El municipio definirá que empresas se quedarán con el transporte urbano
Las compañías deben desembolsar fuertes inversiones. El esquema de financiamiento y los puestos laborales son puntos clave de la licitación
Por Marcos Ciccirillo/La Capital
A casi un año de la apertura de sobres, el gobierno municipal dará a conocer en las próximas semanas las dos empresas de transporte urbano de pasajeros a las que se les adjudicarán los grupos de líneas del futuro sistema que fueron reservados para los operadores privados.
La intendenta Mónica Fein confirmó que el objetivo es arrancar con el próximo esquema de transporte a partir de enero próximo, cuando es más baja la demanda de pasajeros.
Las dos firmas ganadoras tendrán cinco meses para poner apunto las 570 unidades exigidas en el pliego para salir a circular, la infraestructura para guardar los colectivos y en puntas de línea. Todo un desafío.
Las fuentes consultadas del sector por LaCapital reconocieron que la inversión entre las dos empresas sólo en los colectivos, en caso de tratarse de unidades cero kilómetros, rondará entre los 1.480 y 1.830 millones de pesos (cuestan entre 2,6 y 3,2 millones de pesos cada una).
Vale recordar que en el pliego lo que se exige en el «flujo de fondos» de los candidatos una antigüedad promedio a lo largo de los diez años de concesión, por lo que no necesariamente tienen que ser unidades a estrenar.
De todos modos, los niveles de inversión exigidos impacta diferente en cada uno los oferentes, ya que en más de uno significa —en caso de ganar la compulsa— duplicar su tamaño actual.
Financiamiento y empleo
De allí que la variable de la salud financiera y esquemas de financiamiento presentadas en sus «flujos de fondos» es uno de los aspectos clave bajo análisis de la comisión evaluadora encargada del proceso de licitación. También aparece en el pliego otro punto no menor: la continuidad de los puestos laborales, una variable que impacta también la «viabilidad» de la ecuación económica presentada por las empresas. El actual sistema cuenta con unos 2.000 trabajadores distribuidos entre Rosario Bus y la Movi. Está claro que la gestión local busca no tener ningún conflicto laboral y esto pesa en la decisión final.
La comisión evaluadora del Ente de la Movilidad, que debe definir la licitación, viajó a las distintas ciudades donde las empresas que se presentaron en la licitación prestan servicios: Mendoza, Santa Fe y Corrientes.
Consolidación en Latinoamérica
Los actores privados involucrados en la licitación que fueron consultados se cuidaron a la hora de opinar sobre el proceso en aún en marcha, máxime a semanas de la definición. Hablaron a condición de mantener en reserva sus nombres. No sólo están en juego diez años de concesión del servicio público de transporte de Rosario —con opción a tres años más— y cientos de millones de pesos anuales, sino que también significa —y así no reconocieron los empresarios— un trampolín para jugar en otras ligas, incluso mayores. Actualmente el sector en todo Latinoamérica atraviesa una etapa de consolidación y concentración, y como ocurre en tantos otras actividades económicas, las empresas de transporte necesitan ganar escala para ser viables y competitivas. Y el futuro sistema del transporte urbano de pasajeros de Rosario, como admitieron los ejecutivos, prevé un estándar elevado que otorgará «chapa» para las dos firmas que se queden con los corredores previstos para los privados.
«El nivel de exigencia del pliego se definió en un contexto económico diferente», coincidieron todas las fuentes relevadas. En este sentido, es un interrogante si las carroceras podrán cumplir con las entregas, por la compleja situación que atraviesan en su negocio.
Pero estos estándares de calidad solicitados hoy demandarán también un debate profundo sobre la tarifa cuando llegue al Concejo. «Los bolsillos de los usuarios también son otros», agregaron. Aquí entra a tallar el reparto de subsidios, que ya no cubre la totalidad de los choferes o las nuevas líneas que se fueron incorporando en los dos últimos años. La Secretaría de Movilidad de la municipalidad presentó tiempo atrás ante Nación lo que será el próximo esquema, con el objetivo de mínima de sostener el actual nivel de subsidios al transporte. Pero el tema todavía no está cerrado.
En este escenario, en el grupo 1 del pliego, que está reservado de forma al Estado local, avanza ya en la adaptación al próximo sistema con la puesta en marcha por adelantado de determinados corredores como la línea Q. Según especialistas y empresarios, está a mitad del proceso de transformación. También tiene que comprar unas 100 unidades más.
Las opciones
En el grupo dos se presentaron la Empresa Romero SA (Ersa) de Corrientes, El Cacique de Mendoza y la Unidad Transitoria de Empresas (UTE) integrada por Recreo de Santa Fe capital, San Francisco de San Juan y autobuses Buenos Aires, que también compulsa en el grupo 3 contra Rosario Bus.
Fuentes del sector apuntaron que, por antecedentes, envergadura y la realidad económica y política de cada jugador, la pelea en el grupo dos está entre Ersa y El Cacique. La firma correntina —del empresario Juan Carlos Romero— se expandió en los últimos años a siete provincias de la Argentina e incluso hoy pelea con australianos y japoneses por quedarse parte del sistema de Santiago de Chile, mientras que compañía mendocina —de Sergio Pensalfine— creció hasta ser en la actualidad una empresa algo mayor a la estatal rosarina Movi.
Para varios de los ejecutivos consultados por LaCapital las trece líneas que se disputan en el grupo dos es la crema del futuro sistema local.
Respecto a la definición del grupo tres, la empresa Rosario Bus es vista con más chances de quedarse con un esquema que está con sintonía con el desarrollo metropolitano que viene construyendo el empresario Agustín Bermúdez, un negocio hasta ahora menos regulado y con proyección de crecimiento a mediano y largo plazo, más si se mantiene sólo en el terreno de las declaraciones la vuelta de los trenes regionales.(Marcos Ciccirillo/La Capital)