Joven de 20 años falleció de un disparo en el cráneo
Fue la noche del lunes. Pedro Tejeira recibió un certero balazo. Investigan una posible venganza por la rivalidad entre su novia y otra joven
«Acá, en la puerta de la escuela, catalizan todos los conflictos sociales». Con esa definición contextualizó una referente de la comunidad educativa de la escuela Nº 240 Lola Mora el homicidio de Pedro Tejeira, un joven de 20 años ejecutado de un disparo en el cráneo mientras esperaba en la vereda del establecimiento que salieran de clases su novia y una hermana. El matador, otro joven que anoche parecía estar individualizado, resolvió de ese modo drástico un conflicto personal que hasta el momento es una incógnita.
El lunes fue el primer día de clases de regreso de las vacaciones de invierno en la escuela secundaria Lola Mora. Los alumnos del turno noche ya habían escuchado el timbre de salida a las 21.50 y se agolparon en el portón de la institución, ubicada en el serpenteante pasaje Quinta Biselli 5728 (también conocido como Sanguinetti), una calle que corta Rouillón al 3700, en la zona oeste de Rosario, donde sobresalen los módulos del olvidado Fonavi del barrio Triángulo y Moderno.
En la puerta, un grupo de padres esperaba a sus hijos. Y también Pedro Tejeira, un joven de la zona que, conocedor de los riesgos de la nocturnidad de esas calles, que tenía por costumbre buscar y acompañar a su hermana y a su novia, alumnas de segundo año.
Sin embargo el normal y lógico bullicio de los ansiosos jóvenes y profesores embarcados en la charlas informales del final de la jornada se interrumpió de golpe con el tronar de una explosión seca.
Hipótesis
Los alumnos corrieron hacia la calle desesperados y los padres trataban de contenerlos mientras también trataban de salir de una escena confusa. En la calle, casi pegado al cordón, Tejeira se derrumbó agonizante al lado de su moto y en medio de un enorme charco de sangre mientras los involuntarios testigos trataban de encontrar una explicación a semejante hecho.
El chico recibió un disparo de arma de fuego que le destrozó la cara y el cráneo, aunque resta develar cómo oucrrió. Mientras que algunas fuentes deslizaron que directamente fue ejecutado, otra hipótesis marca que Tejeira se trenzó en lucha con su matador y tras un forcejeo se disparó un arma, que tampoco se determinó quien la empuñaba. El agresor, que no se sabe si actuaba con un cómplice, habría escapado a bordo de una moto.
Ayer, cuando todavía se podían apreciar manchas secas rojas con forma de zapatilla en la calle y el agua estancada con coágulos de sangre, las personas consultadas por este diario se mostraron ajenas al episodio. No hubo autoridades que aportaran alguna versión. Los alumnos de la tarde, sin contacto con los compañeros que vivieron el dramático momento, tímidamente dijeron que la hermana y la novia del joven fallecido concurrían a la escuela.
Los datos sobre las motivaciones del hecho se canalizaron por dos vertientes: algunas personas explicaron que el sospechoso del homicidio es del barrio, que arrastraba diferencias previas con la víctima, las cuales salían a la luz cuando las novias de ambos, la hermana y la cuñada de Tejeira se cruzaban en los pasillos de la escuela.
En tanto, los elementos objetivos volcados en la capeta judicial donde se asienta el hecho indican que tras el llamado de un vecino al 911, Tejeira fue hallado agonizante en la puerta de la escuela con disparo de arma de fuego en el rostro.
Alguna fuentes aportaron que ante un cuadro que se advertía como gravísimo, un móvil policial directamente trasladó al joven al Hospital de Emergencias Clemente Alvarez (Heca), donde el joven falleció a las 22.30 por la herida sufrida.
Preocupación escolar
El hecho es investigado por el fiscal de la Unidad de Homicidios Dolosos, Rafael Coria, quien ordenó al gabinete criminalístico de Policía de Investigaciones (PDI) para levantar rastros y realizar pericias, hacer relevamientos de cámaras y tomar testimonios a posibles testigos y familiares. «Hay líneas concretas de investigación que se mantiene en reserva», indicó la Fiscalía.
Aunque se trata de un caso que excede el ámbito institucional, este diario pudo saber que existe gran preocupación entre las autoridades de la escuela, a las que rozan casi constantemente las situaciones de violencia. En ese sentido, hasta ayer al mediodía esperaban el desembarco de autoridades del Ministerio de Educación, pero nadie se había comunicado.
Es que si no se aborda a tiempo en el ámbito escolar la irreparable muerte de Tejeira, y al mismo tiempo se corrobora la hipótesis de conflictos previos entre su novia y la del supuesto matador, irremediablemente queda latente la posibilidad de un conflicto entre las jóvenes allegadas a los protagonistas de la historia.(ViaRosario)