Comerciantes del microcentro preocupados por frecuentes robos de mecheras
«Son bandas cada vez más organizadas, que ya hicieron de esto una profesión», apuntó Nelson Graells, de la Asociación Amigos de esa arteria.
Por Aníbal Fucaraccio/La Capital
Comerciantes del microcentro rosarino denuncian que continúan los robos de mecheras en la zona de las peatonales y calles adyacentes. Los responsables de negocios reclaman que estos grupos de delincuentes muestran cada vez más recursos colectivos, mayor capacidad organizativa y, además exigen a la Justicia sanciones mucho más duras ya que hay una gran cantidad de reincidentes. «Son auténticas bandas organizadas, que hicieron de esto una profesión», remarcó Nelson Graells, presidente de la Asociación Amigos de la Peatonal Córdoba.
«Nosotros lo seguimos sufriendo día a día, en todos los comercios de la peatonal y en otros lugares con negocios. Las mecheras ya hicieron de esto una profesión, incluso hacen cursos para enseñar a otras mecheras a la vista de todos. Se transformó en una problemática muy complicada», expresó con angustia Graells.
Este referente de los comerciantes del centro resaltó que «esta reiteración de robos obliga a los responsables de los locales a tener gente permanentemente preocupada por mirar quien puede estar robando, o preparando un posible robo».
Graells confió que ya las mecheras cuentan con estrategias cada vez más elaboradas y variantes más precisas para delinquir. «En donde hay alarmas, suele aparecer gente que entretiene a los vendedores, y después rompen esas alarmas porque hasta tienen aparatos para sacarlas», contó.
Y agregó: «En la parte de atrás de los negocios es casi imposible darse cuenta si no se revisa a cada minuto la cantidad de todas las prendas. Y a lo mejor atrás, minutos después, llega otra persona y termina de cometer un delito que comienza otra».
El titular de la Asociación Amigos de la Peatonal Córdoba expresó, en declaraciones radiales a La Ocho, que «el problema es que cuando se detecta a alguien realizando estos robos y se puede llamar a la policía, tampoco ellos tienen muchos elementos para actuar, porque las mecheras tienen una defensa demasiado simple y fácil, para no quedar detenidas. La verdad es que salen todas muy rápidamente, y vuelven a hacer lo mismo».
Y exigió: «Sin dudas, hay que ajustar este tema. Porque se complica de todos los lados, también a la Justicia. Tendría que aparecer una normativa mucho más dura, sobre todo para las reincidentes, porque siempre son las mismas caras, que se repiten todos los días en la misma zona. Si esa persona tiene antecedentes, tiene que tener penas más severas. Debe ser algo aleccionador, para que no lo vuelvan a cometer».
«Algunas personas fueron llevadas más de 10 veces y siguen apareciendo nuevamente, y robando. Como no tienen problemas para salir muy rápido, repiten su accionar y ya lo toman como una profesión», subrayó tajantemente Graells.
Dan cursos para robar
De la misma manera, denunció que, ante la vista de todos, «desde hace tiempo hay ladrones, hombres y mujeres, que dan cursos y cobran para especializar a otros en cómo robar en los comercios del centro».
«Queda claro que cada vez se especializan más, y muestran nuevas facetas para lograr los robos. A veces usan un silloncito en el que llevan un bebé, un carrito, un bolso, un abrigo o se ponen encima una innumerable cantidad de remeras. Utilizan de todo para levarse estas cosas, sobre todo en negocios de ropa y celulares», describió Graells.
El empresario reconoció también que «las mecheras han pulido su técnica y son muy difíciles de detectar. Muchas son agresivas cuando son atrapadas. Es todo un gran problema. Y nosotros hemos denunciado esto constantemente, pero hasta ahora no hubo intervenciones eficaces que se mantengan en el tiempo».
La rotación de policías favorece el accionar de estos grupos
Según el relato de los dueños de locales de la zona céntrica de la ciudad, hay particularidades en los dispositivos de seguridad que dificultan la chance de atrapar a los grupos de mecheras. «A los agentes de la policía también se les complica porque rotan siempre, de manera permanente, y así nunca terminan de afirmarse en la zona y conocer a las que actúan en ese sector», reclamó Nelson Graells.
Con este panorama, admitió: «No podemos atender a los clientes como realmente se merecen porque tenemos que estar atentos a estos robos que nos aquejan de forma contínua».El empresario rosarino no anduvo con rodeos y comentó: «Nosotros a la mayoría de las mecheras les conocemos el rostro, pero siempre aparece gente nueva».
Y también marcó: «La última vez, las autoridades de la policía nos dijeron que también estuvo involucrada gente de Córdoba y de otras provincias del norte del país».
Además, se encargó de recordar que «en el último paro de trabajadores municipales, en el que agentes de la policía custodiaron con una gran cantidad de personal la peatonal, llamativamente no hubo mecheras. Evidentemente, la presencia y la cantidad de policía es muy importante».
«Tantos robos nos obligan a estar siempre atentos, no podemos bajar la guardia nunca», confesó Graells, quien expuso que «ahora ya no vienen mal vestidas o desalineadas, y ya no pueden ser detectadas por ese lado. Todo lo contrario, vienen cada vez más producidas, con movimientos cada vez más organizados y producidos».
«Nos hace falta más presencia policial, con puestos fijos como hubo en otras épocas, y también con patrullajes», concluyó. (Aníbal Fucaraccio/La Capital)