Posible conflicto por el cambio de sistema en el transporte
La Asociación Amigos del Riel pidió una amplia campaña de información a los usuarios de parte del municipio para que el nuevo esquema prospere
Por Guillermo Zysman/La Capital
El nuevo sistema de transporte que adjudicó esta semana el municipio «implicará un cambio cultural enorme para los rosarinos, ya que se cambiarán recorridos que se implementaron en el año 1906 con leves retoques posteriores», advirtió una ONG local.
Desde la Asociación Amigos del Riel, Mariano Antenore alertó que la transición al próximo esquema con nuevas denominaciones para las líneas, «debe contemplar amplias y masivas campañas de información y educación al usuario de parte del municipio para que no sea conflictivo».
Y fue más allá al plantear la necesidad de mejorar la velocidad comercial «para que tenga sentido la tarifa horaria con trasbordos gratuitos».
La ONG Amigos del Riel hizo este planteo ante los cambios de recorrido que se implementarán con el nuevo sistema de transporte que debutará en el primer trimestre de 2018.
Y también sobre los cambios de denominaciones de las líneas que reveló LaCapital. De acuerdo al pliego, las líneas troncales tendrán letras, de la A hasta la G más los dos trolebuses, la K y la Q. Los recorridos secundarios tendrán números, desde el 1 al 23. Y las líneas barriales serán alfanuméricas: irán desde el B 1 hasta el B 8.
En ese sentido, Antenore sostuvo por La Ocho: «Esto implica un cambio cultural enorme para los rosarinos. El actual sistema está basado en los esquemas tranviarios de 1906, cuando se fundó el transporte eléctrico en Rosario, al cual se fueron sumando colectivos, luego la municipalización y la privatización del sistema en 1960».
Luego, «en el año 1985 (con las concesiones otorgadas durante la gestión de Horacio Usandizaga) arrancaron las actuales denominaciones de las líneas con centenas».
De allí que planteó que «todavía es fácil que los que tienen algunos años citen recorridos no con las actuales tres cifras sino con la denominación anterior. Todo eso se va a dar de baja, con nuevos recorridos, nuevas denominaciones y será imprescindible una reeducación del usuario para adaptarse al nuevo esquema y que no haya conflictos».
A criterio de Antenore, «todo dependerá de lo bien o mal que se comunique a la población desde el Ejecutivo sobre las transformaciones. Por ahora no sabemos si se aplicará de manera gradual o de una vez los cambios».
Para el referente de Amigos del Riel el nuevo sistema de transporte «va a tener buena conectividad. Las grandes avenidas van a estar bien atendidas por las líneas troncales. El gran desafío es mejorar las frecuencias».
Otro aspecto considerado clave por Antenore se vincula con la velocidad comercial de las unidades, sobre lo cual consideró que «habrá que hacer ajustes» y señaló que para que funcione bien, «el servicio tendrá que ser más ágil».
«El otro día —contó—tomé un colectivo de la línea 103 en Alberdi y Juan José Paso hasta San Martín al 6400. El viaje demandó 77 minutos para recorrer trece kilómetros. Estamos hablando de una velocidad de, con suerte, 11 kilómetros por hora».
Antenore apuntó que «si se busca implementar un boleto horario, tal vez el tiempo sea insuficiente, incluso contemplando la demora entre uno y otro colectivo. Habrá que repensar la velocidad con el nivel de tránsito que hay en la ciudad», dijo.
Al respecto, agregó: «Cuando hablamos de desalentar la motorización particular, ya sea en favor del transporte público, tenemos que tomar en consideración un traslado de un punto a otro con un vehículo particular desde la casa de la persona hasta su destino».
«Hay que tener en cuenta cuando uno sale de su casa —siguió—hasta la parada del colectivo, más el tiempo de espera, más el tiempo de viaje. Si se considera todo eso, habrá que trabajar bastante para que uno no elija su bicicleta, no elija la moto o el auto para ir a sus ocupaciones».
El propio Ejecutivo planteó que uno de los objetivos es sumar pasajeros al sistema.(Guillermo Zysman/La Capital)