Frente a la crisis del transporte, desde el Concejo piden estatizar el servicio

Mientras los números están en rojo y la nueva empresa que se debe hacer cargo no aparece, el peronismo pide tomar decisiones «urgentes»

Por Diego Veiga/La Capital

Horas después de que desembarcara en el Concejo Municipal un informe del Ente de la Movilidad en el que admitió que el sistema de transporte local atraviesa una «coyuntura de difícil solución», el justicialismo presentó un proyecto en el que pidió municipalizar el servicio. La iniciativa prevé que todas las líneas de colectivos sean administradas por el municipio, ya que ha entender de estos concejales «ha quedado de manifiesto que los prestadores estatales brindan un mejor servicio que los privados, situación que es ampliamente valorada por los usuarios». El plan llega en momentos en que la poda de subsidios nacionales pone contra las cuerdas las finanzas de las empresas y es una gran incógnita qué pasará con el nuevo sistema, que parece haber fracasado antes de presentarse en sociedad.

El proyecto de estatizar el servicio es impulsado por el bloque del Frente para la Victoria y detrás de él se encolumnan los otros sectores del peronismo. El impulsor de la iniciativa, el concejal Roberto Sukerman, destacó que «hoy en día todavía se está a tiempo de avanzar en la estatización de modo que el Estado Municipal pueda garantizar plenamente el derecho a la movilidad de todos los rosarinos».

El documento, que se presentó este miércoles, destaca que «en el proceso licitatorio iniciado en 2015 se perdió una gran oportunidad para estatizar la totalidad del transporte, disminuyendo la participación estatal a un tercio del sistema».

Sukerman recordó que ya en su campaña a intendente de 2015 había manifestado la necesidad de que el municipio se hiciera cargo del servicio. «Voté en contra de la licitación del nuevo transporte porque era claro que no se iba a poder implementar. Lamentablemente tuve razón. El actual sistema se cae en agosto y los nuevos prestadores no aparecen», advirtió el concejal.

Mientras tanto, el sistema viene perdiendo usuarios y el municipio le inyecta cada vez más fondos para poder prestar el servicio, que ahora está en jaque por la poda de subsidios nacionales.

En agosto vence la prórroga del actual sistema y ya hay varios ediles que adelantaron que no avalarán una nueva prórroga.

Escéptico

El concejal Eduardo Toniolli, en tanto, también se mostró bastante escéptico con el futuro. «Acá se adjudicó el nuevo sistema en septiembre, pero nunca se firmó el decreto y nadie da precisiones de qué sucederá. Mientras tanto, el tiempo pasa y en agosto se vence la prórroga que tiene Rosario Bus para seguir prestando el servicio, que a nuestro entender es pésimo, por lo que llegada esa fecha no vamos a avalar que esa empresa siga operando en Rosario», anticipó.

Según los estudios realizados por su equipo, la firma Rosario Bus es la que peor prestación brinda en la ciudad, de acuerdo a la valoración que hacen los usuarios. «Además, en medio de esta crisis, la Municipalidad hace la vista gorda y la deja sacar unidades y espaciar las frecuencias sin sancionarla», indicó.

Mientras tanto, no hay voces oficiales que expliquen qué sucederá con el futuro del sistema de transporte rosarino. «La intendenta nos convoca para analizar la reforma constitucional, pero no nos llama para que juntos busquemos alternativas a la crisis del transporte», sentenció.

Según sus estudios, entre 2016 y 2017 se vendieron 8 millones de boletos menos y bajó un 6,5 por ciento la cantidad de usuarios.

La misma visión tiene Sukerman. «El servicio es malo y caro, en agosto se vence la prórroga, y si no arranca el nuevo sistema algo habrá que hacer. Creo que el municipio debe hacerse cargo, como ya lo tendría que haber hecho en 2015», indicó el edil. Algo es seguro, mientras el sistema atraviesa días tormentosos, quienes tienen que dar explicaciones no aparecen y el futuro es cada vez más incierto.

Esperan un debate clave en comisión

Este lunes, la comisión de Servicios Públicos del Concejo comenzará a analizar la información que remitió esta semana el Ente de la Movilidad, y en la que advirtió que el sistema de transporte atraviesa «una coyuntura de difícil solución». En ese ámbito también se analizará el proyecto de Roberto Sukerman que pide municipalizar el sistema. La iniciativa se presenta como un modo de descomprimir la delicada situación en la que se encuentra el municipio, que no puede implementar el nuevo sistema pero que tiene serias falencias para prestar el actual. La poda de subsidios nacionales le dio un golpe demoledor, y ahora la intendenta Mónica Fein busca alternativas de financiamiento que le permitan afrontar la suba de costos. Es más, los concejales esperan ávidos el último estudio que permita conocer al menos cual es el desfasaje entre el precio actual del boleto y el que debería fijarse si se sinceran esos costos.

Hasta ahora, en el documento que ya tienen en sus manos los concejales se detalla, entre otros aspectos, que el municipio está absorbiendo con recursos propios los gastos que demandan 58 nuevos colectivos y 315 choferes, cuyos salarios jamás fueron contemplados por la administración macrista. Y también se pone el acento en que en dos años el fondo compensador local que intenta aliviar la crisis del sistema creció en más de 10 millones de pesos, pasando de 15 millones en 2016 a 25 millones en marzo de este año. (Diego Veiga/La Capital)