron los funcionarios electorales la noche del domingo. Gustavo Petro, de 58 años, un exguerrillero y dirigente de izquierda que logró convertirse en el alcalde de Bogotá consiguió alrededor del 25 por ciento de los sufragios.
Sin importar el ganador, se espera que la elección marque un cambio de dirección en comparación con el gobierno de Juan Manuel Santos, un político de centro que los colombianos eligieron dos veces para ocupar la presidencia y quien ganó el Premio Nobel de la Paz en 2016 por sus exitosas negociaciones con el principal grupo guerrillero del país.
En un inicio, el acuerdo de paz fue rechazado en un plebiscito por una estrecha mayoría de votantes, quienes manifestaron su desacuerdo porque era muy indulgente con los rebeldes. Posteriormente, Santos logró que el Congreso aprobara el acuerdo con ligeras modificaciones; poco después elevó los impuestos y vio su índice de aprobación desplomarse hasta el 14 por ciento.
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Sin la presencia de un candidato de centro, los votantes de la elección de junio escogerán a un presidente que seguramente será un personaje que polarizará al país.
“Es una diferencia muy marcada en este país”, dijo Cynthia J. Arnson, quien estudia a Colombia en el Centro Internacional para Académicos Woodrow Wilson.
Mientras que los políticos tenían la esperanza de que el fin del conflicto reduciría las fricciones en la política colombiana, parece que está ocurriendo lo contrario. Los amargos recuerdos del conflicto que dividió a miles de familias y que ocasionó el fallecimiento de más de 220.000 personas parece haber influido en muchos votantes que se expresaron en contra de los partidos tradicionales que negociaron la paz.
Un grupo de candidatos desafió a la clase política dominante y encauzó el debate público hacia nuevos temas polarizantes como los derechos de género, el manejo del colapso de Venezuela, el lugar de la religión en la política y el papel del poderoso expresidente y actual senador Álvaro Uribe Vélez.
La mayor cantidad de votos fue para Duque, quien estudió en Estados Unidos y es protegido de Uribe, el exmandatario que sigue siendo uno de los políticos más populares del país y un aliado leal de la guerra de Estados Unidos contra los narcotraficantes. Duque ha manifestado su respaldo a las políticas implementadas por su mentor.
También suele decir que Uribe es el “presidente eterno” de Colombia, una postura que ha causado preocupación entre sus críticos, quienes se preguntan si el expresidente tendrá un poder descomunal en caso de que Duque gane las elecciones. Muchos creen que Uribe podría intentar modificar la Constitución para regresar a la presidencia.
María Isabel Vivero, una consultora de 42 años que votó por Duque, dijo que él forjará su propio camino. “Uribe será consultado, pero no gobernará”, dijo Vivero, quien expresó su frustración con el mandato de Santos y dijo que ella había votado en contra del acuerdo de paz.
Gustavo Petro, el candidato ubicado en el segundo lugar, representa una opción radicalmente distinta. Es hijo de un maestro rural y en su juventud se unió al grupo guerrillero M-19, después de un acuerdo con el gobierno en los años noventa abandonó la lucha armada e incursionó en la política con los movimientos de izquierda.
Petro es más conocido por haber sido el alcalde de Bogotá, ciudad que gobernó hasta 2015. Él aprobó restricciones a las armas que redujeron la incidencia criminal, bajó el precio del transporte público y ofreció agua gratis a las personas de escasos recursos.
Pero también fue polarizante: una estrategia para tomar el control del manejo de los desechos dejó a la capital sepultada bajo la basura y concluyó con su remoción del cargo durante un periodo. En la campaña, fue reacio a criticar a los líderes de izquierda de Venezuela por el creciente autoritarismo y la escasez de alimentos, problemas por los que un gran número de refugiados de ese país llegan a Colombia.
Delio Ruiz, de 53 años, es un carpintero que votó por Petro porque piensa que es el único candidato que defiende a los pobres. Ruiz vivió en una zona de clase trabajadora fundada por invasores que se beneficiaron de la gestión de Petro.
“Petro llevó agua a mi comunidad; él fue el único que cumplió”, dijo Ruiz el domingo.
Michael Shifter, presidente del Diálogo Interamericano en Washington, dijo que aunque el acuerdo de paz todavía es controversial puede haber creado una oportunidad para Petro, el primer candidato de la izquierda dura en llegar a la segunda vuelta de las elecciones presidenciales en años.
“Petro parece desafiar a la clase política establecida”, dijo. “Desde hace mucho tiempo, en Colombia no se veía un desafío así desde la izquierda”. (NYTimes)