Japón: el reporte oficial indica 3.200 muertos y alarma por fallas en tres centrales nucleares
Japón vive la «peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial», dijo el primer ministro, Naoto Kan, tras el sismo de 9 grados en la escala Richter y el tsunami que el viernes devastaron el país, donde hay al menos 3.200 muertos, según el reporte oficial, miles desaparecidos y alarma por fallas en tres centrales atómicas, en medio de fuertes réplicas.
La cifra oficial de muertos ascendió a más de 3.200, aunque las autoridades reconocen que será mucho más alta debido a la enorme cantidad de desaparecidos, y la ONU indicó que hay cerca de 600.000 evacuados por la catástrofe y por el riesgo en torno a las centrales nucleares.
Sólo en la provincia de Miyagi (noreste), la más cercana al epicentro del terremoto, no han podido tomar contacto con al menos 10.000 personas, advirtió el prefecto local, Naoto Takeuchi.
Hasta esta tarde habían identificado los cuerpos de 1.597 personas y otras 1.841 están consideradas desaparecidas, cifras que no incluyen entre 200 y 300 víctimas mortales halladas en la costa de Miyagi, difundió la agencia de noticias DPA en base a reportes oficiales.
Soldados, médicos, sanitarios y voluntarios trabajaban en el rescate y atención de víctimas, en medio de fuertes réplicas que dificultan las tareas, en tanto el gobierno anunció que elevará a 100.000 el número de personal afectado al salvataje.
«Unas 380.000 personas fueron evacuadas de las zonas golpeadas por el sismo y el tsunami», reportó la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU citada por la agencia de noticias Ansa.
De acuerdo con un informe que le remitió la Agencia Internacional de Energía Atómica (AIEA), esa oficina agregó que «las autoridades evacuaron además otras 210.000 personas residentes en el radio de 20 kilómetros de la central nuclear de Fukushima».
La ONU advirtió además que «numerosas regiones de la costa nororiental permanecen aisladas» y que las acciones de socorro se ven «obstaculizadas por las continuas réplicas de asentamiento, las alertas de tsunami y los incendios».
En las cinco provincias de Japón han instalado más de 1.400 refugios, muchos de ellos en colegios y locales municipales.
Testigos hablaron de personas comprando abundantes provisiones en los supermercados.
El sismo se produjo a 24,4 kilómetros de profundidad en el océano Pacífico y a 130 kilómetros del puerto japonés de Sendai, el viernes a las 14:45, hora de Japón (2:45 de la madrugada de Argentina).
Tras el terremoto llegó el tsunami, con olas de hasta diez metros que arrasaron viviendas, automóviles y hasta barcos y trenes, cuyos pasajeros figuraban en la lista de desaparecidos.
Según los datos revisados de la Agencia Meteorológica nipona, el epicentro se ubicó muy cerca a la región costera de Miyagi. El organismo levantó hoy la alarma de tsunami para toda la costa pacífica del país.
Sin embargo, los sismólogos advirtieron de réplicas de hasta de magnitud 7 en los próximos días y temen otro fuerte terremoto que pueda seguir dañando los reactores de las centrales Fukushima 1 y 2, donde los técnicos luchan para contener una posible fusión de los núcleos.
A dos días del terremoto la alarma por fallas en las plantas nucleares aumentó drásticamente, ya que a las detectadas en Fukusima se sumaron hoy otras en las centrales de Onagawa y Tokai.
Kan indicó que Fukushima «continúa en estado de alarma» y aprobó además cortes programados de electricidad de tres horas en cada región, a partir de este lunes, para evitar los grandes apagones.
En Miyagi se detectó hoy un nivel de radiactividad 400 veces superior al normal, aunque un portavoz de la empresa a cargo de las plantas nucleares de la zona dijo que se encuentran en situación estable.
También en la central atómica de Onagawa se registró un elevado nivel de radiactividad pero se cree que no procedería del reactor. (Telam)