¿Le creemos?: Según el gobierno socialista, este año «no se prevé» otro aumento de la luz
Aun así, la titular de Energía y la EPE admiten desconocer si se viene otra suba mayorista de 17 por ciento antes de fin de año, como dijo Aranguren.
Por Silvina Dezorzi / La Capital
Cinco días después de que el ministro de Energía y Minería de la Nación, Juan José Aranguren, asegurara ante unos 250 empresarios en el Consejo de las Américas que las tarifas del gas y la electricidad podrían volver a aumentar entre «noviembre y diciembre» (post-elecciones), la primera plana de la Empresa Provincial de la Energía (EPE) aseguró que «por ahora no hay ningún nuevo incremento previsto» para lo que resta del 2017.
La misma posición dejó sentada la secretaria del área, Verónica Geese. «La gente puede quedarse tranquila», afirmó, pese a reconocer que no puede saber «qué va a decidir Aranguren mañana». Y aunque la fecha fue apenas una metáfora, de hecho justamente hoy la funcionaria se reunirá con sus pares en el Consejo Federal de Energía y el ministro se hará presente. Habrá que ver qué ocurre en el encuentro.
Casi en simultáneo con los dichos de Aranguren en Buenos Aires, donde el jueves último advirtió que «hacia fin de año se hará una revisión tarifaria» de los servicios, la semana pasada también hubo una reunión en Santa Fe entre los miembros de la comisión de Obras Públicas de la Cámara de Diputados, la secretaria Geese y el gerente general de la EPE, Marcelo Cassin.
De ese diálogo se hicieron públicas luego versiones diferentes, o al menos matizadas.
El diputado Héctor Cavallero, por ejemplo, sostuvo que los funcionarios les confirmaron que la Compañía Administradora del Mercado Mayorista Eléctrico (Cammesa) incrementaría su precio un 17 por ciento y que si esa suba se confirmaba se trasladaría a la tarifa local.
Otro de los legisladores que estuvo presente, el socialista Rubén Giustiniani (responsable de la convocatoria), contó ayer que formuló a los funcionarios una «pregunta bien concreta: si antes de fin de año subiría nuevamente la tarifa», con la convicción de que no «debería» porque en lo que va del 2017 la luz en Santa Fe ya creció 35 por ciento, porcentaje bastante mayor que la suba de salarios y hasta la inflación.
Geese, recordó el legislador, dijo que no estaba previsto, aunque reconoció que en la cartera de Aranguren se estimaba un posible aumento del 17 por ciento antes de fin de año, aunque no estaba claro a qué sector estaría destinado.
De hecho, en diálogo con LaCapital, ayer tanto las máximas autoridades de la EPE como Geese desmintieron estar enterados de ese posible aumento de la energía mayorista y dijeron que por ende no se sabe si, en caso de efectivizarse, se trasladaría al precio del servicio en la provincia.
Según Geese, aun cuando eso ocurriera («no existe ningún anuncio oficial», aseguró), luego habría que ver «cómo impactaría» en Santa Fe y a partir de ese análisis hasta el propio gobernador Miguel Lifschitz podría decidir si el guarismo se traslada o no a la tarifa.
Hasta ahora, la política de la EPE siempre ha sido replicar al menos parcialmente los aumentos mayoristas para no desfinanciar a la firma. Pero a la vez siempre se destacó que desde fines del 2015 a hoy el incremento mayorista llegó al 1900 por ciento, mientras que en el mismo lapso la tarifa residencial en Santa Fe creció algo más del 160 por ciento.
Pese al clamor sostenido en la calle contra el «tarifazo» que registraron los servicios, según Cassin los sucesivos incrementos no se tradujeron en una mayor morosidad en los pagos: si en 2013 y 2014 el porcentaje de suministro impago era del 5,1 por ciento sobre el total, afirmó, en 2015 fue del 6,32 y en 2016 del 6,3. Un crecimiento que el funcionario definió como «casi irrelevante».
Siempre según datos de la EPE, sobre 1.050.000 clientes residenciales, hoy 350 mil abonan la llamada tarifa social. Y en el marco del Plan Abre, sólo en lo que va del año, se instalaron unos 20 mil nuevos medidores de la luz, «lo que impacta significativamente en la reducción de pérdida» de energía, dijo Cassin.
El funcionario insistió en los logros de la actual gestión, apoyados en «tres ejes estratégicos»: una «fuerte mejora en la calidad del servicio», un «cuadro tarifario competitivo» e «innovación interna». La «generalizada opinión» de que el servicio se presta mucho mejor tiene respaldo, por ejemplo, en la frecuencia con que interrumpe el servicio y el tiempo que dura el corte: en ambos casos, la EPE tiene valores por abajo de las medias mundiales.(Silvina Dezorzi/La Capital)