El gobierno impulsará una reforma tributaria luego de las elecciones
Macri ya tiene en su despacho el proyecto que elaboró el equipo económico. Prevé una reducción gradual de impuestos nacionales
El presidente Mauricio Macri ya tiene en su despacho el proyecto de reforma impositiva elaborado por el equipo de trabajo que lidera el ministro de Hacienda, Nicolás Dujovne, y se presume que tras algunos retoques sugeridos por el primer mandatario, se girará al Congreso nacional antes de fin de año para su eventual aprobación.
«El espíritu de la reforma tributaria pasa por modificar el régimen impositivo contemplando el gasto social y las proyecciones de déficit fiscal para los próximos períodos», dijo una fuente del Ministerio de Hacienda.
Tras ratificar que el proyecto de reforma ya fue analizado por el presidente Macri, dijo que «aún restan algunos retoques o modificaciones que sugirió el propio presidente».
Si bien la fuente evitó dar detalles de los tributos a modificar, aclaró que «a medida que vaya bajando el déficit fiscal se irán reduciendo alícuotas, aunque es importante aclarar que trabajamos sobre impuestos nacionales».
Trabajo
El trabajo estuvo a cargo del secretario de Programación Macroeconómica, Sebastián Galiani, bajo la supervisión del jefe de la cartera de Hacienda, Nicolás Dujovne, quien repitió en varias oportunidades la importancia de impulsar una reforma «gradual y sustentable».
En esta dirección, el equipo de Hacienda se plantea el objetivo de «darles a los empresarios un marco de previsibilidad para que puedan hacer su cash flow (flujos de caja) de acá a cinco años».
Por su parte, las principales entidades empresariales del país coinciden en la necesidad de bajar la presión impositiva, especialmente las tasas provinciales y municipales, aunque tienen plena conciencia de darle un perfil gradual, sin neutralizar los recursos que el Estado destina al gasto social.
Una serie de trabajos de la Cámara Argentina de la Construcción coincidió en que el «problema esencial es la incidencia del impuesto a los ingresos brutos, que se va acumulando y llega al 14 por ciento del precio de una obra convencional».
En el sector también cuestionan la «proliferación de tasas locales (municipales), que en algunas jurisdicciones alcanza al 5 por ciento del costo de una obra».
Competitividad
El presidente de la Sociedad Rural Argentina (SRA), Luis Etchevehere, sugirió que en la medida que se baje la presión fiscal se estará haciendo un aporte vital para mejorar las condiciones de competitividad.
«Hay que trabajar cadena por cadena, como lo estamos haciendo actualmente con el gobierno nacional, para ver dónde están los obstáculos y removerlos», remarcó Etchevehere.
Por su parte, el secretario de la Cámara Argentina de Comercio y Servicios, Mario Grinman, ofreció una mirada más macro de los efectos de una reforma fiscal, a partir del alto déficit fiscal que impide avanzar con modificaciones impositivas sustanciales.
Gasto público
«No se puede hablar de reforma tributaria si no se habla de gasto público. En el año 2000 el gasto público representaba el 23,6 por ciento del PBI y en el 2016 llegó al 40,58 por ciento, casi el doble», explicó el secretario de la Cámara de Comercio.
En este sentido, opinó que «de no bajarse el déficit fiscal no hay forma que el gobierno pueda bajar impuestos, y somos conscientes que no se puede hacer rápidamente».
La Unión Industrial Argentina (UIA) elaboró un trabajo que hace referencia a una presión impositiva del 34 por ciento para el sector, sumando tributos nacionales, provinciales y municipales.
El estudio hace hincapié en «un laberinto de tributos que complejiza la situación fiscal provincial», y destaca que «desde 2002 existe una tendencia generalizada de suba de alícuotas de ingresos brutos para la industria, con alícuotas diferenciales para industria no radicada».(Clarín)