Otra vez la violencia: Los incidentes que dejó el clásico rosarino
Se registraron incidentes en un bar céntrico y en las zonas oeste y sur. También hubo tres detenidos en el acceso al Gigante
En el marco del clásico rosarino se registraron algunos hechos de violencia, tanto en las inmediaciones del estadio como en otras zonas de la ciudad.
En el Paso Sport se congregó una gran cantidad de hinchas de Newell’s, como es costumbre cada vez que el equipo juega el clásico de visitante. Allí hubo una pelea entre los propios hinchas una vez finalizado el encuentro. Dos policías que estaban custodiando el lugar y un grupo de combate que vigilaban la zona intervinieron y se generó un cruce con los simpatizantes en donde intercambiaron piedrazos con balas de goma, lo que dejó algunos heridos y un corte de tránsito en la avenida Pellegrini.
Tres jóvenes resultaron con heridas, uno de ellos terminó con un ojo lastimado, otro sufrió rebotes de perdigonazos en la espalda y una joven fue trasladada con heridas de bala de goma en una pierna. Varios testigos señalaron que había personas «que estaban alcoholizadas», que atacaron con piedras a los efectivos y que estos respondieron «con balazos».
En tanto, en la zona de ingreso al Gigante de Arroyito detuvieron a tres personas. Uno de ellos fue un masculino, por robo; también arrestaron a un individuo que portaba una mochila con bombas de estruendo que, según informaron autoridades policiales, «aparentemente sería empleado del club», y por último se llevaron detenida a una mujer que presentaba pedido de captura por la ley de estupefacientes.
Además, se reportaron otros incidentes en zona sur, donde incluso hubo tiros. En la zona de Cerrito al 5500 informaron que algunas personas con camisetas de Central y otros con el torso desnudo efectuaron disparos contra un vehículo en el que aparentemente se trasladaban hinchas leprosos.
Por la situación no se registraron heridos. También en la zona oeste hubo incidentes. Los vecinos de Urquiza y Bordabehere llamaron al 911 y alertaron que un grupo de hombres con indumentaria canalla tiraron piedrazos contra el frente de una carnicería a la que le rompieron los vidrios.
Una situación particular se dio dentro de la cancha con la gigante bandera que desplegaron desde las tribunas. Cerca de finalizar el partido trataron de volver a bajar el trapo, pero la acción se detuvo debido a que eso hubiese provocado que Néstor Pitana parara el juego. Si esto sucedía podría haberle acarreado una sanción a Central.
El operativo de seguridad del clásico involucró a 900 efectivos, 650 en la cancha, 250 distribuidos por diferentes sectores de la ciudad, además de un helicóptero para control aéreo. (La Capital)