El Canalla cayó 3 a 1 ante Argentinos Juniors por la Superliga
Los dirigidos por Montero continúan si conseguir victorias y sin convencer ante un rival que fue inteligente y pegó en los momentos juntos
Central no para de dar lástima en la Superliga. En otra pésima actuación, el equipo conducido por Paolo Montero volvió a defraudar ante su gente. Y ante un rival chiquito como Argentinos Juniors, el Canalla sufrió una gran derrota 3-1 en el mismísimo Gigante de Arroyito y terminó dando vergüenza. Ni las vueltas de Washington Camacho y el capitán Marco Ruben lograron cambiarle la cara a un equipo que continúa navegando por la intrascendencia total y no encuentra el rumbo bajo el mando del entrenador uruguayo.
El primer tiempo ante el Bicho de La Paternal fue pésimo. Errores en todas las líneas hicieron que el rival se vaya al descanso en ventaja sin hacer mucho para merecerlo. Es que en realidad, fue el Canalla quien hizo todo para irse perdiendo al descanso por la mínima ventaja.
Esta vez ni siquiera de arranque tuvo el protagonismo de otros partidos que jugó como local. De a poco los mediocampistas comenzaron a perder pelotas inexplicables, como la que falló Leonardo Gil en la jugada que derivó en el primer gol.
Para el complemento, Montero apostó por Carrizo y Lovera en lugar de Romero y Colman. Así Pachi se paró de enganche, el juvenil como extremo derecho, Gil fue como volante central y Camacho a la izquierda.
En los primeros minutos Central mostró amor propio y fue con toda a buscar el empate. Un empate que pudo llegar tras sendos cabezazos de Ruben primero y Zampedri después, o también con un remate de Carrizo que pasó cerca y la rebeldía que aportó el pibe Lovera, a quien no le pesó el momento. Pero la bocha no quiso entrar y poco a poco el envión anímico que provocaron las variantes que dispuso el entrenador comenzó a disolverse en la nada absoluta.
El Canalla volvió a ser el del primer tiempo y el rival, a pesar de sus limitaciones, se las ingenió para lastimarlo dos veces más ante la atenta mirada de los centrales y de un Ruso Rodríguez incapacitado de contener cualquier pelota. Lapidario 1-3 en el Gigante para estupor de un público necesitado de alegrías. El descuento del ex Atlético Tucumán casi en una de las últimas jugadas del encuentro sirvió únicamente para la estadística.
Un año futbolístico que sólo lo sostiene la Copa Argentina. Y aunque ya es un torneo “maldito” para Central, es el único sostén de un equipo que da lástima en el torneo de Primera División.(El Ciudadano)