Balean a dos policías, les incendian la patrulla y a uno le encuentran estupefacientes
Ambos suboficiales están fuera de peligro y bajo custodia de Gendarmería en un hospital. La patrulla fue quemada por los atacantes, pero no así las armas
Dos oficiales de la Policía de Seguridad Vial de la provincia fueron baleados en un control que realizaban en un cruce de rutas, a unos 50 kilómetros de Rafaela, minutos antes de la medianoche del viernes. Y los maleantes, quienes estarían ligados a una banda que opera en el comercio de drogas en el límite entre Santa Fe y Córdoba, huyeron en la camioneta oficial que apareció poco después quemada totalmente en un camino rural. Los delincuentes se llevaron además las armas de los policías y sus chalecos antibalas, los que arrojaron antes de incendiar el patrullero. En tanto, anoche ambos efectivos permanecían internados en un hospital de la ciudad cordobesa de San Francisco bajo custodia de Gendarmería Nacional ya que en el bolsillo de la campera de uno de ellos se hallaron varias bochitas de cocaína y la llave del auto en el que se conducían sus atacantes.
A pesar de que en un primer momento se ligó a los delincuentes con la banda rosarina de Los Monos, al menos dos altas fuentes del Ministerio de Seguridad provincial se lo negaron a La Capital y consideraron que «son peligrosos delincuentes de una banda narco criminal que opera en esa zona limítrofe» entre Santa Fe y Córdoba, la cual ya fue escenario de numerosos hechos violentos con trasfondo narco.
Medianoche de tiros
Según fuentes oficiales, todo se desencadenó en el cruce de las rutas nacional 19 y provincial 13, en jurisdicción de la pequeña población de Plaza Clucellas (departamento Castellanos) cuando el móvil 7223 de la Policía de Seguridad Vial al mando de los suboficiales Matías Cuevas, de 29 años y residente en la localidad de Angélica; y Matías López, de 25 años y vecino de la ciudad de Vera, realizaban un control de vehículos que hasta el cierre de esta edición aparecía como «no ordenado ni autorizado por la superioridad» de la Unidad Regional V.
Lo cierto es que a las 23.55 los agentes detuvieron el paso de un Toyota Corolla con dos hombres en su interior. Entonces le exigieron la documentación al conductor y la realización del examen de alcoholemia. Como respuesta, quien iba al volante se negó a bajar del rodado mientras que su acompañante lo hizo y sin mediar palabras disparó contra los uniformados, que repelieron la agresión mientras buscaban refugiarse en la banquina de la ruta.
En ese intercambio de disparos ambos policías resultaron heridos. Cuevas recibió un disparo que le rozó el cráneo mientras López fue alcanzado por un proyectil en el abdomen, quedando ambos malheridos. La situación fue aprovechada por los maleantes para abandonar el Toyota Corolla en el que se manejaban, dentro del cual se dijo había unos 50 gramos de cocaína y unos 38 mil pesos en efectivo. Para escapar usaron el móvil policial, una camioneta Volkswagen Amarok. Además se llevaron la pistola reglamentaria calibre 9 milímetros del suboficial Cuevas, una escopeta calibre 12.70 y dos chalecos antibalas.
Hallazgo misterioso
Más allá de la herida, el suboficial López no perdió la conciencia y pudo dar aviso de lo sucedido a la Jefatura de la Unidad Regional V (Rafaela), desde donde se comisionó al 911 para que atendiera a las víctimas y se dispuso un intenso rastrillaje por todos los caminos del departamento a fin de dar con los autores del brutal ataque mientras que ambos policías heridos fueron derivados al hospital Iturraspe de la ciudad cordobesa de San Francisco, el más cercano al lugar del episodio.
Pocos minutos más tarde, las más altas autoridades de la Jefatura rafaelina llegaron a auxiliar a las víctimas, aunque en el lugar y por la cercanía ya estaban allí efectivos de la subcomisaría 6ª de Clucellas y la subcomisaría 7ª con asiento en Plaza Clucellas. También se hicieron presentes agentes y peritos de la Policía de Investigaciones (PDI) para realizar los análisis correspondientes al auto que dejaron abandonado los atacantes, donde se dijo que había dinero y droga.
Unas horas después, y en el marco del rastrillaje dispuesto por la Jefatura de la Unidad Regional V, un móvil ubicó la camioneta policial robada en un camino rural que separa las ciudades de Frontera (Santa Fe) y San Francisco (Córdoba), unos dos mil metros al norte de la ruta nacional 19, totalmente incinerada. Lo sorprendente fue que a pocos metros del vehículo estaban tirados los dos chalecos antibalas y las armas robadas a los efectivos, que no fueron afectadas por el fuego.
Internados bajo control
De acuerdo al parte médico del jefe de terapia intensiva del hospital cordobés al cual fueron derivadas las víctimas, el suboficial Cuevas «ingresó con una lesión en la zona craneal del lado izquierdo, hallándose alojada la ojiva en el cráneo sin implicar peligro para su vida y sin que le hiciera perder la conciencia». En cuanto al suboficial López, «fue intervenido quirúrgicamente logrando retirar el proyectil del abdomen hallándose en condición estable aunque con respiración mecánica asistida y bajo coma inducido».
Sin embargo una gran sorpresa se llevaron los médicos que atendieron a los policías en el hospital de San Francisco y que obligaron a la intervención de la Justicia Federal con asiento en Rafaela y la Gendarmería Nacional. «En el bolsillo de la campera de uno de los policías heridos se encontraron 46 bochitas de cocaína y las llaves del Toyota Corolla en el que iban los atacantes», confió una alta fuente de la pesquisa.
El mismo vocero comentó que «el único de los policías que pudo prestar una declaración provisoria no fue muy coherente a la hora de hilvanar los hechos y tampoco supo explicar por qué tenía las llaves y la droga en su bolsillo cuando esos elementos tendrían que haber quedado en la escena del episodio para ser secuestrados como elementos de prueba de la investigación».
Al respecto, desde el Ministerio de Seguridad de la provincia se sostuvo que «se está evaluando detenidamente cada paso de lo ocurrido para saber, en primer lugar, si el operativo vial tenía alguna autorización, si los policías heridos realmente detuvieron el auto para controlarlo, por qué se produce el enfrentamiento y por qué uno de los agentes atacados tenía droga y la llave del auto en su poder. Una vez que se esclarezca todo eso se verán las medidas a tomar».
En cuanto al Toyota Corolla en el que iban los atacantes y que dejaron abandonado tras el tiroteo, el mismo había sido robado el viernes en la localidad de Frontera según una denuncia radicada en la seccional del lugar.
Y sobre los maleantes, que hasta anoche permanecían prófugos, fuentes extraoficiales los identificaron como «Turquito» L. y «Pancuca» R., ambos con pesados antecedentes penales y quienes habrían protagonizado una pelea a tiros también en Rafaela días atrás.
En ese orden, se presume que ambos hombres forman parte de una banda de narco delincuentes que operan en el límite interprovincial, un lugar que ya fue escenario de violentos episodios ligados a la disputa del territorio para el comerdio de drogas y otros delitos. (La Capital)