Procesaron a Ramón «El Rengo» Insaurralde por liderar una banda narco desde Devoto
Por vía telefónica organizaba a su familia para que siguiera adelante con el comercio de estupefacientes.
Por Hernán Lascano/La Capital
El juez federal Carlos Vera Barros procesó a once personas detenidas el mes pasado por integrar una organización narco liderada por Ramón Javier «El rengo» Insaurralde, un rosarino de 48 años con antecedentes en este delito, quien fue detectado conduciendo al grupo desde su celda en la cárcel porteña de Villa Devoto. Tras el dictamen, a los acusados les impusieron prisión preventiva mientras que a «El rengo» lo trasladaron a la cárcel de Ezeiza.
La resolución alcanza a miembros del núcleo familiar de Insaurralde, uno de los pioneros en montar cocinas de cocaína en la ciudad, detenido en 2009 por comercio de drogas al frente de su complejo de cabañas en Monje. En el fallo, el juez asigna un lugar preponderante a su hijo y a un sobrino que resultaron procesados, pero desvincula de la organización a un compañero de pabellón de «El rengo» que había sido señalado por la Fiscalía como eslabón del mismo delito: Arnaldo Andrés Vivas, un rosarino de 30 años que se hizo conocido en villa Banana por delitos violentos y que luego montó una estructura de negocios que incluía la posesión de inmuebles y vehículos de lujo. Para Vera Barros no alcanzó la prueba para dejar a Vivas en esta banda. El fiscal federal 2 de Rosario Claudio Kishimoto apeló la medida en disconformidad.
Llamado anónimo
Esta causa se originó con una comunicación anónima del 28 de marzo pasado a la Fiscalía a cargo de Mario Gambacorta que indicaba que Brian Insaurralde, sobrino de «El rengo», había recuperado su libertad tras ser detenido y continuaba comerciando estupefacientes. Eso originó escuchas telefónicas, seguimientos a personas y pesquisas en la cárcel de Villa Devoto. Con siete meses de trabajo, el fiscal junto a efectivos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) trazaron el modo en que el grupo se relacionaba, quiénes eran los proveedores, quiénes vendían y en qué lugares. Así detectaron que los ejecutores destacados del negocio en Rosario eran Fernando y Brian Insaurralde, respectivamente hijo y sobrino de «El rengo». Para Gambacorta, las intervenciones indicaban con claridad en qué momento los compradores debían viajar a abastecerse a Buenos Aires, cómo encontrarse con el proveedor, cuánto dinero llevar y cómo recibir la mercadería.
A principios de octubre se ordenaron allanamientos simultáneos. Uno fue en Ingeniero Budge, en el Gran Buenos Aires, donde residía uno de los proveedores bolivianos de cocaína, quien alcanzó a escabullirse aunque fue detenida su esposa. También hubo requisas en las celdas de la cárcel donde estaban presos Insaurralde y Vivas. Y en distintos domicilios de Rosario donde se encontraban los fraccionadores de la cocaína y sus vendedores.
En una escucha fundamental se detecta que Ramón Insaurralde le dice a su hijo Fernando que tenía que llevarle 100 mil pesos a Guido Blanco Jaldín, el proveedor boliviano que visitaba a «El rengo» en la cárcel de Devoto, para que éste mandara la droga a Rosario. Los policías se apostaron en otra ocasión frente a la vivienda en la cual Brian Insaurralde se contacta con Blanco Jaldín y fotografiaron el encuentro.
Los efectivos de la PSA documentaron el modo en que los Insaurralde se abastecían yendo a Buenos Aires o recibiendo a enviados de Blanco Jaldín en Rosario. La última vez, el 3 de octubre, sorprendieron a Grover Ever Becerra, un emisario del proveedor boliviano, en la puerta de la casa de los Insaurralde, en San Nicolás al 2100. Estaba tocando timbre con una mochila con cuatro envoltorios que totalizaron 2,136 kilos de cocaína.
Allanamientos
Los operativos de ese día fueron simultáneos. Participaron 100 agentes de la PSA y hubo 15 detenidos, el secuestro de casi tres kilos de cocaína, dos armas de fuego con 300 municiones, cuatro vehículos, 10.750 dólares y 270 mil pesos además de varios celulares.
En Rosario se estableció que Brian Insaurralde utilizaba un departamento de Montevideo 753 para receptar la cocaína y fraccionarla. Además se allanaron domicilios de Río de Janeiro al 2700, La Paz al 4600, Pasco al 4700, Santiago al 4400, Vera Mujica al 3900, Esmeralda al 3000, Urquiza al 1000, Teniente Agneta al 700 y Presidente Perón al 3100. Otro lugar requisado por la PSA fue un minimercado de bulevar Seguí y pasaje Berlín que es propiedad de la pareja de Brian. Según la resolución la esposa de éste «se encargaría (en ese local) del manejo del dinero obtenido producto de la venta de estupefacientes».
Los procesados son Ramón Javier Insaurralde como organizador de narcotráfico; Fernando Insaurralde, Brian Insaurralde, Grover Ever Becerra, Leiza Carriazo como comercializadores; y Florencia Pavón, Carlos Rodríguez, Juan Domínguez, Adrian Alvarez, Roxana García y Angen Pinto. Cuatro personas recibieron la falta de mérito.
Los investigadores consideraban relevante el hecho de que se interceptó a la estructura comercial en su totalidad. Quedó identificado el abastecedor principal prófugo y su enlace fue detenido en Rosario trasladando la droga. También se ubicó como líder a Insaurralde desde su calabozo en Devoto, la segunda línea de conducción que es su familia directa, hasta llegar a fraccionadores y vendedores al menudeo.(Hernán Lascano/La Capital)