Cambiemos dice que cometió «errores» de comunicación respecto a la reforma previsional
Los legisladores Laspina y Amadeo admitieron que no explicaron bien los detalles y beneficios de la reforma previsional que se tratará en Diputados.
El oficialismo cuenta ahora con la promesa de un bono compensatorio a los jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH) para tratar de aprobar mañana la reforma previsional. Sin embargo, aún resuenan los ecos de la escandalosa sesión del jueves cuando, a instancia de Elisa Carrió, se levantó el plenario en la Cámara bajo. En ese contexto, diputados oficialistas reconocieron ayer que el gobierno y el bloque de Cambiemos «no comunicaron bien» los detalles de la reforma previsional y cometieron «alguna ingenuidad» que hizo que les ganara «la oposición de la desesperanza».
Los presidentes de las comisiones de Presupuesto y de Previsión y Seguridad Social, Luciano Laspina y Eduardo Amado, respectivamente, realizaron una autocrítica de cara a la sesión del próximo lunes, en la que Cambiemos espera finalmente poder aprobar el proyecto tras el nuevo acuerdo con gobernadores y diputados justicialistas.
Laspina sostuvo que «siempre uno puede replantearse y hacer mea culpa respecto de cómo plantear o explicar las cosas, como tener que haber sido más contundentes en explicar que los jubilados no van a perder con esta fórmula».
El diputado de Cambiemos afirmó que «reflexionando sobre las dinámicas, ha habido un montón de errores, desde el Congreso, de cómo se han planteado los debates, y alguna ingenuidad».
»El kirchnerismo usó esto para generar un clima de violencia que estaba fuera de los cálculos y que generó aún más miedo en los sectores que siguen la discusión técnica desde más lejos y sienten que van a perder plata con esta fórmula», resaltó.
Laspina subrayó que la fórmula planteada por el gobierno «es la que se aplica en todos los sistemas previsionales más desarrollados del mundo», a la vez que remarcó que se estaría «eliminando la fórmula que creó (el ex ministro de Economía Amado) Boudou, que es un engendro, explosivo e insustentable a largo plazo».
Asimismo, el diputado santafesino advirtió sobre la «necesidad de no dejarse atropellar por los violentos» y cuestionó a sus pares del Frente para la Victoria que impidieron la sesión del pasado jueves en la Cámara baja.
»Lo que pasó en la última sesión no tiene antecedentes en la historia argentina, de un grupo de diputados que intimidan a sus colegas, que agreden al presidente de la Cámara (Emilio Monzó), y que impiden desarrollar una sesión independientemente de cuál sea el resultado», concluyó.
Por su parte, Amadeo admitió que el oficialismo «no comunicó bien» la reforma previsional y se confió «ingenuamente» en «poder subsanarlo en el diálogo parlamentario».
»Tal vez nos equivocamos en comunicarle a la gente y nos ganó la oposición de la desesperanza. Tal vez no lo comunicamos bien y por eso tuvimos los problemas que tuvimos», sostuvo el legislador nacional.
El dirigente oficialista reconoció que dentro del gobierno y el bloque de Cambiemos tuvieron «muchas discusiones internamente sobre este tema, hay quienes decían que la gente lo había comprendido, otros que no».
Campaña de terror
«Tuvimos enfrente una suerte de campaña del terror por la cantidad de mentiras: les han dicho cosas terribles, que son todas mentiras», se quejó Amadeo.
En ese sentido, el diputado nacional insistió en la autocrítica: «En parte, es probable que hayamos tenido errores de comunicación y que nos confiamos demasiado. Pero también confiamos, ingenuamente, que íbamos a poder subsanarlo en el diálogo parlamentario».
El último viernes, ministros del Gobierno nacional y diputados oficialistas acordaron con un grupo de gobernadores justicialistas y sus referentes en la Cámara baja la aprobación de la reforma a cambio de un bono de compensación para jubilados y beneficiarios de la Asignación Universal por Hijo (AUH).
El bono saldrá por un decreto del presidente Mauricio Macri y apuntará a compensar la pérdida inicial de dinero por el paso de la fórmula actual (basada en la recaudación de la Ansés) a la que propone el gobierno (basada en la inflación más el índice de movilidad de los salarios), que no contempla el último trimestre de 2017.