Aseguran que crecen las denuncias por violencia de género en la UNR
La mayoría son por comentarios misóginos de los profesores. Reclaman la implementación de un protocolo único para la atención de estos casos.
Por Carina Bazzoni/La Capital
Las denuncias por los comentarios machistas y violentos de los profesores que sacudieron la semana pasada a la facultad de Arquitectura no son situaciones extrañas en la Universidad Nacional de Rosario. Así lo advierten las coordinadoras de los espacios de atención de situaciones de violencia de género que funcionan en cinco de las doce casas de estudios. Según señalan, las denuncias de los estudiantes son cada vez más frecuentes y la mayoría hace eje en las actitudes de los profesores durante las clases. Por eso, reclaman que el Consejo Superior de la UNR apruebe un protocolo único para atender estas situaciones (ver aparte).
De las doce facultades de la UNR, cinco tienen aprobado un procedimiento para atención de situaciones de violencia sexual y discriminación basada en el género, tal como actualmente está en discusión en Arquitectura (ver aparte). Además, existen áreas específicas para acompañar estas denuncias. Los primeros de estos dispositivos comenzaron a implementarse hace cuatro años en Ciencia Política, Derecho y Humanidades. En 2016 se sumó también Ingeniería y el año pasado Psicología.
Desde entonces, según advierten quienes están al frente de estos espacios, las denuncias son cada vez más frecuentes. «Desde la facultad se ha trabajado mucho en campañas de sensibilización para desnaturalizar situaciones de violencia machista, eso claramente repercutió en la existencia de mayor cantidad de denuncias», apuntó Noelia Figueroa, referente de la facultad de Ciencia Política.
En el espacio de atencíon de situaciones de violencia de género de esa facultad se recibieron numerosas denuncias que permitieron «visibilizar determinados comportamientos machistas que estaban naturalizados», explicó. Por ejemplo, comentarios de profesores durante las clases sobre «lo caída que está la carrera que tiene tantas mujeres inscriptas» o «frases como que las chicas de atrás están hablando del tipo con quien salieron anoche».
Situaciones en las que, contundentemente, la Univesidad debe asumir un rol reparatorio porque algunas mujeres se alejan de la facultad porque les resulta un ámbito hostil», advirtió Figueroa y destacó que los comentarios misógenos de los profesores ocupan el primer lugar de las denuncias recibidas, por encima de los casos de acoso de estudiantes varones a alumnas mujeres.
No tan extraños
Juliana Tagliatti está al frente del area de atención de situaciones de violencia sexual y discriminación basada en el género de la facultad de Derecho. Para la abogada, las denuncias de las estudiantes de Arquitectura «lamentablemente no son tan extrañas».
De hecho, recordó, la mayoría de las situciones en las que interviene el equipo de profesoras y graduados, provienen de las denuncias de los estudiantes sobre los «comentarios de contenido sexista de varios docentes, tanto hombres como mujeres, que se escuchan en sus clases».
Frases que «están muy naturalizadas en la facultad y en los discursos de los propios docentes» y que recién ahora estamos logrando que las personas que los escuchan sepan que existe un espacio donde poder decir «esto no va más».
La mayoría de las denuncias llegan a través del correo electrónico y se formalizan después en entrevistas donde se considera también cómo se puede abordar el caso. «Muchas veces no es necesario llegar a una denuncia administrativa. Se habla con las autoridades o pensar en campañas de difusión, capacitación o sensibilización para visibilizar la problemática.
Visibilizar
Psicología fue la última de las facultades que puso en marcha un area para la atención de esta problemática. La actividad comenzó este año con una serie de cursos para los ingresantes con el objetivo «de visibilizar esta problemática» que muchas veces «no está instalada entre la comunidad universitaria», indicó Bárbara Silva, referente del equipo de profesores y graduados que trabaja en la facultad.
De todas formas, apuntó, «ya se recibieron una decena de consultas relacionadas con situaciones que se desarrollaron dentro de la facultad».
Hasta ahora, sostuvo, la mayoría involucró a estudiantes. «Sin embargo, creemos que cuando se conozca más la existencia de este protocolo empiecen a llegar otro tipo de situaciones que quizás estaban naturalizadas», confió. (Carina Bazzoni/La Capital)