Balean e incendian una casa en el marco de la guerra entre los Caminos y los Funes
«Los giles estos entregaron a Franco Carballo con los Funes», se leía en las paredes de la casa quemada en el barrio Municipal.
«Los giles estos entregaron a Franco Carballo con los Funes. Por eso asemos (sic) esto. Acá no queremos poner un búnker». Las pintadas en las paredes de la casa quemada ayer en Grandoli 4951, en el barrio Municipal, no dejaban espacio para especulaciones. Lo que el martes a la tarde comenzó con el desalojo de una familia que residía en ese departamento se completó ayer a la mañana con el incendio del lugar y las pintadas en el frente aclarando el motivo del ataque: el crimen de dos primos perpetrado el 27 de noviembre de 2016, con 20 horas de diferencia.
Grandoli y Esteban de Luca. Uno de los ingresos naturales a las entrañas del barrio Municipal conocido como «Pimpilandia» en recuerdo del ex líder del paravalanchas leproso, hoy es un reducto dirigido por uno de sus hijos, y sus allegados. Alexis Caminos está detenido desde octubre de 2016 imputado por el crimen de Mariela Griselda Miranda de Funes (el 18 de marzo de 2015), madre de sus principales enemigos: la banda de Lautaro «Lamparita» Funes. Una batalla de sicarios que desde la muerte de la mujer acumula una treintena de asesinatos, entre ellos los hermanos Ulises y Jonatan Funes.
Tiros y fuego
El martes a las 15 una serie de detonaciones alteró la siesta en el barrio Municipal. Los balazos provenían de un pasillo que se abre por la prolongación de calle Esteba de Luca hacia los monoblocks. «Se escucharon cuatro o cinco detonaciones, pero no eran balazos de pistola. Todos hacia el techo del departamento, no hacia el frente. Adentro estaba una mujer con su esposo y sus hijos chiquitos, una familia que vive en esa casa hace 8 años. La policía se dio una vuelta y se fue. Cuando el jefe de familia llegó, armó los bolsos, agarró a la familia y se fue. Hoy a las 11 (ayer) se metieron y le prendieron fuego. Lo hacen para que ya no la puedan habitar», explicó una vecina del barrio. «Después lo van a querer tapar con todo el lío que hay, pero ésto es para quedarse con la casa. Olvidate», agregó.
Lo sucedido en el barrio Municipal parece exponer un nuevo capítulo de la pelea entre el clan Funes y la alianza entre Alexis Caminos, Ariel «Tubi» Segovia y «Jija», actual lider de la barra de Newell’s; y también el método de usurpación de viviendas que comienza a ser develado en Tribunales. Una mecánica que motivó al menos dos grandes operativos en la última semana en zona sur.
Los crímenes
El elemento que unificó los episodios en los monoblocks controlados por Alexis y sus laderos fueron las pintadas. «Los giles estos entregaron a Franco Carballo con los Funes. Por eso asemos (sic) esto. Acá no queremos poner un búnker», escribieron en una pared del departamento de planta baja. Y «Esto es por Franco Carballo porque estos giles lo entregaron a los Funes», pintaron.
A la 1 de la mañana del 27 de noviembre de 2016 Franco Carballo, empleado de una agencia de limpieza de 21 años, salía de su departamento de planta alta de Grandoli al 4900 para ir a pescar con amigos. Dos hombres en una Honda Tornado roja ingresaron por el pasillo, el acompañante bajó y subió las escaleras. Cuando se topó con Franco le disparó dos veces en el pecho. Franco tenía un pequeño hijo e integraba la ONG «Botines Solidarios», una organización que en la cercana zona del Parque del Mercado convoca a más de treinta chicos a prácticas de rugby.
Los matadores advirtieron que habían errado de blanco, algo que en escuchas telefónicas ordenadas en investigaciones de la Fiscalía se advierte en tono de broma. Y 20 horas más tarde fueron a repararlo. A las 21 del 27 de noviembre de 2016 esperaron que Nicolás Franco «Afro» Carballo, de 22 años, saliera de su casa en Esmeralda al 4100 para ir al velorio de su primo. Dos hombres en moto lo ejecutaron con siete balazos. Un mes después un pibe de 15 años fue detenido por haber participado del doble crimen y de los homicidios de Walter Mena y Alberto «Cachi» Ruiz Díaz, baleados el mismo día desde un Ford Focus blanco a principios de octubre de 2016. (La Capital)