El Gobierno provincial cerrará la cárcel de Zeballos y Riccheri
Lifschitz anunció ayer el traslado de la Unidad 3 a 27 de febrero al 7800 para mediados de 2019. En su lugar se prepara un proyecto residencial.
Por Guillermo Zysman/La Capital
Tras 130 años de funcionamiento, la cárcel de Zeballos y Riccheri cerrará sus puertas a mediados de 2019. Los internos que hay alojados en la histórica Unidad 3 serán trasladados al nuevo complejo penitenciario de 27 de Febrero al 7800, en el que se invertirán 280 millones de pesos. El anuncio lo efectuó ayer el gobernador Miguel Lifschitz, quien destacó que «ninguna otra provincia, ni siquiera la Nación, está llevando adelante una inversión tan importante en política carcelaria». En la estratégica manzana del macrocentro rosarino el municipio proyecta habilitar usos residenciales, un complejo de viviendas con indicadores a definir por el Concejo.
En ese sentido, el secretario de Planeamiento municipal, Pablo Abalos, advirtió que el terreno en cuestión «es de propiedad de la provincia y es considerado en el Código Urbano como área de reserva».
Esta definición implica que los usos e indicadores para la manzana no están aún definidos y que será motivo de discusión en el Concejo con expertos urbanistas.
En diálogo con LaCapital, el funcionario resaltó que «el traslado de la cárcel de la manzana de Zeballos y Riccheri ha sido una posición urbanística histórica de la ciudad, ya que no guardaba relación con el entorno».
Abalos explicó que ahora «los equipos técnicos de la Secretaría se van a poner a trabajar sobre el proyecto urbanístico para la manzana. En principio, al estar en una zona residencial habría que pensar en uso de esas características».
El titular de Planeamiento admitió que «una opción sería avanzar hacia un esquema de viviendas. Las alturas, características, las formas de acceder a una unidad, el tipo de construcción futura y las definiciones sobre el entorno habrá que conversarlas con el propietario del terreno (el gobierno de la provincia) y con los bloques políticos que integran el Concejo Municipal».
El nuevo edificio carcelario, emplazado en el mismo lugar donde ya funciona la nueva Alcaidía y se está construyendo la Unidad 5 de Mujeres, tendrá una superficie total de 12.410 metros cuadrados y contará con cuatro pabellones con una capacidad para alojar a 320 detenidos.
El modelo de construcción para el nuevo edificio de la Unidad 3 es similar al empleado en la cárcel de Piñero, con hormigón premoldeado, lo que permite reducir los plazos de ejecución de la obra.
«Ninguna otra provincia, ni siquiera la Nación, está llevando adelante una inversión tan importante en política carcelaria, en construcción de alcaidías, de nuevas cárceles, de refacción de la existentes y de centros de detención transitoria, de manera de asegurar condiciones de seguridad y condiciones dignas de detención para las personas que lo están en tiempos de proceso y a las personas que están con condena efectiva», resaltó Lifschitz.
«Ratificamos —siguió—nuestra decisión de avanzar en relación a la seguridad con una mirada integral, teniendo en cuenta los derechos de las personas, las legislaciones y normas vigentes, y buscando la efectividad que una política de seguridad debe tener».
El secretario de Asuntos Penitenciarios del Ministerio de Seguridad, Pablo Cococcioni, precisó que la Unidad 3 cerrará a mediados de 2019, una vez que esté habilitada la nueva unidad carcelaria.
«Pensamos que son tres meses de trámite administrativo de la licitación, más un mínimo de doce meses para la ejecución, eso quiere decir que a mediados de 2019 se podrá clausurar la Unidad 3», precisó.
El funcionario recordó que la Unidad 3 «data de 1888, es decir que tiene exactamente 130 años desde su inauguración, y no tuvo nunca un mantenimiento serio». Además, desde la gobernación resaltaron que después de varios relevamientos, se determinó que no era posible mejorarlo y por eso se decidió sustituirlo.
«Cuando se creó la Unidad 3 no había nada alrededor, hoy en día es inconveniente para un lugar que está en pleno macrocentro de la ciudad», agregó Cococcioni en sintonía con el planteo de la Municipalidad de Rosario. (Guillermo Zysman/La Capital)