Comenzaron las obras para la estabilización del arroyo Saladillo
Se colocarán grandes geotubos de arena que harán más leve la pendiente. Ya está instalado el obrador y la maquinaria.
El amplio obrador con una imponente una grúa de brazo largo de más de cien metros ya están instalados sobre la margen sur del arroyo Saladillo para dar comienzo a los trabajos de estabilización de la cascada. La obra busca frenar, al menos de manera momentánea, el marcado retroceso del salto, que pone en peligro el puente Molino Blanco que une Rosario con Villa Gobernador Gálvez. Pero también significa el fin de una de las postales tradicionales de ambas ciudades. La cascada se convertirá en una pendiente suave y perderá su tradicional aspecto.
Con un presupuesto oficial de 48.158.538,76 pesos y un plazo de ejecución de 60 días, la empresa Edeca, ganadora del concurso de precios, comenzará la semana entrante a ejecutar los trabajos, que consisten en la colocación de geotubos: grandes bolsas llenas de arena que se irán colocando en el lecho del arroyo y formarán una suerte de escalera por donde correrá el agua sin ejecutar un salto abrupto.
En total, serán 1.250 bolsones de diez toneladas de arena cada uno, que sumarán 7.500 metros cúbicos de arena para cambiar la geografía del lugar.
Obra provisoria
El ministro de Infraestructura de la provincia, José León Garibay, explicó que la obra «frenará el corrimiento de la cascada a partir de un sistema novedoso. Esto nos dará tiempo para encarar una solución definitiva ya que la que habíamos pensado no pudo realizarse en aquel momento por un amparo que presentaron los vecinos».
En efecto, el proyecto de estabilización había sido licitado por la provincia en 2010 con financiación del Banco Mundial por un monto de 14 millones de dólares. No obstante, la obra se frenó y el financiamiento se cayó por una resolución judicial que hizo lugar a un amparo basado en la ley 10.000 de intereses difusos presentado por vecinos y ambientalistas. A fines del año pasado, provincia y municipio anunciaron un nuevo proyecto para intervenir sobre la cascada, según se planteó, tras destrabarse el litigio en Tribunales.
Sin embargo, Garibay aclaró que aquella obra «ya no se puede hacer más, porque la cascada retrocedió mucho y quedó a sólo 160 metros del puente. Ahora hay que pensar en otro proyecto definitivo».
En la misma sintonía, el secretario de Recursos Hídricos, Juan Carlos Bertoni, resaltó el carácter provisorio de la obra, que «va a actuar para cortar el avance de la cascada con el fin de proteger los puentes de cruce y las márgenes de la zona inmediata» al salto de agua.
En el obrador
Fabricio Gerbaudo, gerente de Edeca, contó a este diario que la grúa es una de las solamente tres que hay en todo el país, y que puede operar con precisión milimétrica. Entre otras funciones, sirvió para el montaje de la usina termoeléctrica de Timbúes.
Respecto de los trabajos, el directivo explicó que los geotubos se irán colocando en el lecho del arroyo en forma de escalera, para morigerar el impacto del agua.
«Hoy la cascada tiene 14,75 metros desde el salto hasta el fondo del cause. Ese será el mismo desarrollo que tendrá la pendiente, que se irá haciendo con bolsones de diez toneladas de arena cada uno, y de un metro de altura», explicó.
En total, habrá trabajando durante los dos meses entre 35 y 40 personas, seis de ellas solamente para operar la grúa, y contarán con asistencia desde el agua para el monitoreo de la instalación.
Fuerte retroceso
Aunque el corrimiento de la cascada del Saladillo no es nuevo (ya en 1997 se había calculado un retroceso 1.250 metros a largo de 25 años), experimentó un movimiento importante de entre 80 y cien metros en 2015.
Pero fue a principios de este años cuando retrocedió peligrosamente al punto de poner en riesgo cierto al puente que une Ayacucho, en Rosario, y la avenida San Martín de Villa Gobernador Gálvez. Sólo en un día, durante enero, retrocedió entre 25 y 40 metros.
Luego, en abril, volvió a retroceder, pero para ese momento ya estaba en proceso el proyecto de estabilización, al menos provisorio, que comenzará la semana entrante.
En total, el salto experimentó un retroceso de más de cien metros, y cambió su típica figura perpendicular a los márgenes por una forma de garganta, ya que el agua erosionó con más fuerza la parte central del lecho del arroyo y formó una figura de «U».
sólo tres en el país. La imponente grúa, con su brazo de 105 metros, será la encargada de depositar los geotubos en el lecho del arroyo. (La Capital)