Mefro Wheels volvió a cerrar sus puertas
La operadora Cirubón renunció a su explotación y reubicó en su planta villagalvense a 20 de los cien empleados que se esperaba recontratar
La fábrica de llantas de acero Cirubon Wheels (ex Mefro Wheels) cerró en forma intempestiva, y 80 trabajadores que esperaban ser reincorporados una vez que la planta se reactivara tras su reapertura el año pasado pasaron definitivamente a engrosar el índice de desempleo argentino. En tanto, los veinte operarios que venían desempeñándose en las instalaciones de Ovidio Lagos 4480 fueron reubicados en la autopartista villagalvense que se había hecho cargo de la explotación el año pasado, mediante un contrato de alquiler con opción a compra.
La noticia sacudió a los trabajadores, que se habían ilusionado con las versiones del propio dueño de Cirubon, Ricardo Cicarelli, quien la semana pasada les comunicó que estaban muy avanzadas las negociaciones para fusionarse con la metalúrgica brasileña Maxion (principal competidora de Mefro Wheels), ya que esta estaba interesada en invertir con intención de ampliar y recontratar a todo el personal. Ante la falta de datos oficiales al respecto, la Unión Obrera Metalúrgica (UOM) pidió al Juzgado Civil y Comercial Nº 17, a cargo de Silvia Baudino, que interviniera para clarificar la situación, y así es como Cicarelli y los dueños de Mefro en Alemania debieron comunicar el cierre por escrito.
«Con esa presentación, Cicarelli no sólo incumple expresamente el compromiso asumido con el gremio, los trabajadores y la provincia de Santa Fe, sino que deja literalmente abandonados a los trabajadores que esperaban recuperar sus fuentes de trabajo», denunció el gremio metalúrgico en un escrito y pedido de audiencia presentado ayer al Ministerio de Trabajo provincial, que citó a las partes para este viernes a las 10 en su sede en Rosario.
Sin demanda
Desde su reapertura, en septiembre pasado, la fábrica de llantas no vendió una sola llanta por falta de demanda, pese al compromiso del gobierno nacional de restringir el ingreso de estos productos para promover la venta de la única planta en su tipo en el país. «Su cierre significa no sólo la pérdida de decenas de puestos de trabajo sino de una actividad económica», insistió el abogado del gremio metalúrgico.
«Cicarelli argumenta que se va porque las terminales no le compran los productos, lo cual en parte es verdad a raíz de la política nacional de apertura de importaciones, por la que el año pasado ingresaron más de 800 mil llantas: con menos de la mitad habríamos tenido a Mefro con capacidad plena. Pero sabiendo que no teníamos al gobierno nacional como aliado, le expusimos alternativas a Cirubon, como vender al mercado de reposición y al de maquinarias agrícolas, que no está explorado, pero no hizo el más mínimo esfuerzo, lo cual es reprochable», señaló Pablo Cerra, apoderado de UOM Rosario.
Cerra reprochó a Cicarelli haber «escapado por el ventiluz y desaparecer del mapa» tras haber «ilusionado y pulverizado» las esperanzas de los trabajadores, en especial los que estaban a la espera de ser recontratados, quienes a partir de este mes ya no reciben ingreso alguno, pues a partir de marzo se les vence el seguro de desempleo. (La Capital)