La Presidenta habló en un multitudinario acto
Miles de militantes así como los sectores gremiales, funcionarios y agrupaciones sociales afines al kirchnerismo se movilizaron ayer hacia el estadio de Huracán, en Parque Patricios para asistir al masivo acto que organizó la Corriente Nacional de la Militancia y en el que Cristina Fernández fue la oradora principal.
En un discurso en el que apeló a la emotividad, la Presidente hizo hincapié en la importancia de la juventud para «profundizar el modelo» y ridió homenaje a su fallecido esposo, Néstor Kirchner. Sólo esbozó una sonrisa cuando se multiplicaron los cánticos que pedían la reelección, ante un estadio repleto que esperó alguna señal sobre su candidatura. Sin embargo, la jefa del Estado no confirmó en forma explícita su postulación, y se limitó a enviar un mensaje de continuidad y profundización a sus seguidores.
Cristina estuvo acompañada por el vicepresidente del Senado, Jose Pampuro, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, el gobernador bonaerense Daniel Scioli entre otros funcionarios y dirigentes. En el escenario ya aguardaba un pinguino gigante con alas de ángel, en representación del fallecido ex presidente Kirchner.
«Quiero decirles a todos que esta tarde aquí en Huracán no está la presidenta está la compañera de todos ustedes», inició Cristina su discurso y siguió: «Como compañera quiero pedirles que este acto de este 11 de marzo sea en recuerdo a quien fue mi compañero de toda la vida».
«Creo que su último acto de servicio fue el 27 de octubre cuando descubrimos cuantas cosas había hecho y que poco le habían reconocido. Tengo que decirlo, se me va a romper el corazón si no lo digo», manifestó entre lágrimas.
«Néstor estaría contento y orgulloso de ver a miles y miles de jóvenes. En una de las tribunas está mi hija Florencia que tiene 20 años como yo tenía aquel 11 de marzo de 1973», señaló en alusión a la victoria de Cámpora cuyo aniversario motivó el acto.
Casi sin voz, pidió «abandonar cuestiones dirigenciales y dejar de creer que esto es una feria de vanidades».